La noche del pasado 5 de abril, cuando Gregorio José Gutiérrez Camas, de 52 años, arrolló con su automóvil la motocicleta en la que se transportaba como pasajera Anielka María Sandoval Aragón, de 24 años, conducía ebrio.
Así lo establece la prueba de toxicología hecha por la Policía a Gregorio Gutiérrez en el lugar de la tragedia, que arrojó que el hombre acusado de homicidio imprudente manejaba con 1.58 gramos de alcohol por cada litro de sangre. La Ley de Tránsito estipula que de 0.5 a 1 un gramo de alcohol se considera embriaguez ligera, mientras que de un gramo hasta 2 gramos de alcohol por litro de sangre ya es estado de embriaguez. Arriba de dos gramos se considera embriaguez extrema.
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Gregorio Gutiérrez, quien deberá esperar juicio en prisión preventiva, también enfrenta cargos por lesiones imprudentes graves en perjuicio de José David Álvarez Dinarte, de 24 años, quien conducía la motocicleta donde viajaba Anielka Sandoval.
Dos infracciones
En el informe de Tránsito —parte fundamental de la acusación presentada por el Ministerio Público— se asegura que Gregorio Gutiérrez incurrió en dos infracciones de tránsito al momento de causar la desgracia vial.
La primera es conducir en estado de embriaguez y la segunda desatender la señal de la luz roja de los semáforos ubicados de la rotonda Rubén Darío (conocida como la rotonda de Metrocentro) dos cuadras al sur, en la carretera Managua-Masaya.
De acuerdo con el croquis del accidente, el acusado conducía su carro Hyundai, color rojo vino, placas M 261837, en dirección de este a oeste y le interceptó el paso a las víctimas que se transportaban en la motocicleta color rojo, matrícula M213419, en dirección de sur a norte, con la luz verde del semáforo a su favor.
Decisión judicial
Al finalizar la audiencia inicial, el juez Séptimo Distrito Penal de Audiencia de Managua, Abelardo Alvir Ramos, ratificó la prisión preventiva para Gregorio Gutiérrez quien enfrenta cargo por dos delitos que le formula la Fiscalía.
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Igualmente el juez de audiencia estableció que sea su colega sentenciador quien establezca la fecha del juicio donde se decidirá la culpabilidad o no culpabilidad del hombre de 52 años.
Para la noche del pasado 5 de abril, Anielka Sandoval regresaba a su casa en el barrio Nora Astorga, Distrito Tres de Managua y había cumplido su segundo día de trabajo en la nueva sucursal del restaurante donde laboraba. La joven tenía un mes de estar trabajando en ese restaurante, pero apenas dos días de haber sido trasladada a la sucursal ubicada en Los Robles.