14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua. Archivo/LA PRENSA

Orteguismo ajusta a la baja meta de crecimiento económico y prevé que precios sigan elevados

Estas son las razones expuestas por el régimen de Ortega para ajustar a la baja la meta de crecimiento, cuyo cumplimiento estará condicionado por factores externos

El régimen de Daniel Ortega metió este jueves tijera a su meta de crecimiento para este año, al tiempo que admitió que los elevados precios internos se prolongarán en lo que resta del año debido a factores externos, publicó el Banco Central de Nicaragua (BCN) en su balance del primer trimestre.

El pasado 31 de enero, el presidente del BCN, Ovidio Reyes dijo ante diputados que para este año esperaban que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandiera en un rango de entre 3 y 4 por ciento, y que la inflación oscilara entre 5 y 6 por ciento.

“Esperamos que la dinámica positiva observada en el año 2022 se mantenga durante el año 2023, así como en el mediano plazo”, dijo Reyes en esa ocasión.

No obstante, este jueves en una actualización el Banco Central estableció en entre 2.5 y 3.5 por ciento el nuevo rango de crecimiento económico, menos que lo esperado hace tres meses. Pese a ello, el reporte el máximo emisor bancario indica que “la economía nicaragüense sigue mostrando fortaleza en su trayectoria de crecimiento”.

“En estas proyecciones, un crecimiento más cercano al 2.5 por ciento estaría condicionado por una situación de desaceleración más acentuada en las economías con las cuales el país tiene mayores vínculos, mientras que, un crecimiento más inclinado hacia el 3.5 por ciento sería impulsado por un entorno externo más favorable que el previsto”, afirma.

Lea además: ¿Tiene tarjeta de crédito? Alivio en pago mínimo mensual comenzará a reducirse gradualmente

El régimen admite que de conseguirse el 3.5 por ciento, estará impulsado por exportaciones, recaudación, crédito, remesas, entre otras.

Y pese a la reducción en el rango, el BCN manifiesta que en “el escenario base de las proyecciones se considera que la desaceleración global tendría efectos limitados sobre la economía doméstica, debido a la resiliencia de los sectores productivos, y en particular del sector primario exportador, los cuales se han fortalecido después de la recuperación de los choques adversos de los últimos años”.

“Asimismo, se espera que los precios internacionales de las materias primas se mantengan relativamente altos, en comparación con los promedios históricos”, indicó.

Sobre la inflación, el Gobierno espera que la presión inflacionaria, reflejada en el aumento de precios, se mantenga, pero estos subirán a un ritmo relativamente moderado con relación al año pasado. En enero de este año, Ovidio Reyes estimó que los precios subirían entre 5 y 6 por ciento. “Ya los precios de los principales productos internacionales han comenzado a descender, entre ellos el petróleo, así como de los alimentos, por lo que esperamos que la inflación nacional se modere a partir del primer semestre de 2022”, dijo en ese momento.

Sin embargo, en un nuevo ajuste situó el rango en entre 6 y 7 por ciento. En su reporte, el BCN explica que “este rango está condicionado a la continuidad en la disminución de la inflación internacional y podría revisarse a la baja si dicha disminución se acelera en los próximos meses”.

La nueva perspectiva inflacionaria también toma como base “las perspectivas de un buen ciclo de producción agropecuaria, las políticas de subsidio del Gobierno para contener el incremento del costo de vida de la población y la baja tasa de deslizamiento cambiario vigente. Adicionalmente, se espera que el marco de política fiscal, monetaria y cambiaria a nivel doméstico continúe apoyando la estabilidad de precios”.

El régimen identifica una serie de riesgos para sus metas económicas de este año, entre las que menciona “la incertidumbre que prevalece en el ámbito internacional, producto del entorno geopolítico tendiente a la fragmentación geoeconómica, que repentinamente puede inducir choques que causan daño a la economía global, con consecuencias en las cadenas globales de suministros y en los precios del petróleo y alimentos, generando presiones sobre los precios domésticos”.

También los riesgos relacionados con la prolongación de los efectos de la pandemia, como un mayor endurecimiento de la política monetaria a nivel internacional, ante una inflación más persistente de lo esperado, lo que pudiera desacelerar aún más la dinámica de producción mundial y afectar las exportaciones. “En el país, también persisten los riesgos relacionados a los eventos climáticos, que pueden incidir sobre la evolución de variables macroeconómicas”, puntualiza.

De concretarse la meta de crecimiento máxima estimada para este año, esta sería la más baja tras el fin de tres años de recesión en el 2021.

Otros indicadores

El régimen admite que la economía está siendo impulsada en lo que va del año por factores externos y mejoras en indicadores en el Sistema Financiero Nacional. Las exportaciones y las remesas han sido fundamentales, dice.

“El sector exportador conserva el buen desempeño que lo ha caracterizado en los últimos años”, indica. Con ello, en el primer bimestre las exportaciones totales de mercancías y zona franca fueron de
1,274.6 millones de dólares, registrando un crecimiento de 1.7 por ciento interanual, “siendo las exportaciones de mercancías las que impulsaron el crecimiento”. En cambio, zona franca reporta una caída de 6.6 por ciento.

En el caso de las remesas, en el primer bimestre crecieron 63.2 por ciento interanual, al alcanzar un total de 647.6 millones de dólares. El BCN lo atribuye en parte al crecimiento económico de los principales países emisores de remesas hacia Nicaragua.

Por otra parte, el règimen informò que en el primer trimestre ha recibido en desembolsos de préstamos ya acordados 140.5 millones de dólares, un poco menos que los 151.7 millones de dólares en igual periodo del año pasasdo.

Con ello, el saldo de la deuda pública total al mes de marzo de 2023 se ubicó en 9,855.2 millones de dólares, representando el 61.2 por ciento del PIB (60.4 por ciento en 2022), “nivel que se considera sostenible, tomando en cuenta que en su mayor parte es deuda concesional”, dijo.

Lea también: ¿Pedir un préstamo o abrir una cuenta de ahorro? Así se están moviendo las tasas de interés en Nicaragua

Economía crecimiento Economía archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí