Se conoce que el Gobierno de Estados Unidos (EE. UU.) no invitará al régimen de Nicaragua a la IX Cumbre de las Américas, que se realizará del 6 al 10 de junio próximo en la ciudad de Los Ángeles.
Según las reglas de la Cumbre, al gobierno del país anfitrión le corresponde hacer las invitaciones a los demás gobernantes y tiene la potestad de no invitar a alguno o algunos de ellos, si considera que no llenan los requisitos necesarios.
Tal es en esta ocasión el caso de los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela, los cuales, según el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los EE. UU., Brian Nichols, por decisión del presidente Joe Biden no serán invitados.
“En un momento clave en nuestro hemisferio, un momento en que estamos enfrentando muchos retos para la democracia”, declaró Nichols, los regímenes de Cuba, Nicaragua y Venezuela “no respetan la Carta Democrática Interamericana” y por lo tanto no están calificados para participar en la IX Cumbre de las Américas.
En realidad, como se dice en la página oficial de la Secretaría de la Cumbre de las Américas que es ejercida por la Organización de Estados Americanos (OEA), el evento es “para debatir sobre aspectos políticos compartidos, afirmar valores comunes y comprometerse a acciones concertadas… con el fin de hacer frente a desafíos presentes y futuros que enfrentan los países de las Américas”.
Los valores comunes a los que se refiere son la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos, el Estado de derecho y la rendición de cuentas, entre otros, que no son compartidos por los regímenes de Cuba,
Nicaragua y Venezuela, los cuales no reconocen la validez de esos derechos fundamentales, ni los respetan. En consecuencia los gobernantes de esos países nada tienen que hacer en la Cumbre de las Américas.
Pero esta no es una reunión solo de jefes de Estado o de Gobierno. Es también un foro de participación de los actores sociales de los países de las Américas. Es decir: “representantes del sector académico, trabajadores, jóvenes, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, comunidades interculturales e interétnicas y sector privado”.
En el caso de Nicaragua, se conoce que en la IX Cumbre de las Américas participa oficialmente organizaciones de la sociedad . A pesar de que el régimen ha liquidado y sigue exterminando masivamente a las organizaciones de la sociedad civil, la comunidad democrática interamericana y en este caso la Cumbre de las Américas las sigue reconociendo como representantes genuinas del pueblo nicaragüense.
En la Cumbre de las Américas no solo los gobiernos y los jefes de Estado representan a los pueblos. También los representan los actores sociales, para los cuales la Secretaría de la Cumbre a cargo de la OEA ha creado “espacios de participación y transmisión de sus contribuciones en las distintas etapas del Proceso de Cumbres”.
De manera que aunque ilegalizadas y perseguidas, las ONG siguen representando a la Nicaragua social ante la comunidad democrática internacional.