Tras la satisfacción o tranquilidad de haber recibido la primera dosis de la vacuna anticovid AstraZeneca y liberar el cansancio o estrés de las maratónicas jornadas para conseguirla, cientos de ciudadanos han expresado en redes sociales a médicos y en reportes a LA PRENSA que experimentan síntomas o reacciones a esta vacuna.
La fiebre, el dolor de cabeza y dolor muscular son los tres principales y más comunes malestares que experimenta la población, seguido del decaimiento, la sensación de estar agotados e incluso algunos experimentan fuertes escalofríos. Organizaciones internacionales de salud, centros de investigación y médicos han explicado que se trata de reacciones normales del cuerpo ante la inoculación y que la población no debería alarmarse, aunque sí puede tratar algunos de estos malestares para hacer más leve el proceso.
Al respecto la doctora Magda Alonso explicó que por naturaleza todas las vacunas pueden causar síntomas tras su aplicación y eso es «relativamente normal», ya que el biológico contiene «fragmentos del virus inactivo, incapaz de causar daño, para que el organismo capte los antígenos, produzca defensa contra ellos y así pueda combatirlos».
«Esto hace que se produzcan síntomas leves-moderados de la enfermedad por un periodo corto o simplemente no provocarlos. Si los síntomas llegan a durar más de 72 horas o causan mucha molestia al paciente, debe acudir a su unidad de salud más cercana y reportarlo», explicó Alonso a través de Twitter, donde normalmente comparte información acerca de la vacunación anticovid.
¿Puedo tomar algo para contrarrestarlos?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan: “Consulte a su médico si debería tomar algún medicamento de venta sin receta médica como ibuprofeno, acetaminofén, aspirina o antihistamínicos, para los dolores o molestias que pueda sentir después de vacunarse. Puede tomar estos medicamentos para aliviar los efectos secundarios posteriores a la vacunación si no tiene otros problemas de salud que le impidan tomar estos medicamentos habitualmente”.
Si usted no presenta síntomas o malestares, no se recomienda tomar estos medicamentos antes de vacunarse para “prevenir” posibles efectos secundarios. Puede que no tenga síntomas, que presente reacciones tras la primera dosis o tras la segunda, o en ambas, cada sistema responde de manera distinta en la producción de anticuerpos, explican.
La doctora Magda Alonso expone que se debe dar un tratamiento solo si los síntomas «son muy molestos». La especialista aconsejó que ante la presencia de fiebre o dolor tome paracetamol o ibuprofeno, ambos analgésicos y antipiréticos (para bajar y regular la temperatura corporal). En adultos puede tomar de 500 a 1,000 mg según la intensidad de dolor o la fiebre, cada 12 u ocho horas si lo requiere, pero no deberían propasarse de los tres días.
Si persiste el dolor en su brazo póngase compresas frías en el lugar de aplicación del biológico. Si presenta alergia tome antialérgicos y antigripales comunes si hay resfrío. «Se recomienda reposo por 72 horas (3 días)», explicó.
«Si la primera dosis de esta vacuna para covid-19 da severas reacciones adversas, debe comunicarle a su médico», concluyó la especialista.
Reacciones comunes a la vacuna
La vacuna AstraZeneca fue desarrollada por un equipo de la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica británico-sueca AstraZeneca. De acuerdo con un estudio de la revista médica británica The Lancet, la vacuna tiene una eficacia del 76 por ciento después de una primera dosis para casos sintomáticos durante los primeros 90 días, sin casos graves ni hospitalizaciones.
La Organización Mundial de la Salud indica que la vacuna de AstraZeneca «tiene una eficacia del 63.09 por ciento contra la infección sintomática por SARS-CoV-2» después de la segunda dosis.
El médico epidemiólogo Leonel Argüello ha explicado en reiteradas ocasiones a LA PRENSA que entre los síntomas más comunes que ha conocido a través de sus pacientes son: dolor de cabeza, fiebre, malestar que da una impresión que la persona se va a enfermar, dolor en el cuerpo, decaimiento, diarrea en casos aislados, entre otros menos comunes. En algunos casos incluso las personas suelen no presentar ningún síntoma.
Por su parte, la doctora Alonso enumera otras reacciones que podrían presentar los ciudadanos vacunados: somnolencia, dolor en el sitio de aplicación de la vacuna, mareos, resfrío o activación de alergias. «Si se presenta otro síntoma o si los mismos persisten por más de cinco días refiera a su médico inmediatamente», alertó.
