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CONTENIDO EXCLUSIVO.En diciembre de 2020 el Banco Mundial (BM) le aprobó a Nicaragua un préstamo de 20 millones de dólares “para apoyar la respuesta de Nicaragua a la pandemia de la covid-19”. La entrega se condicionó a que el proyecto lo ejecutara la Oficina de Servicios para Proyectos de las Naciones Unidas (Unops), para muchos, esta exigencia dejó al descubierto la falta de confianza del organismo en el régimen Ortega Murillo. También se dijo que se garantizaría un manejo transparente de los recursos.
Sin embargo, el secretismo y la discrecionalidad que caracterizan el manejo de los fondos públicos desde el 2007, cuando Daniel Ortega retornó al poder, están también presentes en la ejecución de este proyecto. Una de las pocas cosas que se sabe es que el componente referido a la divulgación de información solo eligió a los canales de televisión y emisoras de radio propiedad de los hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Durante los 15 años de gestión de Ortega los recursos destinados a la publicidad estatal han alimentado exclusivamente a las empresas de su descendencia y allegados. Sin embargo, llama la atención que se haga también cuando el ejecutor es un organismo externo que puso reglas claras para su manejo. A la consulta de LA PRENSA sobre por qué la cartera de divulgación se repartió únicamente en medios oficialistas propiedad de la familia Ortega Murillo, la respuesta del Banco Mundial es que esa parte del proyecto la cubre el Ministerio de Salud (Minsa) con fondos propios que maneja bajo su discreción. Pero en la información oficial previa sobre el proyecto debería salir del mismo bolsón.
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Banco Mundial toma distancia de acciones del Minsa
“El proyecto aprobado en diciembre de 2020 para apoyar la respuesta a la emergencia covid-19 en Nicaragua, que usted menciona en su consulta, no tiene asignados fondos del préstamo para difusión. En el caso de que se divulgue de información, los costos serían financiados con fondos propios del Minsa bajo su discreción”, dijo a LA PRENSA un portavoz del Banco Mundial en Nicaragua.
El Plan de Participación de Partes Interesadas (PPPI), publicado en el sitio web del Minsa y actualizado en marzo de 2022, contempla la divulgación de información. Las empresas consideradas son: canales de televisión 2, 4, 6, 8 y 13, y las emisoras Nueva Radio Ya, La Primerísima, Radio Nicaragua y Radio Sandino. El presupuesto asignado para estas actividades es de 55 mil dólares.
A la consulta de LA PRENSA el Banco Mundial también respondió que el documento mencionado se actualiza constantemente. Y pese a que la justificación fue que por ser fondos propios el Minsa los maneja a discreción, tras la consulta, la información de las empresas seleccionadas para divulgación se retiró del documento.
Además, se incluyó en el documento que el Minsa es el responsable de los procesos de consulta y divulgación de la información del proyecto y que el rol de la Unops se limita a supervisar.
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Contrato del préstamo incluye el PPPI
El documento original de préstamo divulgado en el sitio web del Banco Mundial contempla el Plan de Participación de Partes Interesadas (PPPI). Este está publicado en el sitio web del Minsa y ahí es donde se incluyó a los medios elegidos para la divulgación de la información. El Banco Mundial informó que las actividades previstas en este plan están enmarcadas en las medidas contempladas por el Gobierno en respuesta al virus.
“Con la finalidad de brindar continuidad a los esfuerzos de divulgación de información oportuna para la toma de decisiones a nivel nacional y de la ciudadanía, en el marco del alcance del presente proyecto, se prevé desarrollar en el componente procesos de divulgación, información y participación ciudadana de las partes interesadas“, dice el documento, que además establece un presupuesto para ejecutar el PPPI.
Incluso, las cifras que contempla coinciden con las divulgadas en el PPPI compartido en el sitio web del Minsa, por lo que una vez más queda al descubierto que el secretismo que caracteriza la forma de operar del régimen únicamente contribuye a crear confusión y generar suspicacias.
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