A medida que avanza el día son más los gobiernos de países en el mundo que se unen a la voz de rechazo al resultado electoral de Nicaragua, tras las elecciones generales celebradas este 7 de noviembre. El Gobierno de Noruega expresó que dichos comicios son “motivo de preocupación” y aseguró que “no pueden considerarse justas ni democráticas”.
Desde la cuenta oficial de Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno de Noruega refirió que “no se pueden tolerar las violaciones de los derechos humanos y la represión de la sociedad civil. Tras los arrestos de políticos de la oposición, las elecciones no pueden considerarse justas ni democráticas”.
Lo anterior en alusión de que las elecciones generales en el país se vieron marcadas por el arresto de 39 opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales considerados capaces de derrotar en las urnas al caudillo sandinista Daniel Ortega, quien consumó su cuarta reelección en compañía de su esposa y vicepresidenta designada, Rosario Murillo, que de acuerdo con el informe preliminar del Consejo Supremo Electoral (CSE), le asignan la Presidencia y Vicepresidencia, respectivamente, con un 74.99 por ciento de votos.
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“Diálogo inclusivo”
El Gobierno de Noruega considera que “es necesario un diálogo inclusivo para recuperar el futuro democrático”.
Además de Noruega, Costa Rica, Estados Unidos, Chile, Panamá, Uruguay, Suiza, Reino Unido, Perú y demás países que conforman la UE, como España y Alemania, han declarado ilegítimo el resultado electoral en Nicaragua. La mayoría coinciden en demandar la libertad de todos los presos políticos.
Por otro lado, los países que hasta ahora han expresado sus «felicitaciones» al régimen de Nicaragua han sido: Venezuela, Cuba y Bolivia, dirigido por los pocos aliados de Ortega: Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Luis Arce Catacora.