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Katia Altamirano Blandón fue sepultada este domingo en Chinandega. LA PRENSA/Belkiss Medina

Repatrian restos de la nicaragüense Katia Altamirano, quien fue asesinada por su expareja en España

La chinandegana fue sepultada este domingo en su tierra natal; mientras el sospechoso del crimen salió de la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital de Zaragoza

El féretro con los restos de la nicaragüense Katia Carolina Altamirano Blandón, asesinada en Zaragoza, España, arribó en un vuelo comercial la tarde del sábado al país, informaron sus familiares.

La familia de Katia ha contado con la ayuda del Servicio Municipal de Mujer e Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza, que se ofreció a asumir los gastos de repatriación del cadáver.

Tras su llegada a suelo pinolero, los restos de Katia fueron trasladados por una funeraria a la casa de su madre en la colonia Gracsa, al sureste de la ciudad de Chinandega, donde fueron velados.

40 cuchilladas

La hermana de Katia, Zaida Altamirano, agradeció la ayuda del Ayuntamiento de Zaragoza y a la comunidad nicaragüense por el gesto de solidaridad para lograr la repatriación del cuerpo de la víctima del machismo.

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“Hay mucho dolor, mucha consternación, ella era nuestra alegría y bendición. Tenemos un gran vacío y la echamos mucho de menos”, expresó Altamirano.

Katia vivía desde el año 2017 en Zaragoza, España, país al que emigró en busca de mejor vida y garantizarle un mejor futuro a su hijo de 12 años; sin embargo, este sueño fue truncado la noche del 23 de mayo pasado, cuando su femicida y acosador Rubén Calvo Ropero, con más de 20 antecedentes penales, le arrebató la vida de 40 cuchilladas.

La nicaragüense de 35 años fue sepultada este domingo en el cementerio nuevo Portal de Luz, en la ciudad de Chinandega, donde amigos y familiares le dieron el último adiós.

Altamirano había emigrado a España en el 2017. LA PRENSA/Belkiss Medina

La familia de Katia pide a las autoridades españolas justicia por el crimen.

Ya salió de UCI

El español Rubén Calvo Ropero, de 31 años, después de presuntamente cometer el crimen, se tiró desde el quinto piso del edificio donde está su apartamento y cayó sobre una furgoneta, la cual amortiguó el impacto.

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Desde el día del crimen estaba en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, de donde salió esta semana y fue pasado a otra sala.  Se espera sea interrogado por un juez.

En el juzgado ya declararon varios vecinos y el padre del procesado. El juez instructor está a la espera de que el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) emita un informe sobre la situación mental del acusado.

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El crimen machista fue “extremadamente violento”, tal y como destacó el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón en su atestado. No solo porque fue a puñaladas, sino porque algunos cuchillos fueron hallados rotos e incluso doblados por la fuerza ejercida, reportaron medios españoles.

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