Un hombre identificado como Maycol Moreno, de 42 años, le disparó a su hijo de 17 años, del mismo nombre, causándole la muerte cuando el adolescente trataba de defender a su mamá de las agresiones de su papá. El hombre también baleó a Yahoska Álvarez, su pareja y madre de la víctima, y posteriormente se suicidó.
El adolescente recibió cuatro impactos de bala en la espalda cuando se metió en el medio al ver que su papá le había disparado a su mamá en el abdomen. Al ver a su hijo muerto cerca del lavamanos de la casa donde funciona una miscélanea y un bar, Moreno se disparó en la cabeza, confirmaron vecinos que acudieron al lugar, ubicado en la comarca Sabana Grande, jurisdicción de Managua.
“Eran como las 10:35 de la noche cuando escuchamos seis detonaciones”, afirmó a LA PRENSA una vecina del negocio donde sucedió la tragedia. Detalló que Álvarez, al ver a su hijo ensangrentado en el piso, salió a la calle pidiendo ayuda.
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“Mi hijo, mi hijo, ayuda por favor”, gritaba angustiada la mujer mientras llevaba su mano en el estómago donde recibió los disparos, relató otra vecina que acudió al lugar de la desgracia y quien también pidió no ser identificada.
En la casa también estaba la hija menor del matrimonio, una niña de siete años quien fue sacada de la escena del crimen por la mesera del bar.
Amigos de la familia, que la mañana del jueves acudieron al lugar donde sucedió la tragedia, revelaron que la tragedia era predecible. “Yo le había dicho a él (Moreno) que vendiera esa pistola maldita”, dijo un amigo de la familia frente al negocio que permanece cerrado.
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Una persona que llegó al negocio horas antes de la desgracia familiar, reveló que Maycol Moreno estaba tomando licor. LA PRENSA trató de abordar a dos parientes de las víctimas cuando salían del negocio, pero se negaron a hablar del hecho.
Los cadáveres de padre e hijo permanecían en la morgue del Instituto de Medicina Legal, mientras Yahoska Álvarez permanece ingresada en el hospital Alemán Nicaragüense, pero fuera de peligro.