Hoy, a tres años de “La madre de todas las marchas” realizada el 30 de mayo del 2018, también se conmemora la lucha de 19 manifestantes asesinados en la brutal masacre perpetrada por el Estado de Nicaragua. Ellos, al igual que todos los nicaragüenses que asistieron a la masiva movilización, los motivó la necesidad de exigir justicia y acompañar a las madres que para ese momento habían perdido a sus hijos, producto de la represión ejercida sobre las protestas sociales.
El comité de apoyo al Movimiento Madres de Abril y la Coalición Universitaria, fueron quienes convocaron al pueblo nicaragüense. “Nicaragua se une por la justicia”, fue la consigna bajo la que se realizó esta inolvidable movilización. Tuvo réplicas en varios departamentos como León, Masaya, Chinandega, Estelí, Ocotal, entre otros; esto según el informe sobre los hechos de violencia ocurridos entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018, elaborado por el Grupo interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).
Pero así como se replicó la marcha en Managua, se replicaron las muertes productos de enfrentamientos que incrementaron las cifras de fallecidos en las protestas en contra del régimen de Ortega y Murillo.
Después de tres años las madres siguen exigiendo justicia. Guillermina Zapata, mamá de Franciso Javier Reyes Zapata, aseguró que el 30 de mayo nunca será igual y que para ella ya no hay nada que celebrar. Este es un sentimiento compartido por la mayoría de madres que ese día perdieron a alguien: “Después de su muerte se sintió un gran vacío. La abuelita, es la fecha, y siempre lo llora. Mucho le dolió la partida de su hijo y más la forma en la que murió”, expresó.
Guillermina Zapata asistía todos los jueves a pedirle a Dios tener la oportunidad de conocer a “Colocho”, el joven que trasladó a su hijo al hospital con la esperanza de salvar su vida. Casi un año después el 19 de abril, Dios le concedió el anhelo de su corazón.
Hoy, en su rutina diaria, Zapata reza el Salmo 94, una oración para pedir justicia:
Levántate, Juez de la tierra; Da su merecido a los soberbios.
¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, Hasta cuándo los impíos se regocijarán? Charlan, hablan con arrogancia; Todos los que hacen iniquidad se vanaglorian.
Aplastan a Tu pueblo, SEÑOR, Y afligen a Tu heredad.
Matan a la viuda y al extranjero, Y asesinan a los huérfanos.
Y dicen: “El SEÑOR no ve nada Ni hace caso el Dios de Jacob”.
Hagan caso, torpes del pueblo; Necios, ¿cuándo entenderán?
El que hizo el oído, ¿acaso no oye? El que dio forma al ojo, ¿acaso no ve?
¿No reprenderá el que castiga a las naciones, El que ensena conocimiento al hombre?
El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, Sabe que son sólo un soplo.
Bienaventurado el hombre a quien reprendes, SEÑOR, Y lo instruyes en Tu ley;
Para darle descanso en los días de aflicción, Hasta que se cave una fosa para el impío.
Porque el SEÑOR no abandonará a Su pueblo, Ni desamparará a Su heredad.
Porque el juicio volverá a ser justo, Y todos los rectos de corazón lo seguirán.
¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad?
Si el SEÑOR no hubiera sido mi ayuda, Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio.
Si digo: “Mi pie ha resbalado,” Tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá.
Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, Tus consuelos deleitan mi alma.
¿Puede ser aliado Tuyo un trono de destrucción, Que planea el mal por decreto?
Se unen contra la vida del justo, Y condenan a muerte al inocente.
Pero el SEÑOR ha sido mi baluarte, Y mi Dios la roca de mi refugio. El ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad, Y los destruirá en su maldad; El SEÑOR, nuestro Dios, los destruirá.
Hoy las madres de abril y las que perdieron a sus hijos ese 30 de mayo de 2018 se unen a esa oración de pedir “¡Dios vengador, Señor, Dios vengador, manifiéstate!”
Perdonan, pero no olvidan y lo han dejado claro en frases, marchas, publicaciones en redes sociales y en sus corazones que aún recuerdan a sus hijos.
