En Nicaragua circulan las cuatro variantes de preocupación del SARS-CoV-2 —que causa el Covid-19— alfa, gamma, delta y beta, reportó este miércoles la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La confirmación se da seis meses después desde que el Ministerio de Salud (Minsa) recibió del organismo materiales para detectar estas cepas.
«Hemos recibido la información solicitada al Ministerio de Salud de Nicaragua y que destaca la identificación en el país de las cuatro variantes de preocupación, Nicaragua está respondiendo a nuestras preguntas”, declaró Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para covid-19 de la OPS.
Aunque el organismo aseguró que las autoridades nicaragüenses respondieron a su solicitud, no aclaró que Nicaragua era el único país de Centroamérica que hasta ahora no reportaba la detección de variantes. En semanas anteriores la OPS manifestaba que el Minsa “continuaba con el procedimiento”, sin embargo, países como Honduras detectó las variantes de preocupación en menos de dos meses de haber recibido los reactivos para la realización de tamizajes.
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“Yo quisiera poner esto en un contexto de América Central, es una situación totalmente coherente con la circulación de estas variantes en los demás países (de la región)”, finalizó Aldighieri, sin especificar desde cuándo el Minsa logró identificar las variantes en el país.
A inicios de mayo de este año, la OPS confirmó a LA PRENSA que había enviado materiales (como reactivos) al país para realizar el tamizaje molecular. La donación fue dirigida al Centro Nacional de Diagnóstico y Referencia, en el Complejo Nacional de Salud Concepción Palacios —conocido como Conchita Palacios—, en Managua.
Minsa reportó variantes luego de ola de contagio
La noticia de la circulación de variantes en Nicaragua se da precisamente luego de que el país sufrió en septiembre una nueva ola de contagio y muertes por covid-19 que superó las cifras de víctimas registradas en mayo de 2020, cuando la población vivió el primer pico de la pandemia. Actualmente el Minsa lleva siete semanas consecutivas de disminución en los contagios por este virus.
Aunque desde meses anteriores, los médicos independientes y privados indicaron que en el país ya circulaban las variantes —por las nuevas características clínicas de los pacientes—, el Minsa guardó silencio ante la OPS y población nicaragüense, quien enfrentó a ciegas la nueva ola.
En julio, luego de conocer que el Minsa ya tenía los materiales para el tamizaje molecular, el Comité Científico Multidisciplinario (CCM) señaló que el proceso para la identificación de variantes no debería demorar y atribuyó el retraso a la “intención de mantener minimizada la pandemia”.