Cuando Aldo Vallejos Mejía, de 43 años, abordó un autobús en Managua, la madrugada del pasado Lunes Santo, lo hizo con el propósito de volver a estar junto a su madre, Juana Isabel Mejía Largaespada, quien vive en Texas, Estados Unidos, desde hace 24 años.
“Mi hermano no tenía necesidad (económica), para viajar a los Estados Unidos, pero lo que quería era estar allá, con mi mamá”, dijo su hermana, Johana Mejía.
Aldo es el tercer migrante nicaragüense muerto como resultado del accidente de tránsito que ocurrió hace dos días, en Veracruz, México. El vehículo, en el que iban cuatro compatriotas, cuatro hondureños y tres guatemaltecos, transitaba en una moderna autopista que conduce a la ciudad de Córdoba cuando se volcó y cayó desde un puente, de unos 15 metros de altura.
Los otros nicaragüenses fallecidos fueron Giselle Nohemí Martínez Alfaro, de 26 años, originaria del municipio de San Isidro, y Eddy de Jesús Barrera Gámez, quienes murieron en el lugar del suceso. Aldo fue trasladado a un hospital, donde se rindió a la muerte.
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La última llamada
Para Johana Mejía, la mejor manera de recordar a su hermano Aldo Vallejos Mejía será predicando a jóvenes en la iglesia Shaddai. “Porque la semilla que él sembró quedó dando frutos”, expresó.
Mejía, quien irradia paz y resignación cristiana en su rostro, dijo que la última vez que se comunicó con Aldo fue la noche anterior a la tragedia, el martes 19 de abril.
“Él (Aldo Vallejos), durante el viaje, siempre estuvo en comunicación conmigo y cada vez que hablábamos me decía: he visto en cada momento la mano de Dios, la gloria de Dios. Todo va bien”, recordó Johana Mejía.
Reveló que su hermano tenía un negocio de venta de pijamas en Nicaragua, que en la mayoría de los casos comercializaba a través de las redes sociales.
Amigo avisó de fatalidad
Así como la noticia de que su hermano Aldo Vallejos Mejía viajaría a Estados Unidos tomó por sorpresa a Johana Mejía y su familia, “porque él lo hizo todo calladito”, también la tomó por sorpresa el aviso de que él había sufrido un accidente vial en tierras mexicanas.
“El miércoles por la noche, un vecino del barrio Monseñor Lezcano, donde vivimos por un tiempo, me escribió por WhatsApp preguntándome si mi hermano había viajado a Estados Unidos, pero yo se lo negué porque era algo que solo la familia sabía”, reveló Johana Mejía.
Cuando el amigo de juventud le mandó las imágenes y las noticias publicadas por diarios mexicanos, en las que salía el nombre de su hermano, Johana Mejía buscó cómo comunicarse, con la ayuda de sus hijos, con el Hospital General de Córdoba (México), donde le confirmaron la tragedia.
Intubado desde el inicio
En declaraciones a LA PRENSA, Johana Mejía dijo que desde el primer momento los médicos le hicieron saber que el estado clínico de su hermano Aldo era “muy delicado”.
“Desde el inicio nos dijeron que el tenía un trauma del tórax y trauma abdominal que le afectó el hígado y siempre estuvo intubado. Ayer (jueves), al mediodía, nos dijeron que él había fallecido”, contó.
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Aldo Vallejos pretendía radicarse por segunda vez en Estados Unidos, país donde estuvo viviendo por un tiempo, pero regresó a Nicaragua hace seis años, de manera sorpresiva, relató la mayor de los tres hermanos Mejía.
Según Mejía, el consulado de Nicaragua en México los está apoyando para repatriar los restos mortales de Aldo Vallejos. A Vallejos le sobreviven sus padres, dos hermanos y no deja hijos.