La izquierda ganó bastante terreno, por primera vez en la historia de Colombia, durante las pasadas elecciones para el Congreso en marzo de 2022. El Pacto Histórico, que apadrina al candidato izquierdista Gustavo Petro, logró 19 senadores y 27 representantes a la Cámara, lo que significa un enorme salto para este partido que solo alcanzó ocho senadores y tres representantes en 2018.
El Congreso colombiano, que hasta este momento ha estado dominado por la derecha, fue perdiendo credibilidad, explica un análisis del diario español El País, y ahora será clave para la gobernabilidad del próximo presidente que se elige este domingo 19 de junio en segunda vuelta que aún tiene agitada a la opinión pública. El legislativo jugará un papel crucial bien sea como aliado o contrapeso del mandatario.
En esta segunda vuelta electoral, el contendiente de Petro, quien tiene tres elecciones buscando el poder, es el derechista Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, un candidato independiente. No logró obtener senadores, tan solo dos representantes a la Cámara en las elecciones de marzo pasado.
“Rodolfo Hernández no tiene un partido, no tiene ni siquiera un congresista en el Parlamento (Congreso) Colombiano y es por eso que, como típico outsider, alejado por completo de los paneles de la política, accede al poder”, le dijo el analista político Vicente Torrijos a CNN recientemente.
Sin embargo, cuenta con el apoyo de diferentes fuerzas políticas que ya no están en la carrera por la presidencia de Colombia.
Tanto Petro como Hernández, dejaron fuera de la carrera a los partidos de la centro-derecha tradicional que han dominado la política colombiana.
Los partidos Conservador, Cambio Radical, Centro Democrático, Partido de la U y Mira, son algunas de las agrupaciones políticas que pondrían sus senadores a disposición de Hernández, en caso de que este último lograra ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Por su parte, de ganar, Petro contaría con el apoyo de su partido Pacto Histórico, más los cinco senadores a que tiene derecho el Partido de los Comunes, que agrupa a los excombatientes de la extinta guerrilla de las FARC. Igualmente, contaría con el respaldo de los partidos minoritarios.
Quien gane de los dos tendrá que tramitar en el Congreso varias de las normas con las que harán realidad las propuestas que han realizado a lo largo de la campaña, explica el periódico El Tiempo, y ambos deberán ser armoniosos con los senadores y representantes de las demás fuerzas políticas.
Todo podría definirse el próximo 7 de septiembre, cuando, según el Estatuto de la Oposición, los senadores y representantes deberán fijar su posición frente al gobierno que se elija este domingo 19 de junio. Las tres posibilidades son declararse de gobierno, independientes o de oposición.
Todavía falta conocer con exactitud que decidirán, pero, por el momento, según cálculos del periódico El Colombiano, Petro tendría el apoyo de 32 senadores y 43 representantes, mientras que Hernández recibiría el respaldo de 55 senadores y 80 representantes.
Lea también: Petro y Hernández tras la Presidencia de Colombia. ¿Qué representa para Nicaragua?
Sin embargo, a ninguno de los dos les alcanza para tomar decisiones sin tener que negociar con los demás.
Falta por conocer a quién apoyarán 21 senadores y 65 representantes a la Cámara.
Según el diario El Tiempo, para varios observadores en este momento es incierta la orientación que tendrían la mayoría de las bancadas en caso de que gane el ingeniero Rodolfo Hernández, tomando en cuenta que su candidatura no ha tenido ninguna relación con los partidos que están representados en el Congreso ni tiene origen en ellos. El tono de esta relación solamente se sabrá si el exalcalde es elegido mandatario.
Es claro que las bancadas del Pacto Histórico en el Senado y la Cámara se declararían de gobierno en caso de que gane Petro, pero esta plataforma sola no podría aprobar las iniciativas oficiales y requerirá del apoyo de otras colectividades.
En ese escenario parece seguro que bancadas como la del Centro Democrático y del Partido Conservador se quedarían en la orilla de la oposición. Sin embargo, estas certezas llegarán solamente cuando se conozca el nombre del siguiente presidente.
Todo esto tomando en cuenta que, dependiendo del próximo presidente, haber una especie de realineación de fuerzas políticas en el Congreso colombiano.