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La muerte de Keyli Roberteau resultó en femicidio. FOTO Tomada de Facebook

Linchamiento digital por “mala madre” continuó después de su femicidio

Hace poco más de un año la mujer fue protagonista de un video viral donde se le veía maltratando a su pequeña hija en Bilwi. Recientemente, un hombre la violó, asfixió e hizo creer que se había suicidado. Aun así, los “linchadores digitales” no la perdonaron

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Redacción Domingo

El día que el cuerpo de Keyli Jasmira Roberteau Matute, de 27 años, fue reconocido por sus vecinos en el interior de su pequeña vivienda de madera del del barrio Peter Ferrera de Bilwi, Costa Caribe Norte, se descartó que se tratara de un femicidio. Todo apuntaba a un suicidio.

Keyli fue encontrada la mañana del martes 26 de julio de 2022. Estaba desnuda, sentada en una silla con un mecate atado al cuello. Las indagaciones policiales confirmarían más tarde que la joven no provocó su muerte, fue asesinada.

Keyli Jasmira Roberteau fue abusada sexualmente y asfixiada, su agresor simuló que la víctima se había suicidado /FOTO Tomada de su Facebook

Pasaron tres días del hallazgo del cadáver de Keyli cuando el médico forense determinó que la causa de muerte fue por “asfixia mecánica por estrangulamiento” y la Policía de Bilwi presentó a Elián Alfonso Jiménez Mayorga, de 22 años, como el principal sospechoso del femicidio. La versión oficial indica que el crimen fue “motivado por discordias de pareja”, tras discutir víctima y agresor la noche del lunes 25 de julio.

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Keyli deja en la orfandad una niña de siete años y otro niño de cuatro.

La vivienda de Keyli ubicada en el barrio Peter Ferrera de Bilwi fue el escenario de su femicidio el 25 de julio de 2022 /FOTO Tomada de Redes Sociales

El video

En marzo del 2021, Keyli fue protagonista de un video en donde claramente se le observa agrediendo, física y verbalmente, a su hija mayor, de seis años entonces. “Te voy a matar. Te voy a matar. Te voy a matar”, le repite a la pequeña en el clip de 2:33 minutos de duración.

Las imágenes son perturbadoras de inicio a fin. Por un lado, una madre soltera frustrada que descarga su ira a través de gritos, bofetadas, puntapiés y amenazas, por el otro, dos menores de edad que no comprende el sufrimiento ni las limitaciones que les rodean y lloran.

El video sobre la agresión de Keyli hacia su hija tarda menos de tres minutos, pero la lapidó en vida y después de su muerte /Captura de video

En ese momento, Slilma Pineda, vecina de Keyli fue una de las pocas personas que se atrevió a alzar la voz en redes sociales a favor de esta madre agresora y recuerda que la apedrearon digitalmente. “No es justificable lo que hizo, pero tampoco la puedo condenar”.

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Según Pineda, la vida de Keyli fue dura desde recién nacida. Sus padres fallecieron a temprana edad. La crio su bisabuela en suma pobreza y rodeada de violencia. Su único hermano es adicto. “Eso lo puede confirmar cualquier vecino adulto que los conozca”.

Keyli estudiaba segundo año de la carrera de contabilidad en la universidad Bluefields Indian Caribbean University, BICU, recito de Bilwi /FOTO Tomada de su Facebook

Esta vecina asegura que ignoraba la situación de violencia a la que eran sometidos los niños de Keyli hasta que vio el video. “La vi llorar muchas veces por falta de leche para su niño y la vi humillarse buscando alimentos ante el vecindario que hoy la critica”.

Ese corto video le trajo grandes consecuencias a Keyli desde el momento de su divulgación. Fue separada de sus dos hijos, la niña fue entregada a la familia paterna y el niño fue llevado a un hogar temporal. Se conoció que estuvo varios días detenida y posteriormente obligada a tomar terapia psicológica.

Slilma Pineda afirma que la situación de Keyli refleja una realidad “normalizada” a la que se enfrentan la mayoría de las mujeres caribeñas que en su mayoría son abandonadas por sus parejas desde el embarazo. La diferencia, dice, es que no todas las madres son grabadas.

Keyli fue encontrada sentada, desnuda y con una cuerda en su cuello, su agresor Elián Alfonso Jiménez Mayorga se encargó de aparentar que la víctima había provocado su propia muerte /FOTO Tomada de Redes Sociales

El linchamiento digital fue agresivo para Keyli a raíz del video. Aún después de muerta, entre centenares de comentarios se leía con facilidad:

“A esta no se le puede llamar madre. Ni una perra lo hace con sus crías”. “Lo que hizo esa mujer desalmada también debería ser considerado como un crimen de odio”. “Hay que condenarla a cadena perpetua y castrarla para que no vuelva a parir”. “Si yo la tuviera de frente la desbarato”. “A nadie le interesa la salud de ella ni sus traumas, yo propongo que la encierren hasta que se pudra”. “Con esa madre ya los niños estaban en la orfandad desde antes que la mataran”.

La Policía de Bilwi presentó a Elián Alfonso Jiménez Mayorga como el presunto responsable del femicidio de Keyli en Bilwi, Puerto Cabezas /FOTO Tomada de Internet

 “Ser mala madre es fácil”

De acuerdo con una especialista en temas de género consultada por la Revista DOMINGO, Keyli fue condenada al momento de la difusión del video y después de ser cruelmente asesinada porque la sociedad valora de acuerdo a los mitos que rodean a la mujer, por el hecho de ser mujer.

“Una mujer debe ser buena madre y cuando se habla de buena madre hay un sinnúmero de cosas que están comprendidas en los roles que deben cumplir las mujeres para no ser catalogadas como malas madres, porque es muy fácil ser mala madre en la sociedad”.

Keyli dejó en orfandad a dos menores de edad, un niño de cuatro años y una menor de seis /FOTO Tomada de Internet

La experta explica con un ejemplo básico es cuando una niña sale embarazada, los señalamientos van dirigido a la madre y la madre internamente asume la culpa que la sociedad le impone.

“Keyli fue víctima de femicidio y no es necesario explicar tanto dolor que rodea a un femicidio, sin embargo, la sociedad le sacó la factura porque ella no fue buena madre y golpeó a la niña y esas imágenes se quedaron grabadas en la cabeza porque fueron imágenes perturbadoras, pero esos niños tenían padres y nadie los criticó por su abandono o los condenó”.

La Prensa Domingo Bilwi Femicidios en Nicaragua archivo

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