El portal Sport Business Journal detalló esta semana que Rocky el león de montaña, la mascota de los Nuggets de Denver, cobra 625,000 dólares al año, que convierte a la persona detrás del disfraz en la mejor pagada dentro de la NBA. La revelación ha generado muchas críticas porque gana casi el triple que la jugadora mejor pagada de la liga profesional de baloncesto femenina de Estados Unidos conocida como WNBA por sus siglas en inglés.
Las jugadoras de la WNBA para la temporada de 2022 tenían un sueldo máximo por convenio de 228.094 dólares y solo tres figuras alcanzaron ese salario: la legendaria Diana Taurasi de Phoenix Mercury, Breanna Stewart y Jewell Loyd, ambas de Seattle Storm. Esto revivió la disparidad salarial entre los sueldos porque incluso se conoció que la diferencia es igual en relación con la segunda mascota mejor pagada de la NBA, Harry el halcón de los Hawks de Atlanta, que registró 600.000 dólares al año.
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“Puedo aprender a ser una mascota”, tuiteó este miércoles Angel McCoughtry, máxima anotadora de la WNBA en las temporadas 2012 y 2013. La controversia sobre los bajos sueldos despegó antes de empezar la última temporada cuando se conoció que Becky Hammon, entrenadora de Las Vegas Aces, cobraría un millón de dólares por curso, es decir, cuatro veces más que el sueldo máximo para las jugadoras.
La temporada 2021-22 de la NBA, el jugador mejor pagado fue Stephen Curry, de los Golden State, con 45,7 millones de dólares. Esta cifra no suma otros ingresos como patrocinios o inversiones donde estrellas como LeBron James ganan mucho más que dentro de la cancha.