19 hijos muertos el día de la madre
Derechos Humanos de LA PRENSA, desea recordar hoy a los 19 fallecidos en la Madre de todas las Marchas, aquel 30 de mayo, marcado con sangre, con el dolor de más madres que perdieron a sus hijos por estar en contra del régimen de un gobierno que en una fecha tan especial, dio la orden de disparar.
Hoy, a tres años de “La madre de todas las marchas” realizada el 30 de mayo del 2018, también se conmemora la lucha de 19 personas asesinadas en la brutal masacre perpetrada por el Estado de Nicaragua. La mayoría de ellos, al igual que todos los nicaragüenses que asistieron a la masiva movilización, los motivó la necesidad de exigir justicia y acompañar a las madres que para ese momento habían perdido a sus hijos, producto de la represión ejercida sobre las protestas sociales.
A tres años de “la madre de todas las marchas”, se contabiliza 19 muertes bajo el contexto de la represión estatal en la crisis sociopolítica. Los conflictos entre manifestantes, simpatizantes del gobiernos y agentes policiales ocurrieron en las ciudades de Managua, Estelí, Chinandega, León y Masaya donde salieron a protestar en acompañamiento de “las madres de abril” para exigir justicia, libertad y no repetición.
Lea además: Luto y dolor empañaron “La madre de todas las marchas” en imágenes.
Estos son los 19 que fallecieron el 30 de Mayo, cuando las madres debían celebrar la vida, sufrieron la muerte de sus hijos:
Orlando Córdoba
De 15 años, estudiaba sexto grado de primaria. Fue asesinado en Managua. Creció en una familia cristiana. Su alegría jovialidad y positividad hacían de la personalidad de Orlandito, inolvidable.
El amor por el fútbol y la música, específicamente la batería, caracterizaban la cotidianidad de sus tiempos libres. Las oportunidades que se presentaron en su vida fueron gracias a su talento. Una de ellas fue la poder estudiar música y posteriormente comenzar a tocar en el coro de su iglesia. Así también como la de pertenecer a la Academia departamental de Fútbol en Managua.
La decisión de acudir a la “Madre de todas las marchas”, en Managua, surgió específicamente de su necesidad de acompañar a las mamás que habían perdido a sus hijos, producto de la fuerza desmedida del Estado de Nicaragua, en una de las fechas más importantes y conmemorativas para ellas. Y así fue como, en conjunto con un grupo de amigos, se hizo presente en la multitudinaria marcha.
Se registra que a las 4:00 p.m, fue herido en el tórax por un arma de fuego. Desafortunadamente cuando Yadira Córdoba- mamá de Orlando- llegó al Hospital Vélez Paiz, él ya había fallecido.
Francisco Javier Reyes Zapata.
A sus 34 años fue asesinado en Managua. El carácter reservado de Francisco, nunca lo frenó de mostrar el afecto que le tenía a su madre, Guillermina Zapata. Este joven era uno de los pilares más importantes para su mamá, pues comerciaba ropa con ella en Rivas y Salinas todos los fines de semana, y su cotidiana cercanía era remarcable. Esta estrecha relación madre-hijo, contrastaba con la convivencia que Francisco tenía con su papá, quién era policía. Se retiró después de la muerte de su hijo.
El fútbol y el calor familiar de las tardes entre primos y sobrinos, eran elementos esenciales en la vida de Francisco, a quien cariñosamente apodaban como “el zurdo”.
Francisco recibió cuatro disparos: En la cabeza, en el pecho a la izquierda, a la derecha y en abdomen, mismos puntos que se tocan al hacer la señal de la Cruz. Murió instantáneamente. Algunos jóvenes intentaron llevarlo en una moto, pero no podían mantenerlo erguido. La masa encefálica comenzaba a brotar del agujero que causó la entrada de la bala. Posteriormente, una camioneta blanca lo llevó al Hospital Bautista, donde su mamá simplemente asistió a reconocer y retirar su cuerpo.
Escucha”Día de las madres nunca será igual” en Spreaker.
Edgard Guevara Portobanco
Cuando lo asesinaron tenía 38 años, era taxista y universitario. Fue asesinado en Managua. Era esposo, padre de tres niñas , hermano, cuñado, tío e hijo de Martha Alicia Portoblanco. Trabajaba circunstancialmente como taxista y una de sus más grandes metas era comprarse su propio taxi. Además de trabajar, Edgar estudiaba Derecho en la Universidad de las Américas y estaba cursando cuarto año de la carrera. Su sueño era poder recibirse y así comenzar a construir su futuro como profesional.
