Laureano Ortega, Camila Ortega y Daniel Edmundo Ortega —hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo— tienen roles de diplomáticos, como acudir a la reunión con el canciller de Irán, Hossein Amir-Abdollahian. No es la primera vez que la familia Ortega Murillo da indicios de actuar como una dinastía, de acuerdo con analistas.
En diversas ocasiones se ha señalado que el objetivo de Ortega y Murillo es instalar una dinastía, siguiendo los pasos de los Somoza. Siendo esta familia el antecedente dictatorial más reciente en la historia del país, con quien han comparado al presidente designado y en múltiples ocasiones han afirmado mayor brutalidad y totalitarismo que Somoza.
Durante las protestas que estallaron en Nicaragua en abril de 2018, una de las consignas durante las marchas era “Ortega y Somoza son la misma cosa”, haciendo referencia a la forma en que ambos se instalaron en el país, reprimieron a la oposición y delegaron poder en sus familias.
A inicios del año pasado, uno de los hijos “perfil bajo” de la pareja dictatorial ostentó un nuevo cargo público: “Coordinador de Medios del Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua”, función parecida a uno de los cargos de Rosario Murillo (coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía). Por lo que, cinco de los nueve hijos de esta pareja están en altos cargos públicos. Los cargos de estos no han sido inscritos en La Gaceta, diario oficial.
Al dedazo
Estos nombramientos son considerados de “facto”, porque analistas políticos han coincidido en que Ortega ignora totalmente las leyes para obsequiarle cargos a sus hijos.
Un abogado internacionalista había mencionado a LA PRENSA con anterioridad que “Ortega lo que hace es designar a sus hijos en puestos que no requieren de su publicación en La Gaceta. Los hace de facto. Son nombramientos que no deberían tener validez alguna”. Se omitió el nombre de la fuente porque es exfuncionario nicaragüense.
Agregó que “no tiene validez alguna la designación en un cargo público de un pariente dentro del segundo grado de afinidad y el cuarto grado de consanguinidad. Entonces por eso es que Ortega no los oficializa en La Gaceta. Son nombramientos de facto”.
La Ley de Probidad de los Servidores Públicos y la Constitución Política son explícitas al mencionar la prohibición de designaciones a familiares directos del presidente de la República. En el caso de Nicaragua, se complejiza aún más, porque son hijos de las dos personas que dirigen el poder ejecutivo.
La “copresidenta”
“Aquí tenemos dos presidentes porque respetamos el principio de 50-50, o sea aquí tenemos una copresidencia con la compañera Rosario. Todos los días se está comunicando con nuestro pueblo, dando a conocer todo lo que se está haciendo en beneficio de las familias nicaragüenses, sin hacer diferencias políticas, sin hacer diferencias ideológicas, allí van las obras multiplicándose todos los días en nuestro país”, fueron las palabras de Ortega el lunes 25 de octubre de 2021, al nombrar públicamente a Rosario Murillo como “copresidenta” del país.
Aunque analistas políticos mencionaron a este Diario en ese entonces que dicho nombramiento no tiene ningún asidero legal. Sin embargo, podría indicar que Murillo podría ser la “sucesora” dentro de las bases del orteguismo, aunque Murillo no tiene la afinidad ni reconocimiento del sandinismo histórico.
“Es un hombre valetudinario, una persona que tiene varias enfermedades, ya va a cumplir 76 años, él está preparando que a su desaparición del escenario político Murillo pueda sucederlo ‘sin fractura y sin protesta‘ al interior del orteguismo, porque ha habido demasiada manifestación de diferentes sectores y partes del país que la señora Murillo no goza del apoyo de la base del orteguismo. Entonces Ortega está desde ya preparando la sucesión, ya lo hizo desde el punto de vista legal con nombrarla vicepresidenta, y ahora tratando de que la base social que lo escucha acepte de que Murillo es la sucesora”, mencionó a LA PRENSA en su momento el analista político Oscar René Vargas.
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Actualmente, Vargas se encuentra privado de libertad en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, más conocida como el nuevo Chipote; es uno de los 245 presos políticos que mantiene el régimen Ortega Murillo.
Otro analista político que prefirió el anonimato señaló que dicho mensaje aseguró el poder acumulado de Murillo en el régimen, que han venido construyendo desde el regreso del sandinismo al poder en 2007.
La Constitución Política del país señala en el artículo 145: “El Vicepresidente de la República desempeña las funciones que le señale la presente Constitución Política, y las que le delegue el Presidente de la República directamente o a través de la ley”. Añade que sustituirá en el cargo al presidente, solamente si este hace falta temporal o definitiva.
¿El posible sucesor?
El tercer hijo de esta pareja, Laureano Facundo Ortega Murillo, de 39 años, es asesor presidencial para la promoción de inversiones, comercio y cooperación internacional en ProNicaragua y delegado de la Presidencia en temas económicos y políticos ante Rusia y China. Además, ha sido el artista destacado de la familia Ortega Murillo por su afición de tenor.
Expertos en relaciones internacionales y analistas políticos entienden la participación activa de Laureano como la posible continuidad de la dinastía familiar. Señalando que podrían estar preparando a este tenor lírico para postularse a la Presidencia.
Laureano Ortega encabeza las misiones oficiales en representación del régimen en foros diplomáticos con Oriente Medio, África, Cuba y Europa. Incluso, juega un papel clave en los negocios de la familia dictatorial al ser identificado como el enlace del empresario chino Wang Jing, a quien Daniel Ortega cedió la concesión para la construcción de un canal interoceánico.
La Ley 438 prohíbe y sanciona el nepotismo en el Estado. “En todos los poderes e instituciones del Estado y sus dependencias no se podrá recaer nombramiento en personas que tengan parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad con la autoridad que hace el nombramiento, y en su caso, con la persona de donde hubiera emanado esta autoridad”, menciona.
Hijos Ortega Murillo sancionados
Los hijos de la pareja Ortega Murillo son: Maurice Facundo, quien nació en 1985; Juan Carlos, en 1981; Rafael Antonio, en 1968; Laureano Facundo, en 1982; Carlos Enrique, en 1977; Daniel Edmundo, en 1980; Camila Antonia, en 1987 y Luciana Catarina, en 1989.
Los que han estado mayormente involucrados en la palestra pública han sido sancionados. Rafael, Juan Carlos, Camila y Laureano han sido sancionados de manera individual y a sus empresas por diferentes actores de la comunidad internacional: el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Unión Europea y países individuales.