14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Debe estar Ricardo Mayorga en el Salón de la Fama?

A pesar de destruir con sus actuaciones todo lo que construía con sus puños, siendo el antihéroe logró poner de moda ser el “chico malo” en el país y consiguió paralizar a toda la nación en cada combate, una fiebre medida solamente con Alexis Argüello, el ídolo más grande de nuestro pugilismo

“Decile a tu mujer que te dé huevos en la mañana para que te parés a pelear conmigo y no te tirés como cuando enfrentaste a Hopkins. Sos un playo”, es una de las tantas frases que Ricardo Mayorga utilizaba como insulto para sus oponentes durante su carrera de boxeo, en este caso se la dijo a Oscar De La Hoya. Eso era Mayorga, un pugilista salido de la calle, con limitada educación. Tocó la fama y tuvo mucho dinero, pero jamás la calle pudo salir de él. Ese fue la raíz de todos sus males, se dinamitaba así mismo en cada polémica, mala decisión y controversia. A pesar de destruir con sus actuaciones todo lo que construía con sus puños, siendo el antihéroe logró poner de moda ser el “chico malo” en el país y consiguió paralizar a toda la nación en cada combate, una fiebre medida solamente con Alexis Argüello, el ídolo más grande de nuestro pugilismo.

A Mayorga lo confirmaron para entrar al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense y se lo merece. Más allá de caminar toda la vida por el lado oscuro, el Matador sembró en una generación la valentía: morir por intentarlo, le dio confianza a muchos niños y jóvenes desposeídos que podían ser alguien. Y aunque parezca toda su vida un mal ejemplo, no lo es. Al Matador la vida no le dio limones, le dio dos mazos por puños y por su crecimiento en la calle engendró un vocabulario para ser el agresor, encontró un promotor que supo explotar esas facetas y el coraje de Mayorga explotó en el ring. Se convirtió dos veces en campeón mundial y derrotó en dos ocasiones al mejor libra por libra del mundo (Vernon Forrest).

Poco a poco los tiempos fueron cambiando y sus insultos gastando porque ya no iban acompañados de resultados en el cuadrilátero, perdiendo la mayoría de peleas importantes entre ellas la de Oscar De La Hoya y Félix “Tito” Trinidad. Su entorno no le sumaba sino le restaba, le alababan sus “shows”, aplaudían su vida frenética, acortando drásticamente su longevidad en el pugilismo de alto nivel. Considero que Mayorga fue un largo chispazo, vivió toda su carrera de sus dos triunfos iniciales (Lewis y Forrest) y, en 2007, cuando ya nadie creía en él, extendió su agonía en el pugilismo derrotando a Fernando Vargas.

Te puede interesar: Duro golpe para Nicaragua: Serie del Caribe sumará a Curazao y Cuba para 2023 y abofetea al beisbol pinolero

Cubrí su última pelea en Guatemala en 2019 a sus 47 años y a pesar que había pasado su mejor época, entendí que nunca aprendió con los golpes de la vida. Creía ser aún una estrella, hacía peticiones insólitas y derrochaba el dinero de la bolsa como si tuviera el futuro asegurado. Más tarde, fue consumido por el alcohol y las drogas, había regresado a las calles. Después de pasar unos meses en rehabilitación parece estar de regreso, listo para recibir la exaltación al Salón de la Fama.

Deportes Ricardo Mayorga archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí