El futbol nicaragüense tiene una gran oportunidad de trascender este lunes por la noche. La Azul y Blanco enfrenta a Trinidad y Tobago (6:00 p.m.) en un duelo que dejará a uno de los dos en la gloria o el infierno. Las dos selecciones dependen de sí mismas para lograrlo, pero en teoría Nicaragua posee mejores ventajas para contrarestar el favoritismo de los Soca Warriors y volver a destacar en el mapa futbolístico internacional.
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A Nicaragua le basta un empate sin importar el marcador para quedarse con el liderato del grupo C de la Liga B de Naciones, ascender a la Liga A, clasificar a la Copa Oro 2023 y disputar uno de los seis cupos para la Copa América 2024. La tropa dirigida por el chileno Marco Antonio Figueroa está en la cima con 13 puntos, uno por encima de los Soca Warriors, que están obligados a sacar el triunfo cómo sea para cambiar la historia. No hay otra fórmula para ambos.
Un triunfo de la Azul y Blanco sería de proporciones incalculables porque sería la primera vez que le ganamos en su casa a la mundialista Trinidad y Tobago, aunque la segunda ocasión que logramos sacar los tres puntos de visitante ante una selección caribeña de alto perfil como sucedió en 2015 contra Jamaica durante las eliminatorias mundialistas para Rusia 2018. La victoria de los trinitarios sería un duro golpe moral porque arrebatará la gloria, tras pasar desde el primer partido encabezando el grupo, y mandaría a Nicaragua al repechaje por la Copa Oro 2023, pero lo dejaría fuera de la Liga A y los cupos por la Copa América 2024.
En la Liga A se encuentran las mejores selecciones de la Concacaf como México, Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Panamá, Honduras, entre otros.