El expreso político Michael Caballero Ayala logró reunificarse con su esposa e hijos en Estados Unidos, luego de más de cuatro años de estar encarcelado por la dictadura orteguista.
Caballero forma parte de los 222 presos políticos excarcelados y desterrados a Estados Unidos el pasado 9 de febrero y a quienes luego la dictadura les quitó la nacionalidad.
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La noticia fue dada a conocer por otros excarcelados políticos en sus redes sociales. “Gracias a Dios Michael Caballero Ayala, uno de los 222 excarcelados políticos en febrero, al fin puede reunirse con su familia en libertad gracias al parole humanitario. Caballero pasó cuatro años y tres meses encarcelado por la dictadura al sumarse a las protestas cívicas de 2018 cuando era un funcionario de la guardia sandinista”, escribió en sus redes el cronista deportivo Miguel Mendoza, también exreo político.
El abogado y también excarcelado político Róger Reyes celebró el reecuentro familiar. “Que alegría saber que la felicidad llega a otro hermano nicaragüense, ex preso político de los 222, soy testigo que no fue fácil su reunificacion pero hoy llegó su milagro. Una muestra más que sí es posible. Un paso a la vez. Día para celebrar”, escribió Reyes.
Preso por negarse a reprimir las protestas en 2018
Caballero es originario de Managua y fue miembro de la Policía.
Luego del estallido de la crisis sociopolítica en abril de 2018 se negó a reprimir a las personas que participaban en las protestas cívicas y pidió su baja a la institución. En noviembre de ese mismo año fue capturado por agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (DOEP).
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La Policía lo acusó de asesinato, lesiones graves y portación ilegal de armas. Fue sometido a un proceso penal sin garantías como ha ocurrido en los casos de todas las personas privadas de libertad por razones políticas y condenado a 22 años y 6 meses de prisión.
Caballero, quien cumplía pena en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro, en Tipitapa, mejor conocido como “La Modelo”, sufrió la muerte de su madre en prisión y las autoridades del penal no le permitieron ni asistir a los funerales.