En el primer semestre de este año se reportan 38 femicidios de nicaragüenses —ocho de ellos ocurridos en el extranjero— y de los cuales solo siete agresores han sido condenados y otros 10 están en proceso judicial, informa el observatorio independiente de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
El organismo independiente al Estado de Nicaragua también detalla que siete casos están impunes, dos agresores están prófugos, dos en investigación y otros dos se suicidaron. Las muertes de las nicaragüenses registradas en Costa Rica, España, Ecuador y México tampoco han alcanzado justicia. Solo tres casos están en proceso judicial.
“Entre los prófugos e impunes (a nivel nacional) son nueve, que es igual a nueve femicidas en impunidad porque todavía esos prófugos no han sido capturados y es aquí donde la familia de la víctima queda con esas preguntas sin respuestas, debido a que el poder judicial no les da una respuesta, (y) es fácil cerrar el caso”, reprochó Martha Flores, miembro de CDD.
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El conteo que realiza esta organización es por medio de los reportes de colaboradores y medios de comunicación, así como de las denuncias familiares y ciudadanas; por lo que las cifras no son oficiales ni muestran el universo total y real de los femicidios que ocurren en el país. Es decir que la cantidad de casos puede ser aún mayor, lo que genera más preocupación.
Retraso de la justicia
La pareja de la víctima sigue siendo el principal agresor y autor de estos crímenes de odio contra las mujeres. Las edades de las víctimas oscilan entre los 17 y 59 años, una población amplia donde predomina el perfil de joven-adulta.
Por otro lado, los femicidios frustrados mantienen altas cifras: 68 casos en el primer semestre de 2021. En el año anterior, para la misma fecha se reportaron 35.
Flores señaló que estas estadísticas plantean que la inseguridad en lugar de disminuir aumenta y con ello la violencia, lo que indica la falta de compromiso por parte del Estado para erradicar la violencia contra las mujeres por medio de la justicia.
“Lo que hay es un retraso total (de la justicia) y no hay un compromiso político para que estas familias obtengan respuestas sobre la justicia (…) Las muertes de las mujeres tienen una causa, y esa causa es la violencia que es exclusivamente por esas relaciones de desigualdades de poder”, argumentó Flores.
La feminista planteó que el país, pese a tener una ley, la Ley 779, no garantiza la protección ni seguridad a la mujer, y por el contrario, “reina la impunidad”.
Panorama desalentador
El organismo expone que la impunidad es un problema de años en el país, pero la actual crisis sociopolítica agudiza la situación de violencia contra las mujeres, debido a la agenda coyuntural de los medios, que de alguna manera relega estos casos.
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“Estamos en un país donde no hay protección ni seguridad, esa inseguridad manda a que la violencia en contra de las mujeres aumente (…) Estamos en un país donde la impunidad ha reinado, sin un compromiso político ante esta situación de violencia, aquí vamos a continuar aumentando (los casos)”, manifestó Martha Flores.
Agrega que “estamos en un contexto donde no se favorece la vida de la mujer. Estamos en un año electoral y también aumentan los asaltos, la violencia, y de toda esa situación se aprovecha el femicida para lograr su objetivo. El femicida siempre se aprovecha de los contextos, ellos no pierden la oportunidad”.
Otros datos
Flores insistió que la violencia machista nace dentro del hogar, por lo que el ámbito privado —es decir, las casas de las víctimas— es el principal escenario donde ocurren los femicidios, pero no el único.
El monitoreo realizado en lo que va del año refleja que de los 38 femicidios, 25 fueron en el ámbito privado. Estos crímenes han dejado a 49 huérfanos por la violencia machista.
Managua (6), Matagalpa (5) y la Costa Caribe (4 en cada región) son los lugares del país donde más casos de femicidio se reportan.
“Hay que denunciar la violencia para dejar referencia ante las comisarías y autoridades. Hacemos un llamado a la Comisaría que cumpla con su rol, que es esa atención especializada con las víctimas de la violencia”, concluyó Flores.
La organización CDD cuenta por femicidio todo crimen de odio y poder cometido por un hombre contra una mujer, sea en el ámbito privado o público, con o sin vínculo socioafectivo o legal, mientras que las autoridades lo tipifican de esa manera solo cuando el agresor formaba una pareja con la víctima.