Humanidad. Debido a los complejos y multidimensionales que son los seres humanos, la IA no podrá entender totalmente qué son los humanos en sí mismos y su particular comportamiento. Estos sistemas inteligentes están guiados por personas, pero dependen de cada entrenador para elegir su interacción.
Fake News. La compañía de investigación artificial creada por Elon Musk OpenAI desarrolló en 2019 un algoritmo con la capacidad de escribir noticias falsas que aparentan certeza. Al inicio la IA escribió un par de historias plagiadas con una coherencia superficial. Tuvieron un par de casos de éxitos. Los creadores de esta IA afirmaron que en un par de años el sistema sería capaz de crear noticias realmente creíbles.
Fraudes. Jason Allen, diseñador de juegos dio instrucciones a la inteligencia artificial Midjourney para crear una obra de arte. El diseñó ganó el primer lugar de la feria Estatal de Colorado de 2022, en la sección de bellas artes. Internet no tardó en tacharlo de tramposo y de afirmar que las IA han complicado aún más el mundo artístico. Se cree también que la IA puede producir trabajos académicos más difíciles de detectar que los que se han descubierto hasta la fecha de personajes de la vida política de todo el mundo.
Sintiente. El ingeniero de Google Blake Lemoine fue despido en junio de 2022 de la empresa tecnológica por afirmar que la inteligencia artificial conversacional LaMDA se encontraba una “mente sintiente”. Google desestimó sus hallazgos por violar la política de confidencialidad de la empresa. Otros empleados de Google han renunciado o dados de baja por expresar ideas similares a Lemoine.
Propiedad intelectual. Las creaciones visuales generadas a través de inteligencia artificial actualmente no se les consideran obras por no ser creada por un humano por lo que la ley de propiedad intelectual de cualquier país no ampara su protección. Esto ha generado un gran conflicto entre los internautas, porque no saben qué pasará en el futuro. Se ha establecido que las máquinas aún no son dignas de estar amparadas ante dicho derecho ni cobrar por él.
Alcohol. La inteligencia artificial ADLAIA puede detectar el alcohol en la voz de las personas. Esta IA puede identificar tasas de alcoholemia igual o superior al 0,05% con una presión del 70%. Investigadores han afirmado que la implementación de este sistema podría ser una alternativa más económica para las instituciones, además de ser mayormente fiable.
Emociones. DepecheMood++ fue diseñada para detectar y aprender sobre las emociones que siente una persona a través de lectura de diferentes textos. Los responsables afirmaron que este proceso hace que la inteligencia artificial sea “completa”, esta se podrá utilizar para detectar mensajes de odio en redes sociales o identificar trastornos de salud mental en los internautas.
Diagnóstico de enfermedades. Expertos de la Universidad del Oeste de Escocia ha utilizado una tecnología basada en IA creada originalmente para detectar la Covid-19 a partir de imágenes de rayos X para ayudar a detectar diferentes enfermedades pulmonares, con una precisión de 98%. Esta IA reduciría ampliamente la presión en estos departamentos hospitalarios y una detección más rápida y precisa de este tipo de enfermedades.
Ajedrez. En 1997 el supercomputador Deep Blue de IBM ganó al campeón mundial de ajedrez Gari Kasparov. Aunque ganó solamente un encuentro de seis, el momento fue decisivo para que la inteligencia artificial pudiera expandirse en los centros de investigación hasta formar parte del día a día de los humanos.
Ingresos. Se esperaba que para 2022 los ingresos generados por las IA crecieran un 19,6%, lo que significa 380.350 millones de euros, y romperá la barrera de los 400.000 millones en 2023. Las inteligencias artificiales se han convertido en el factor diferenciador para la progresión de las empresas.
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