Sus días estaban llenos por su inclinación al baile y béisbol. Su alegría, su humanidad y su responsabilidad de padre lo colmaban de una fuente inagotable de amor hacia su entorno familiar. Antes de que Edgar se sintiese indignado por el actuar del gobierno frente a las movilizaciones, simpatizo por un largo periodo con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN
Edgar estaba en casa de su mamá, cuidando a sus sobrinos, mientras sus hermanos y cuñados estaban en la multitudinaria manifestación. La indignación entró en Edgar alrededor de las 5:00 p.m, antes de que la movilización culminara, pero exactamente en el momento en el que la represión se tornaba violenta.
Se dirigió en su motocicleta hacia ENEL Central, donde se reunió con un grupo de motorizados “Azul y blanco”. Los paramilitares que se encontraban en la rotonda Hugo Chávez se movilizaron hacia el lugar donde se encontraba Edgar. Es allí, donde le disparan en el brazo derecho. Acto siguiente fue llevado al Hospital Bautista, donde finalmente falleció en medio de una cirugía, debido a que la bala entró por el brazo y perforó el tórax y el corazón.
Daniel Josías Reyes Rivera
Hace tres años, con 25 años fue asesinado.Vivía en Ticuantepe, trabajaba en en un autolavado y para conseguir un poco más de dinero también trabajaba en un comedor. Cursaba el tercer año de Medicina veterinaria en la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC). Su sueño era poder tener su propia clínica. Era un amante empedernido de los animales, en casa tenía ovejas, perros y gatos.
El amor por la lectura, los mapas, su espíritu trabajador, carismático y humilde es lo que hoy en día lo hacen memorable. Daniel, se vio involucrado desde el inicio de la crisis sociopolítica, en las protestas del 2018, pues tenía un descontento incuestionable sobre la fuerza desmedida que utilizaba el gobierno de Nicaragua contra los estudiantes. Se salió de la Universidad, debido a que le era imposible seguir estudiando y a raíz de eso, comenzó a hacerse más activo en la lucha social, tomando todas las medidas de precaución.
El 30 de mayo, salió de su casa sin decirle explícitamente a su mamá que se dirigía a la multitudinaria marcha de las madres. Él iba acordonando a las madres de abril en la manifestación, pero después comenzó el ataque. Testigos afirman que momentos antes de que le dispararan, él levantó una piedra del piso para posteriormente lanzarla. Acto seguido sintió un gran dolor en el estómago, causado por un impacto de bala, que le obligó a sentarse en la cuneta y desvanecerse allí mismo.
Fue trasladado en una moto a una barricada, lugar de donde fue recogido por la Cruz Roja y trasladado inconsciente al Hospital Bautista. Horas después falleció.
Maycol Cipriano González
Era estudiante y obrero de la construcción, tenía 33 años, era el mayor de siete hijos. Su mamá Paula Hernández, su familia, amigos y Nicaragua entera, lo recuerdan por sus anécdotas, su bondad, humildad, amabilidad y sencillez. Estudiaba inglés, tenía una meta muy clara y era cumplir su sueño de construir una casa y aprender el idioma inglés para poder superarse. Estaba trabajando para lograrlo.
La familia de Maycol y él, comenzaron a involucrarse más en las protestas a partir del 29 de abril, tras la muerte de Jeisson Antonio Chavarría, quién era primo de Maycol. El 30 de mayo nadie sabía que él iba a movilizarse a la marcha convocada, pues salió muy temprano a trabajar y no dijo nada. Su familia se fue en un camión que los dejó en el edificio de Movistar, allí mismo se llevaron la sorpresa de ver a Maycol. Esa fue la última vez que lo vieron con vida, en un mar de banderas azul y blanco.
Maycol logró llegar hasta la UNI, allí lo hirieron en el abdomen con arma de fuego. Algunas personas lo ayudaron a irse en una moto, que lo trasladó aún con vida al Hospital Metropolitano, pero no logró sobrevivir.
