No hay nada más duro que ver sufrir a un hijo. Ningún padre o madre está preparado para eso, pero se sacan fuerzas de donde no hay para hacer todo lo que esté al alcance para aliviar su sufrimiento y asegurar su calidad de vida. Así le ha tocado a María Aguilar Tenorio desde que su niña, de tan solo dos años, sufrió un terrible accidente donde perdió una de sus piernas y sus órganos genitales.
Luego del terrible accidente y de meses angustiantes ante el severo estado de la niña Lupita, su condición de salud empieza a complicarse aún más, al desarrollar graves infecciones urinarias. La situación era desesperante.
Fue así que la niña llegó al Hospital Vivian Pellas, a mitad de enero. Con una bolsa de colostomía, infección de vías urinarias por gérmenes resistentes mixtos, un cuadro diarreico activo de tres días de evolución, hipo activa, deshidratada, mal estado general y con un expediente incompleto.
Equipo multidisciplinario y especializado
Ahí se integró un equipo médico especializado, liderado por el doctor Andrés Ayala, único urólogo pedíatra que existe en Nicaragua. También se unió la doctora María Somarriba, infectóloga; el doctor Fabián Cruz, cirujano colorectal; la doctora María Fernanda Marenco, especialista en Laparoscopia pediátrica y el doctor Wilfredo Zelaya, cirujano pediatra, encargado de los intestinos, en este caso.
Es un caso muy complejo en el que había necesidad de dilucidar y conocer a profundidad el estado de los genitales internos como el útero, ovarios, trompa de falopio, entre otros aspectos; asimismo, completar los estudios pertinentes para poder actuar con claridad, lo cual se ha logrado con el apoyo de equipos médicos de última generación que brindan datos objetivos para la parte urinaria, indicó el doctor Ayala.
Explicó que este equipo multidisciplinario con especialistas en distintas ramas ha permitido brindar una excelente atención y es una de las fortalezas del Hospital Vivian Pellas, en donde el paciente se ve en conjunto con todas las especialidades involucradas.
Madre agradecida
“Cuando llegamos al hospital Vivian Pellas pasamos con la infectóloga, la doctora Somarriba, ella nos mandó a hacer una serie de exámenes para la niña y logró ver que estaba grave, nos dijo que con unos días más en casa la hubiéramos perdido”, rememora la madre.
Este grupo especializado destacó la importancia de enseñarle a la familia cuáles son los cuidados pertinentes para evitar continuas infecciones y que la niña pueda llevar una vida tranquila, fuera de los hospitales. De igual manera, le brindaron herramientas para mantener un buen estado nutricional para tener funcionando de manera correcta su sistema inmunólogo, aumentar sus defensas y la barrera física de la piel de la colostomía.
Aguilar cuenta que la niña ya tenía aproximadamente seis meses batallando con infecciones en la vías urinarias. “Como madre es un sufrimiento muy grande, ver a un hijo así”, expresó la mamá, quien también comento que “Gracias a Dios, en el hospital Vivian Pellas le pusieron amor, empeño y mucho trabajo para curarla de esas infecciones”.
Aguilar agradece a los médicos que le brindaron una atención oportuna, completa y especializada a su niña para mejorar su calidad de vida. El resultado de este y otros casos complejos en el Hospital Vivian Pellas está estrechamente ligado a la entrega y compromiso con la vida que tienen todos sus colaboradores y que le ha llevado a recibir importantes reconocimientos, como el más reciente, cuando en la edición enero 2022 la revista Summa lo reconoció como uno de los mejores Centros en atención y servicio al cliente de la región.