Médicos recalcan que a pesar de estos malestares que pueden presentarse un par de horas o incluso un día después de haber sido inyectado con el suero, las vacunas son seguras, necesarias e importantes en el contexto de pandemia; para Nicaragua la inmunización a este nutrido grupo de la población llega además en medio de un rebrote de casos y muertes asociadas al virus que supera incluso el pico más alto de 2020.
El llamado médico es a seguir aplicando las medidas de protección y vacunarse, y seguir los protocolos anticovid para poder controlar la propagación del virus, disminuir hospitalizaciones y reducir el riesgo de muertes. Además, a mayor cobertura de la inmunización se lograría reducir los contagios y con ello la posibilidad de que el virus se propague, replique y cree nuevas variantes en la población que puedan ser más peligrosas o difíciles de controlar.
Malestares reportados, ¿por qué se observan más en este segmento joven?
“Rosa”, una capitalina de 31 años que conversó con LA PRENSA, al momento de vacunarse no presentó ninguna reacción, sin embargo, unas cuatro horas después comenzó a sentir náuseas, dolor de cabeza y dolor en el brazo donde recibió la vacuna.
“Los efectos adversos en personas jóvenes pueden ser más notorios, lo cual no implica gravedad”, explicó a BBC Mundo la doctora española Josefina López, quien trabajó desde el inicio del plan de inmunización en España. “Para protegerse, el cuerpo genera una respuesta inflamatoria. Y eso puede hacer subir la temperatura y que aparezcan dolores y malestares. Es un proceso normal que puede ocurrir con cualquier vacuna”.
El profesor Wilbur Chen, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, ha expuesto en medios internacionales que “habitualmente las personas mayores experimentan un deterioro de la respuesta inmune que es normal al envejecer”, por lo tanto su respuesta o reacciones ante una vacuna puede ser leve o imperceptible. Por el contrario, el sistema inmune mientras más joven, más activo y a la defensiva está de agentes extraños y reaccionará de forma más agresiva para generar los anticuerpos que lo protejan.
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Pero, además de los síntomas, los tiempos o reacciones según la dosis podrían variar entre personas. “La primera dosis genera una respuesta inmune media y la segunda la refuerza. Es por ello que la segunda podría generar una respuesta más robusta”, explicó a BBC Mundo el doctor Andrew Badley, de Mayo Clinic, Estados Unidos. En algunos casos se detectó que el nivel de ansiedad o nervios de los pacientes también influyó en la percepción de síntomas.
Otros ciudadanos en el rango de edad de 30 y menores de 40, reportaron a LA PRENSA haber presentado síntomas similares como fiebre, dolor de cabeza y muscular, escalofríos, pesadez o debilidad e incluso una sensación de resaca.
«Por la tarde comencé a sentirme cansada y con dolor de cabeza, después vino la fiebre y escalofríos. Me sentía fatal. Luego mi hermana me dijo que lo mismo le dio a mi cuñado y que a él le mandaron novalgina y mucho líquido, así que me empastillé. Sigue el dolorcito de cabeza y la debilidad», describió una ciudadana de 32 años que recibió su vacuna la madrugada del lunes.
Saltan las recomendaciones ante presión por acelerar el proceso
A cuatro días de iniciar la jornada de aplicación de la primera dosis de la vacuna AstraZeneca a personas de 30 años o más, y reportar malestares que esta inyección les ha provocado, el Ministerio de Salud (Minsa) no explica en una campaña informativa abierta que se trata de reacciones naturales, ni orienta de forma clara para que la población se cuide y confíe en la aplicación de estos fármacos.
En la jornada de este miércoles en el Hospital Manolo Morales —uno de los puestos habilitados por el Minsa— apenas se logró escuchar en el patio del lugar por unos minutos los gritos de una doctora que anunciaba: «Si llegan a presentar fiebre o dolor muscular beban acetaminofén».
Rosa es una de las ciudadanas que fue a vacunarse este miércoles a ese puesto de vacunación, pero asegura no haber escuchado ni recibido ninguna orientación por parte del personal de enfermería. El ajetreo de los trabajadores, más la alta demanda de la población les dificultaba brindar recomendaciones pos vacunas. La gente era inyectada en cuestión de segundos y “¡siguiente!” No hubo orientación previa, durante o después, tampoco período de vigilancia posterior a la aplicación.
En marzo de este año, cuando inició el proceso de vacunación anticovid en el país con los adultos mayores y enfermos crónicos, el Minsa se tomaba el tiempo para explicar rápidamente los efectos adversos de la vacuna a aplicar y dejaba de 15 minutos a media hora en observación a los pacientes vacunados por si presentaban algún malestar. Actualmente esta medida ha desaparecido. “Están saturados”.