Cuando se anunciaron las primeras precandidaturas para las elecciones de 2021, el nombre de George Henríquez no estaba entre los esperados. El activista caribeño se convirtió en uno de los aspirantes más jóvenes a participar en esos comicios, si es que se llegan a realizar.
Comenzó a involucrarse desde muy joven en puestos de liderazgo en su comunidad y su escuela. Pero, aunque lleva los últimos años formando parte del partido Yapti Tasba Masraka Nahih Aslatakanka (Yatama), sigue a la sombra del exdiputado Brooklyn Rivera, al que llama “líder máximo”.
Desde antes de que se comenzara a hablar de elecciones en Nicaragua era común escuchar a los líderes de la oposición evadir las preguntas incómodas. Pero George Henríquez no evitó responder a todas las interrogantes que en esta entrevista se le hicieron y donde dio su opinión sobre temas relevantes y otro polémicos como su postura sobre el aborto.
Antes de comenzar la entrevista deja claro que su activismo no comenzó en abril de 2018 y hace énfasis en su formación y sus años de lucha por los derechos de los costeños.
¿Cuál sería su proyecto de nación, si usted fuera un candidato a la Presidencia de la República?
Desde la Coalición Nacional estamos elaborando un plan de nación y el que llevaría en mi campaña política es este plan.
Usted tendrá sus propuestas.
Que las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos, el tema de la exoneración de impuestos a pequeños y medianos negocios, el subsidio a la tarifa energética a pequeños y medianos negocios. El tema del Ejército, que no lo necesitamos y tenemos que disminuir el gasto del Ejército paulatinamente y redistribuir ese presupuesto a temas de educación.
El tema del aborto es bastante controvertido dentro de Nicaragua.
El racismo causa controversia, la exoneración de impuestos causa controversia, no podemos evitar estos temas y tenemos que hablarlos. No podemos dar discursos vacíos con doble sentido. La gente tiene que saber cuál es la posición de los candidatos sobre estos temas antes de votar por ellos, para que luego no nos salgan con sorpresas. Estos temas deben estar en el debate nacional y no les va a gustar a mucha gente. Hay que darles el derecho a las mujeres de decidir sobre su cuerpo, hay que proteger la vida y no podemos ser jueces y partes. Cada uno va a ser juzgado por lo que cada uno considera un pecado.
Casi siempre que se pregunta sobre las protestas de abril se habla sobre los señores golpeados en León, ¿de qué se habla en el Caribe?
Nosotros comenzamos las protestas en marzo de 2018 en Bluefields. Pero nuestra protesta era en apoyo a los transportistas de buses locales. Nos sumamos como sociedad civil y nadie habla de esto, pero hicimos un tranque en un puente que une a Nueva Guinea con Bluefields y da a la carretera que va a Managua. Fue casi día y medio de tranque. Ya en abril estallaron las otras protestas.
Cuando anunció su precandidatura, el abogado Manuel Urbina Lara hizo una publicación en tono de mofa sobre usted.
Cuando hizo referencia y dijo que yo era primo de Bob Marley, más bien ese fue un cumplido. Pero el problema fue cuando dijo que lo mío era una barbaridad. A ninguno de estos actores yo le voy a dar el poder o tienen el poder de que cualquier comentario que ellos hagan sobre mi identidad étnica pueda afectarme.
¿Son frecuentes este tipo de comentarios?
Claro, con mi postulación se visibilizó claramente el racismo y el clasismo de mucha de la clase política y económica del país. Se pudo visibilizar y no lo pudieron esconder.
En la última encuesta de CID Gallup, usted no figura entre los tres primeros candidatos con más popularidad.
Una encuesta de alguna manera mide el pulso de la población en un tiempo determinado. Pero este pulso me parece que es muy temprano para dar una tendencia, porque primero no hay casilla de la oposición. Lo segundo es que no hay fórmula presidencial definida y la encuesta se hizo a mil doscientas personas, lo que ni siquiera da a 100 personas por departamento ni región autónoma y se hizo en su mayoría en la zona urbana de Managua y el Pacífico. Ese porcentaje es muy poco y yo lo siento mucho, pero no voy a desistir de mi postulación.
