En días recientes se efectuó en Miami el Foro de la Alianza Republicana de las Américas, un encuentro de dirigentes de varios partidos políticos del hemisferio que consideran que la defensa del concepto de república es fundamental para contrarrestar el populismo, que ha destruido la democracia en varios países del continente.
Tiempo es que nuestros dirigentes políticos, sociales y la clase empresarial se convenzan que las propuestas populistas de cualquier carácter no son una amenaza temporal, son avatares con objetivos definidos, entre los que se destaca la toma y control del poder político y económico, sin la más mínima disidencia.
Cualquier observador puede apreciar que en muchas ocasiones los sectores y sujetos que más pronto pierden sus derechos y oportunidades ante las autocracias, son los más renuentes en aceptar y, menos aún, denunciar a los regímenes populistas envueltos en propuestas de justicia. Además, es una realidad, sin excluir la responsabilidad de cada pueblo con el gobierno que eligió, que son pocos los políticos del hemisferio, incluido Estados Unidos, que tienen una clara conciencia de los perjuicios causados por el totalitarismo cubano junto a sus metástasis de Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Estos regímenes han montado un clientelismo político que activan cuando consideran que un país en cuestión está listo para ser consumido por sus propuestas. Los procesos de ingobernabilidad son auspiciados por ellos con cualquier pretexto y cuentan con el respaldo de compañeros de viaje altamente influyentes, como Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro, Cristina Fernández de Kirchner, Gabriel Boric y Rafael Correa y otros más.
Encuentros similares al mencionado al inicio de la columna se producen con relativa frecuencia en nuestra área, pero lo que más llamó la atención fue la firme posición contra el castro-chavismo, de políticos en ejercicio, enfoque al cual muchos de nosotros no estamos habituados.
Las palabras de bienvenida del señor Martin Vázquez, presidente de la Asociación, marcaron la pauta del encuentro ratificadas por el rabino J.A. Bar Levi, coordinador del Foro, quien, sin embarazo alguno, atacó el castro chavismo y sus personeros en todo el continente americano.
Por otra parte, los organizadores, gracias a la gestión del joven empresario Manuel Milanés, activamente comprometido con la democracia para Cuba, invitaron a varios cubanos para que relataran sus experiencias con el castrismo, particularmente lo que ha significado confrontar al régimen totalitario, con las trágicas secuelas del paredón, la cárcel y el exilio.
Fueron notables, entre otras, las exposiciones del propio Milanés, Ángel de Fana, Luis de Miranda, Richard Heredia, y de un joven intelectual llegado recientemente David Martínez, quien habló de la absoluta falta de libertad que existe en Cuba, enfatizando el aspecto académico, pocas veces aludido en público.
Todos expusieron sus experiencias bajo el régimen totalitario, vivencias que también fueron evocadas por el premio Sajarov, Guillermo Fariñas y la notable escritora exiliada Zoe Valdés que participó desde París, vía zoom.
El encuentro fue presidido por el vicepresidente de Honduras, Salvador Nasralla, quien criticó rudamente al régimen castrista y firmó un documento de condena a la dictadura insular, en el que se demanda que las democracias del continente nieguen legitimidad al gobierno de Cuba y se denuncie el respaldo que el régimen de La Habana presta a la invasión de Ucrania por la Rusia de Vladímir Putin.
La situación del vicepresidente Nasralla es cuando menos muy compleja. Su presidenta, la señora Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, defendió en Naciones Unidas a los regímenes de Cuba y Venezuela. Cumplió con el ritual obligado de condenar un bloqueo que no existe y repetir que Venezuela está siendo agredida; mientras Nasralla, en Miami, condenó a sus defendidos.
En Honduras hay quienes afirman que el verdadero poder lo detenta el asesor de la Presidencia, Manuel Zelaya, quien contó en sus propósitos reeleccionistas con el apoyo castro chavista, vínculos que no han desparecido por la contratación de casi un centenar de médicos cubanos, además de mi lectura en 14ymedio, diario cubano, de que la señora Castro quiere refundar la Educación suscribiendo con el Ministerio de Educación de Cuba un convenio por tres años para contratar supuestos educadores, que fueron recibidos por el expresidente Zelaya con este cartel: “Bienvenidos los maestros de Cuba, de Fidel Castro, Raúl Castro, Camilo Cienfuegos, Ernesto Che Guevara”.
Para mayor preocupación, esta muestra.
El autor es periodista cubano. Fue preso político en Cuba.