Este miércoles 10 de mayo de 2023 el doctor Carlos Tünnermann Bernheim cumple 90 años de edad. Para decirlo con palabras de Jorge Eduardo Arellano (JEA) escritas en su Diccionario de Autores Centroamericanos, el doctor Tünnermann es un “educador de talla continental… ha contribuido como nadie a la historia de la Universidad latinoamericana, por citar su aporte intelectual más relevante”.
Como también informa Arellano en su obra citada, el doctor Tünnermann se graduó como abogado en la UNAN-León, fue catedrático en esta misma universidad; secretario general (el primero) del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), rector de la UNAN, director del Programa de la Unesco-PNUD en Colombia, director del Programa de Desarrollo Científico y Tecnológico del CSUCA, ministro de Educación de Nicaragua de 1979 a 1984, embajador en EE.UU. y ante la OEA; consejero especial del director general de la Unesco para América Latina y el Caribe, entre otros cargos relevantes. Y añade JEA que en agosto de 1995 el doctor Tünnermann ingresó como miembro de número a la Academia Nicaragüense de la Lengua, y fue presidente del Centro Nicaragüense de Escritores (CNE), organismo de la intelectualidad nacional que, debemos agregarlo, fue cancelado por el régimen actual en junio de 2022.
El doctor Tünnermann Bernheim se involucró en la política como miembro del Frente Sandinista, primero como uno de los integrantes del Grupo de los 12 que fue un organismo de fachada del FSLN. Después desempeñó altos cargos al servicio del régimen sandinista, en los años 80 del siglo pasado.
Sin embargo, a raíz de que el FSLN perdió las elecciones del 25 de febrero de 1990, el doctor Tünnermann sufrió una decepción —sobre todo con la apropiación masiva de bienes y propiedades ajenas, del Estado y personas particulares, lo que se llamó la “piñata sandinista”—, como él mismo relata en la Presentación y el Capítulo XIII de su libro autobiográfico, Memorias de un ciudadano.
Después, por su mentalidad social demócrata el doctor Tünnermann se comprometió desde la sociedad civil en la política democrática. Fue miembro fundador de Ética y Transparencia, el Movimiento por la Democracia y otras asociaciones de promoción democrática.
En los años recientes y ya de avanzada edad, el doctor Tünnermann participó en el Diálogo Nacional de 2018 del que la Conferencia Episcopal de Nicaragua fue mediadora y testigo con inesperadas y funestas consecuencias para la Iglesia católica. Integró la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que se formó al calor del Diálogo Nacional, pero en octubre de 2020 renunció a su participación en la Alianza, cuando esta abandonó inexplicablemente la Coalición Nacional que se había formado para agrupar a toda —o casi toda— la oposición cívica de Nicaragua.
Todavía después el doctor Tünnermann insistió en sus esfuerzos en pro de la recuperación de la democracia en Nicaragua. Se unió entonces con don Fabio Gadea Mantilla y Dennis Martínez en una Comisión de Buena Voluntad, con el fin de auspiciar la unidad opositora nacional que enfrentara a Daniel Ortega en las elecciones de 2021. Pero fracasaron en el intento, tanto por la incapacidad de los opositores para formar una gran alianza como por la decisión del régimen de no permitir la participación electoral de la auténtica oposición, solo de la domesticada.
Pero el doctor Carlos Tünnermann Bernheim, más que un político ha sido un educador, con el grado superior de la excelencia. Un profesional de la educación que atendió —según él mismo lo dice— el consejo de Cicerón: “Si quieres aprender, enseña”.
El doctor Tünnermann, colaborador distinguido de LA PRENSA en sus páginas de opinión, ha sido en realidad un gran maestro que siempre ha estado aprendiendo y enseñando. Esa virtud la ratifica hoy mismo en el magnífico artículo que le publicamos en este día de su cumpleaños, sobre el histórico rector universitario Mariano Fallos Gil.
Saludamos efusivamente al doctor Tünnermann con motivo de su nonagésimo cumpleaños. Deseamos que siga teniendo vida y sabiduría para continuar aprendiendo, enseñando y educando, como la persona virtuosa, digna, honorable y respetable que es.