Carlos Manuel Díaz
Obrero de 28 años. Fue asesinado en Masaya. Trabajaba en una zona franca en Nindirí, era un hombre trabajador y es recordado por el esfuerzo que hacía cada día para lograr salir adelante. En sus ratos libres disfrutaba de su vida social, jugaba billar, béisbol y fútbol con sus amigos. Era padre de dos niñas, una tenía 7 años y otra tan solo 6 meses para el momento en el que falleció.
Su mamá, Candelaria Díaz, le dedicaba mucho cariño y esfuerzos. Al iniciar la crisis sociopolítica y las manifestaciones, él se iba a escondidas de su mamá a apoyar a los jóvenes en las barricadas. El 30 de mayo, a eso de las 2:30 p.m, Carlos llamó a su mamá para demostrarle su amor y agradecimiento. También le prometió que iba a llegar a verla en la noche.
Carlos vivía con su compañera de vida en Santa Rosa y tenía que cruzarse a Monimbó. Logró avisarle a Candelaria que ya iba de camino. Las calles de Masaya eran zona caliente, pues a raíz de lo ocurrido en la marcha multitudinaria en Managua, había comenzado un enfrentamiento. En su trayecto Carlos decide quedarse en una barricada con unos jóvenes. Es allí donde le disparan en la tetilla izquierda. Lograron trasladarlo a la placita de Monimbó, donde tenían un puesto médico, pero ya había fallecido. Posteriormente lo llevaron al hospital de Masaya, donde el doctor le confirmó a Candelaria que no había podido sobrevivir al impacto de bala.
Juan Alejandro Zepeda Ortíz
Tenía 18 era estudiante de secundaria. Fue herido en Chinandega el 30 de mayo pero falleció al día siguiente. En las aspiraciones de Juan Alejandro, a quien cariñosamente sus amigos apodaban como “El Gastón”, estaba el anhelo de ser doctor. A lo largo de su vida, había participado en la banda de guerra del Instituto Politécnico España en Chinandega. Sus ratos libres los llenaba con visitas a sus amigos, novia y con tardes prolongadas de béisbol.
El 30 de mayo, Juan Alejandro, salió de su casa muy temprano. Su mamá, María Elena Zepeda, rememora que la primera vez que salió, regresó un tiempo después. La segunda vez se dirigía a la marcha de las madres convocada en Chinandega, y esta vez no logró regresar a casa. Al igual que en otros departamentos, esta marcha fue atacada con la misma brutalidad y violencia desmedida.
Juan Alejandro fue asesinado por paramilitares en conjunto con la fuerza de la Policía Nacional, cerca de la clínica privada AMOCSA, la cual fue atacada por brindar asistencia a manifestantes. En este contexto fue herido en su cabeza, por un arma de fuego a eso de las 10:30 p.m, en ese estado de vulnerabilidad fue brutalmente golpeado y arrastrado. Lograron trasladarlo en una moto al Hospital España pero falleció en la madrugada del 31 de mayo.
Ruddy Antonio Hernández Almendárez
Era triciclero, tenía 34 años, fue asesinado en Chinandega el 30 de mayo de 2018. “Alacrancito”, era el apodo que recibía Ruddy Antonio, por los pobladores de Chinandega. Desde pequeño comerciaba con su papá, a quien conocían como “Alacrán”, siendo este el origen de su apelativo. Ruddy trabajaba en un triciclo y su sueño era que trabajando arduamente por 2 años consecutivos, ya iba a poder construirle una casa a sus 3 hijos.
A raíz de la crisis sociopolítica Ruddy había puesto una bandera de Nicaragua, en su triciclo, en señal de protesta. Esta razón fue suficiente para que las autoridades dieran inicio a una persecución a muerte de este hombre trabajador. El 30 de mayo su hermana Nidia Hernández en conjunto con su sobrina salieron a la caminata en memoria de las madres, que se convocó en Chinandega, él las acompañó.
Fue a las 11:40 p.m, que se registró el ataque hacia Ruddy, él se encontraba en la barricada de San Agustín. Allí fue alcanzado por un proyectil que le provocó 13 heridas mortales, desde las costillas hasta el cuello. Lo trasladaron, en una moto ya fallecido, al hospital.
