Desde que se conoció la noticia de la expulsión de 222 presos políticos de Nicaragua hacia Estados Unidos, la comunidad nicaragüense radicada en ese país, se trasladó a Washington para recibirlos, y a partir de entonces la ayuda material no se ha hecho esperar.
Voluntarios han llevado alimentos, ropa, calzado y artículos de uso personal hasta el Hotel Westin, Virginia, donde están hospedados los desterrados excarcelados. También están brindado asesoría para llenar las aplicaciones de trabajo. “Es increíble la cantidad de nicaragüenses que no pertenecen a organizaciones y han venido a ayudar”, destacó Anita Wells, voluntaria de la organización humanitaria Alianza Nicaragüense Americana por los Derechos Humanos (NAHRA por sus siglas en inglés).
El nicaragüense Oswaldo León, también radicado en Estados Unidos, manifestó que las donaciones recaudadas son “autoconvocadas”. “Nadie ha dicho tráelos, todo lo contrario, la gente ha traído y entregado para que se distribuyan entre todos los compatriotas que fueron desterrados”, dijo.
Los 222 nicaragüenses entraron a Estados Unidos bajo un parole humanitario que les concede estadía legal en ese país por dos años, permiso laboral y la posibilidad de pedir asilo político y reunificarse con sus familias, pero al menos 170 no cuentan con un familiar que los reciba en ese país, por lo que la diáspora nicaragüense también está promoviendo una campaña de apoyo para su permanencia en Estados Unidos.
Desterrados en busca de hogares de acogida
El Gobierno de Joe Biden alberga oficialmente en el hotel Westin, en Virginia, a los 222 nicaragüenses desterrados hasta este domingo, no obstante, Wells aclara que si hubiese alguno o algunos que no tuvieran aún destino o casa de acogida confirmada, entonces se hacen las gestiones para tenerlos hospedados ahí el tiempo necesario.
León también detalló que se está trabajando en una base de datos para identificar quiénes son las familias y en qué estados se pueda recibir a los desterrados. “Los que tienen familiares irán donde sus familiares y los que no, se han apuntado en esa lista para poder hospedarlos mientras se resuelve su situación. No van a estar bajo el puente, porque aquí estamos los nicaragüenses y en donde está un nicaragüense hay solidaridad”, dijo.
Wells indicó que el gobierno estadounidense brindó a los excarcelados un teléfono celular y ayuda económica para sus necesidades inmediatas, y desde la diáspora han coordinado con voluntarios para que los lleven de compras, ya que todos salieron de los penales solo con la ropa que llevaban puesta.
Lea además: EE.UU. discute con el canciller Denis Moncada la importancia de un “diálogo constructivo” con Nicaragua
A su llegada a Estados Unidos, los 222 nicaragüenses fueron sometidos a exámenes médicos exhaustivos para valorar su estado de salud.
Brinde apoyo
Wells refirió que hay varios grupos que se están organizando para concentrar la ayuda dirigida a los excarcelados políticos. Si usted desea ayudar, puede escribir al correo [email protected] o al número 1-866-NAHRA-US.
También está disponible la plataforma Let’s Help Them (jotform.com) que solicita los nombres, correo electrónico, número telefónico y el tipo de ayuda.