Tal como se esperaba, el Partido Popular (PP) triunfó en las elecciones generales de España sobre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que gobierna desde junio de 2018, con una coalición que incluye al partido de extrema izquierda Podemos y al Partido Comunista, con el apoyo de los independentistas de Cataluña y los herederos políticos de ETA en el País Vasco.
Alberto Núñez Feijóo, abogado gallego de 61 años, que fue presidente de Insalud y de Correos durante el gobierno de José María Aznar (1996-2004) y posteriormente presidente de Galicia durante trece años (2009-2022), asumió como presidente nacional del PP en abril 2022 y en solo quince meses unió al partido, condujo la renovación de sus líderes en las comunidades autónomas (los barones, como se les dice en España) y logró, con su intensa participación en las campañas electorales, el triunfo del PP en las elecciones municipales, en las elecciones autonómicas (ambas el pasado 28 de mayo) y en las elecciones generales del 23 de julio. El PP gobierna al 68 por ciento de los ciudadanos españoles en catorce de las diecinueve comunidades y ciudades autónomas. También logró la mayoría absoluta en el Senado de España. Un extraordinario éxito político.
Como España tiene un sistema parlamentario, la mayoría del Congreso de Diputados (350 escaños) elige al presidente del Gobierno. Los resultados del PP con sus naturales aliados en la derecha, quedaron a seis escaños de la mayoría absoluta. El partido perdedor PSOE, con sus socios en la izquierda quedaron a cinco escaños, por lo que probablemente se tendrán que repetir elecciones a fines de año, pero el enorme crecimiento de cuarenta y siete escaños del PP, comparado con la caída de doce escaños de la coalición del PSOE, certifica que España ha girado a la derecha.
De los veintisiete países miembros de la Unión Europea (UE), doce están gobernados por el centro-derecha o la derecha (Italia, Grecia, Países Bajos, Irlanda, Polonia, Hungría, Suecia, Finlandia, República Checa, Croacia, Letonia y Lituania), diez están gobernados por el centro (Francia el principal) y solamente cinco por el centro-izquierda o la izquierda, pendiente de la decisión en España (Alemania, España, Portugal, Eslovenia y Malta). Eso contrasta con la situación política existente a inicios del 2022, antes de la invasión de Ucrania por Rusia. Desde entonces, ocho elecciones generales en países miembros de la UE, produjeron gobiernos de centro-derecha o derecha.
Una de las consecuencias de la agresión rusa fue alarmar a los pueblos de Europa y llevarlos a apoyar políticas de defensa más fuertes y políticas económicas y fiscales prudentes, previendo tiempos difíciles, que son las políticas públicas que proponen los partidos políticos de centro-derecha y derecha. Es decir, que la decisión de Rusia de invadir Ucrania, fortaleció a las fuerzas políticas europeas que se oponen con mayor determinación a los gobiernos autoritarios o totalitarios, que generalmente son aliados de Rusia.
Esto hace prever que las elecciones europeas de junio 2024 producirán un Parlamento Europeo más a la derecha, que a su vez elegirá autoridades europeas más exigentes con los gobiernos autoritarios o totalitarios en general, incluyendo los de Latinoamérica, lo que podría ayudar a gobiernos democráticos, respetuosos de los derechos humanos, las libertades y el Estado de derecho.
A nivel geopolítico, la invasión rusa a Ucrania, también ha producido cambios significativos. Suecia y Finlandia abandonaron su tradicional política de neutralidad para incorporarse a la OTAN y la relación transatlántica entre Estados Unidos y Europa se ha fortalecido.
En nuestro país, los nicaragüenses debemos restablecer la libertad y la democracia, para poder ofrecerle a nuestro pueblo progresar en paz.
El autor es presidente de honor del Partido Conservador (PC).