Cruz Alberto Obregón López
Estudiante de 23 años, asesinado en Estelí el 30 de mayo de 2018. Lo caracterizaba desde pequeño un espíritu soñador. La tranquilidad, humildad, pensamiento crítico, inteligencia, amabilidad y su enorme corazón. Estudiaba dos carreras: Ingeniería Renovable en UNAM- FAREM en Estelí y la otra era Ingeniería Civil en la UNI. Ambas carreras estaban a punto de ser gratamente culminadas, a Cruz solo le faltaba un semestre. En vacaciones se dedicaba a trabajar como albañil y electricista.
Creció en casa de Manuela de Carmen, su abuela materna. Al igual que se crió con una familia que seguía al FSLN. El joven estudiante era miembro del partido y durante las elecciones trabajaba como jefe de la mesa electoral. Con el paso del tiempo, precisamente con el estallido social del 2018 y la muerte de un amigo de su facultad: Orlando Francisco Pérez, Cruz y su familia dejaron de apoyar totalmente al gobierno.
El 30 de Mayo, Cruz se dirige a la marcha. Aproximadamente a las 7:45 p.m, a media cuadra de la plaza Domingo Gadea, es asesinado por un grupo de choque armado. Recibió múltiples proyectiles en el tórax. Posteriormente fue trasladado a un puesto médico de la Cruz Roja, para después trasladarlo al Hospital Adventista. Muere a alrededor de las 8:20 p.m
Jonathan Eduardo Morazán Meza:
De las fotos de la Madre de todas las Marchas destacan la de Jonathan en una motocicleta, siendo trasladado para intentar salvar su vida. Tenía 21 años era estudiante de diseño gráfico de la Universidad del Valle. Fue asesinado por el sector de la UNI. Era egresado de la carrera de Administración Turística y Hotelera. Trabajaba reparando celulares y computadoras. Era compasivo con la gente que muchas veces no cobraba y soñaba con terminar la carrera, trabajar y viajar.
Morazán Meza, empezó a protestar el 18 de abril porque estaba inconforme con la negligencia con el gobierno de turno ante el voraz incendio de la Reserva Indio Maíz y luego por el rechazo a las reformas del INSS. Toda su familia se sumó a las protestas y su madre, Josefa Meza afirma que la muerte de su hijo no será en vano.
El 30 de mayo, Jonathan Morazán participó en la Marcha de las Madres, donde fue junto a su familia. A las 4:40 de la tarde, por el sector de la UNI, Morazán recibió un balazo en la frente, según testigos perpetuado por un francotirador. Fue trasladado al hospital Vivian Pellas; falleció el 1 de junio a las 10:00 am.
Dodanim Jared Castilblanco Blandón
A sus 26 años fue asesinado en Estelí. Era estudiante de la carrera Ingeniería Agroindustrial y ya había puesto en prácticas sus conocimientos en la creación de una picadora de pasto y de unos hornos para secar semillas, ahumar queso y hacer pan. Era papá de dos hijos a los cuales soñaba con verlos crecer y formarlos para la vida. Su familia lo describió como un joven muy creativo, servicial sin esperar recompensa y no tan expresivo.
El 30 de mayo, Dodanim Castilblanco participaba en una marcha contra el gobierno donde los manifestantes fueron interceptados por grupos de civiles armados y simpatizantes del gobierno que venían de la Alcaldía.
Castilblanco, recibió un disparo de rifle calibre 22 en el pecho. Lo trasladaron herido de gravedad a la Cruz Roja y luego al Hospital Adventista, pero no fue atendido. Luego fue llevado al Hospital San Juan de Dios, pero falleció durante una cirugía.
Kevin Antonio Coffin Reyes
A sus 22 años era un deportista y empleado municipal. Asesinado en Managua. Deportista, especializado en sambo, una disciplina de arte marcial y militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En el año 2017, ganó la medalla de oro en la categoría de 90 kilogramos de los Juegos Centroamericanos realizados en la capital de Nicaragua Managua. Coffin, trabajaba para la Alcaldía de Ciudad Sandino.
A las 5:30 pm del 30 de mayo, Kevin Coffin fue ingresado sin vida el Hospital Militar Escuela “Dr. Alejandro Dávila Bolaños”, debido a un disparo en el tórax ejecutado por un arma de fuego.
