¿Qué pasará por la mente de René Alvarado? ¿Será que sabe lo que debe hacer y no puede? ¿Creerá que lo está haciendo bien? ¿Por qué se quedó sin ritmo y pólvora contra un rival de dos tiempos? El nicaragüense René “el Gemelo” Alvarado falló en su intento por recuperar su cetro mundial de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) contra el venezolano Róger Gutiérrez. Perdió por decisión unánime (116-112, 116-112 y 115-113). Se quebraron los pronósticos y no fue porque el campeón no fuera favorito para ganar, sino que el Gemelo se convirtió en la misma versión de su última pelea: sin la capacidad de resolver la ecuación enfrente.
René no pudo salir de su telaraña. Gutiérrez proponía dos cosas: el paso hacia atrás para sacarse al nicaragüense cuando atacaba y el jab que detenía los intentos de embestidas de Alvarado. El Gemelo ganó sin problemas los dos primeros asaltos, pero se olfateaba un inicio repetitivo. Ambos especulando, ya habían chocado en dos peleas y todavía se tenían extremo respeto. Creí ver a un René tomando el ritmo del combate desde el principio, colocando los tiempos, saliendo sin control y hasta perdiendo la razón del hambre por reconquistar la corona. No obstante, fue todo lo contrario.
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La explicación de la derrota es sencilla: René llegó sin pólvora y regresó sin título. “Le sentí la mano en los primeros asaltos y por eso decidí no saltarme a las brasas”, dijo Alvarado, lo cual tiene sentido del porqué no tomó los riesgos suficientes. Su entrenador Sergio González fue sincero en sus declaraciones. “Yo le decía que debía soltarse y tirar más golpes, pero no reaccionaba”. Durante casi toda la pelea en primera fila estaba su hermano Félix Alvarado, Wilmer Hernández y Luis Cortez, y todos le gritaban lo mismo: “Tirá más golpes, soltá las manos, mové la cintura”. No sucedió.
La mayoría de asaltos se definieron por uno o dos golpes, eran tan pocos los que lanzaban y aún menos los que aterrizaban en la humanidad que se tenía que marcar con pinzas. Muchos de los rounds ni siquiera los merecía ninguno. Y no se trata de buscar culpables o acusar a los jueces que son la expiación de culpa de muchos, descargando su furia. Ahí solo René sabe que debió hacer más, meter el pie en el acelerador y despertar al viejo Alvarado. Fue evidente que las tres caídas de la pelea anterior pesaron en la mente del Gemelo para tener exceso de cuidado.
No es el fin para René que tiene 32 años. Continúa trabajando con Golden Boy Promotions, con la diferencia que ahora tendrá el camino más empinado para volver a ser campeón mundial, y si no lo consigue, de igual forma ya hizo historia aquel 23 de noviembre de 2019 cuando emuló al Flaco Explosivo contra Andrew Cancio.