Lo que ignorás de tu récord crediticio 

He observado una confusión frecuente en torno al récord crediticio y es la creencia de que puede “limpiarse”, por lo que quiero dilucidar varios aspectos sobre este tema. 

Lo primero, aclaremos que el récord crediticio es nuestro historial de comportamiento de préstamos recibidos (en dinero o productos). Se incluyen los préstamos vigentes, los ya cancelados, los que no fueron honrados, los que llegaron a la vía judicial civil y hasta si apareció en el listado de morosos que publican los bancos en los periódicos; es decir que se observa el comportamiento positivo y negativo. Adicionalmente, ahí se pueden ver las últimas consultas realizadas de su historial. 

Esa información se refleja en el resumen histórico de 24 meses (2 años) de las centrales de riesgo, pero eso no significa que después desaparezca. Debido a la Norma Sobre las Centrales de Riesgo Privadas, estas entidades están obligadas a conservar la información que les sea proporcionada por los usuarios, “durante un plazo de cinco años”, a partir de la fecha en que se cancele el crédito o desde que prescriba el cobro (si no se pagó), no desde la fecha en que se otorgó el crédito. 

Es decir, si adquiriste un crédito en 2015 y lo terminaste de pagar en 2020, esos 5 años se empiezan a contar desde 2020, por lo tanto cualquiera que revise las centrales de riesgo podrá ver cómo fue tu comportamiento de pago hasta 2025. 

Entonces, ¿qué significa “limpiar” el récord? He notado que hay dos percepciones diferentes sobre este tema: 

1- Que desaparezca la información desfavorable. Ejemplo: me atrasé en un crédito, llegué a cobro judicial y al final pagué, pero sigue apareciendo que estuve en mora. 

2- Que la información desactualizada se actualice. Ejemplo: pagué en tiempo y forma mi crédito, pero solicité otro y aún aparezco con la deuda activa, aunque esta ya no existe, lo que reduce mi capacidad de endeudamiento y, por ende, puede provocar que rechacen la solicitud. 

Debo informarte que el caso número 1 no va a pasar. Por normativa, como expliqué anteriormente, la información debe permanecer en las centrales de riesgo durante determinado tiempo, por tanto, aunque hayás pagado, siempre podrá saberse la forma en que lo hizo (bien o mal). 

Esto aplica también a fiadores, pues el comportamiento de un crédito favorece o perjudica tanto al titular de la deuda como a su fiador. Podés obtener más info al respecto aquí

Respecto al caso 2, es necesario verificar que la información siempre sea la correcta, por ello exigí siempre factura o recibo de cancelación y conservalo, para que sea tu soporte en caso de que en algún momento detectés que algún crédito del pasado no fue actualizado como cancelado. 

Recordá que, si tenés negocio y éste recibe crédito de empresas distribuidoras, eso también se reflejará en tu récord. 

También, en caso de que hayás tenido mal comportamiento crediticio en el pasado, no significa que tu récord no pueda rescatarse. Si, por ejemplo, tuviste que reestructurar un crédito, ajustando el plazo, cuota y hasta la tasa (lo que afecta tu calificación como cliente), si bajo las nuevas condiciones de pago te mantenés al día durante seis meses consecutivos, recuperás la categoría A. 

Asimismo, en tu récord crediticio, si volvés a adquirir otro crédito (aunque sea muy pequeño) y lo pagás en tiempo y forma, eso ayudará a tu historial. 

Tu récord crediticio se moldea según tu comportamiento, por ello, si querés que este sea impecable, tenés que honrar tus compromisos según el contrato que firmaste. 

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