La Policía Nacional expresó por medio de una nota de prensa que la víctima falleció debido a un ataque de un “grupo delincuencial” que habían realizado contra las personas que participaban en la Cantata en homenaje a las Madres Nicaragüenses, organizada por el gobierno. En el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) Nicaragua sobre la situación de los hechos de violencia ocurrida entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018, se le solicitó al Estado nicaragüense una reunión con la familia de Kevin Cuffin para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias en las que murió el deportista.
Heriberto Maudiel Pérez Diaz
Obrero de 25 años, asesinado en Managua. Militaba en la Juventud Sandinista desde que tenía aproximadamente 19 años. Era padre de un menor de dos años. El 30 de mayo a las 5:30 pm, ingresó sin vida al al Hospital Militar Escuela “Dr. Alejandro Dávila Bolaños”, producto de un disparo de proyectil de arma de fuego en el tórax.
La Policía Nacional expresó por medio de una nota de prensa que la víctima falleció debido a un ataque de un “grupo delincuencial” que habían realizado contra las personas que participaban en la Cantata en homenaje a las Madres Nicaragüenses, organizada por el gobierno. En el informe del GIEI Nicaragua sobre la situación de los hechos de violencia ocurrida entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018, se le solicitó al Estado nicaragüense una reunión con la familia de Heriberto Pérez para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias en las que murió el obrero.
Marvin José Meléndez Núñez
Empleado municipal y bombero de 49 años. Asesinado en Chinandega. Era trabajador en el área de Defensa Civil de la Alcaldía de El Viejo, Chinandega y desempeñaba sus labores en la Unidad de Gestión de Riesgos.
El 30 de mayo de 2018, hubo una réplica de la Marcha de las Madres en Chinandega, donde se produjeron incidentes entre los manifestantes y la Policía Nacional y grupos de civiles armados afines al gobierno. Marvin Meléndez, recibió un disparo de arma fuego que lesionó su abdomen y tórax. Fue trasladado al Hospital España, donde ingresó ingresó aproximadamente a las 10:00 pm y falleció a la 01:35 am del día 31 de mayo.
La Policía Nacional expresó por medio de una nota de prensa que la víctima falleció debido al ataque de un “grupo delincuencial” que habían atentado las instalaciones de la Alcaldía de Chinandega. Similar fue la versión de los medios de prensa vinculados al gobierno, quienes atribuyeron la responsabilidad de la muerte de Marvin Meléndez a grupos opositores al gobierno.
En el informe del GIEI Nicaragua sobre la situación de los hechos de violencia ocurrida entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018, se le solicitó al Estado nicaragüense una reunión con la familia de Marvin Meléndez para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias en las que murió el bombero.
Darwin Alexander
Con 18 años, era empleado de un taller. Fue asesinado en La Trinidad-Estelí. Era originario de San Juan del Río Coco y trabajaba en un taller en Estelí. El 30 de mayo hubo enfrentamientos entre las personas que resguardaban en tranque instalado sobre la carretera Panamericana Norte, en el Kilómetro 124 en el Municipio La Trinidad; y la Policía Nacional e integrantes de la caravana de simpatizantes del gobierno que pretendía desalojar a los manifestantes para cruzar hacia Managua para asistir al acto oficialista celebrado en esa ciudad.
Como indicó el informe del GIEI Nicaragua, presentado país fue el 22 de dic 2018. Es probable que las personas que estaban en el tranque y/o pobladores hubiesen utilizado armas de fuego durante esos incidentes. Darwin Alexander, pasaba ocasionalmente al regresar de su trabajo donde fu alcanzado por un disparo de arma de fuego en la cabeza. Ingresó al hospital San Juan de Dios y falleció el 1 de junio a las 7:00 pm.
En el informe del GIEI Nicaragua sobre la situación de los hechos de violencia ocurrida entre el 18 de abril y el 30 de mayo de 2018, se le solicitó al Estado nicaragüense una reunión con la familia de Darwin Alexander para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias de la muerte.
Dariel Stiven
Asesinado en La Trinidad- Estelí a sus 20 años. Era un joven militante sandinista originario de Jalapa, Nueva Segovia. Su abuela fue vicealcaldesa del FSLN. El 30 de mayo hubo enfrentamientos entre las personas que resguardaban en tranque instalado sobre la carretera Panamericana Norte, en el Kilómetro 124 en el Municipio La Trinidad; y la Policía Nacional e integrantes de la caravana de simpatizantes del gobierno que pretendía desalojar a los manifestantes para cruzar hacia Managua para asistir al acto oficialista celebrado en esa ciudad.
Dairel Stiven, era integrante de la caravana recibió un impactó en la cabeza de un proyectil de arma de fuego en su cabeza. Fue atendido primeramente en el Hospital de Estelí y luego fue trasladado al Hospital Lenin Fonseca. Falleció en la capital en 31 de julio.
Según el informe presentado por GIEI, existen elementos para sospechar que el disparo que recibió la victima provenía de las personas que resguardaban el tranque de La Trinidad. En reiteradas ocasiones, el GIEI solicitó más información al Estado nicaragüense sobre los hechos y una reunión con la familia de Dariel Stiven para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias de su muerte.
Jairo Antonio Osorio Raudales
Agricultor asesinado a sus 39 años en La Trinidad- Estelí. Era originario de Teotecacinte, Jalapa. Trabajaba como agricultor y estaba casado y era padre de familia. El 30 de mayo hubo enfrentamientos entre las personas que resguardaban en tranque instalado sobre la carretera Panamericana Norte, en el Kilómetro 124 en el Municipio La Trinidad; y la Policía Nacional e integrantes de la caravana de simpatizantes del gobierno que pretendía desalojar a los manifestantes para cruzar hacia Managua para asistir al acto oficialista celebrado en esa ciudad.
Jairo Osorio, era integrante de la caravana recibió un impactó en el tórax de un proyectil de arma de fuego. Fue trasladado al Hospital San Juan de Dios, en Estelí, pero ingresó ya fallecido.
Según el informe presentado por GIEI, existen elementos para sospechar que el disparo que recibió la victima provenía de las personas que resguardaban el tranque de La Trinidad. En reiteradas ocasiones, el GIEI solicitó más información al Estado nicaragüense sobre los hechos y una reunión con la familia de Jairo Osorio para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias de la muerte.
Mauricio López
Comerciante de 42 años asesinado en Estelí. Trabajaba como vendedor para poder sustentar económicamente a su familia. En horas de la mañana del 30 de mayo de 201 ocurrió el enfrentamiento en el tranque de La Trinidad, según los datos recopilados por el GIEI la caravana no logró pasar a Managua y parte del grupo de simpatizantes del gobierno se dirigió a la ciudad de Estelí, donde se unieron a grupos de paramilitares que habían sido convocados por el alcalde de la ciudad para atacar la Marcha de las madres iniciada a las 4:00pm.
Mauricio López, recibió un disparo de un arma de fuego. Fue atentado en el Hospital San Juan de Dios, donde fue sometido a una intervención quirúrgica. Murió en el quirófano a las 10:30 pm de ese mismo día. En las declaraciones que los familiares realizados a diferentes medios de prensa, se indicó que López no participaba de las protestas y que los disparos eran realizados por manifestantes. La Policía Nacional emitió una nota de prensa en la que indicaban que las víctimas murieron cuando “sujetos encapuchados” atacaron la DGI, la Alcaldía y diferentes comercios.
Según el informe del GIEI, existen elementos para creer que fue de la DGI de donde salieron los grupos de civiles armados para desestabilizar a los manifestantes. En reiteradas ocasiones, el GIEI solicitó más información al Estado nicaragüense sobre los hechos y una reunión con la familia de Mauricio López para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias de la muerte.
José Manuel Quintero
Tenía 28 años fue asesinado en Estelí. Fue trasladado fallecido al Hospital San Juan de Dios de Estelí. No hay mucha información sobre su muerte. De acuerdo con los registros del GIEI, hubo dos enfrentamientos armados y violentos entre manifestantes, y Policía Nacional y simpatizantes del gobierno. En el tranque de La Trinidad por la mañana y en la ciudad de la Estelí por la mañana.
Según la Comisión de la Verdad, Justicia y Reparación, determinó la muerte de Quintero en el tranque de la Trinidad, sin mayor claridad. En reiteradas ocasiones, el GIEI solicitó más información al Estado nicaragüense sobre los hechos y una reunión con la familia de Mauricio López para verificar los hechos antes expuestos. Nunca se obtuvo respuesta y no se pudo determinar las circunstancias de la muerte.