Ya no queda tiempo, ¿usted cree que puede puntear en una nueva encuesta?
Claro, en definitiva. Siempre que la encuesta sea accesible en las redes sociales, si es accesible a los diferentes territorios y zonas del país que no son urbanas, creo que puedo puntear mejor que eso.
Yatama hasta hace unos años era aliado declarado del Frente Sandinista.
Esa pregunta siempre la hacen y creo que está basada en un análisis muy pobre y una falta de conocimiento de la trayectoria de Yatama. La alianza de Yatama con el Frente Sandinista se hizo porque la Alianza Nicaragua Triunfa había acordado entre 11 y 13 puntos para cumplir con la Costa Caribe y pueblos indígenas. Por eso se hizo la alianza, luego del segundo período del Frente en el poder Brooklyn Rivera se acerca al dictador y le dice que no está cumpliendo con los acuerdos que firmaron y el dictador, que sentía que ya había colonizado, va y desafora a Brooklyn Rivera y eso fue antes de 2018. Rivera vuelve a Bilwi y es de nuevo elegido como el líder máximo del partido.
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Esto quiere decir que, si Ortega hubiera cumplido estos acuerdos, ¿Yatama seguiría siendo aliado del Frente Sandinista?
Es claro que cuando uno tiene un acuerdo de convivencia y estos se cumplen uno sigue con una relación. Pero nosotros desde Yatama ya habíamos visto la tendencia autoritaria y dictatorial del régimen, por eso se rompió. Nosotros estamos hablando de 2014, pero tu pregunta viene en referencia a 2018 y no era posible seguir en alianza con el régimen si ya la habíamos roto.
¿Sigue rota esa alianza?
Ustedes desde el Pacífico tampoco hacen el análisis. En el 2017 quemaron la casa del partido en Bilwi, quemaron la radio Yapti Tasba con Brooklyn Rivera dentro y tuvimos que sacarlo. Además, botaron el indio de Bilwi, que es una de las estatuas más simbólicas de la lucha indígena. Otros simpatizantes de Yatama tuvieron que correr durante días porque fueron perseguidos por paramilitares del régimen.
¿Actualmente Brooklyn Rivera tiene algún tipo de relación con el Frente Sandinista?
Nosotros no tenemos ningún tipo de relación con el Frente Sandinista. Eso está demostrado, pero no le dan seguimiento a nuestro trabajo ni a las regiones autónomas. Yatama todavía tiene credibilidad política y como movimiento social en las regiones autónomas y también a nivel nacional. Es por esa razón que los Movimientos Sociales que llamaron a la Coalición Nacional identificaron a Yatama como actor político clave.
¿Cuánto poder sigue teniendo Rivera dentro del partido?
Nosotros tratamos de que el poder no se concentre en una sola persona. Hay una asamblea y una junta directiva que decide. Brooklyn Rivera es el líder máximo de la representación de Yatama, pero nosotros tratamos de que no recaiga en una sola persona, pero sí, Brooklyn Rivera tiene mucho poder en la toma de decisión.
¿Y porqué no se ha alternado ese poder de decisión?
Mirá, la dirección y las iniciativas dentro de los partidos funcionan diferentes a las de la sociedad civil y creo que Yatama está apostando por el relevo generacional. Porque las personas que están como representantes de Yatama en la Coalición Nacional son jóvenes indígenas. Yatama está apostando por el relevo, pero esto no sucede de la noche a la mañana. Yo no podía aparecer con 23 años diciendo que quiero ser el líder máximo. Eso no funciona así y los liderazgos se ganan y no funciona al dedazo. En marzo de este año vamos a elegir al nuevo directorio nacional de Yatama y espero ser parte.
Usted, por ejemplo, podría ser el líder de Yatama si Brooklyn Rivera diera un paso al lado.
Es que Yatama tiene varios liderazgos, pero lo que pasa es que la prensa nacional solamente se enfoca en Brooklyn Rivera, porque ha sido la imagen y el referente de la lucha de la Contra. Pero hay muchos liderazgos y él ya ha manifestado que hay que ceder estos espacios con el acompañamiento de toda la dirigencia.
¿No mira difícil lograr liderazgo a nivel nacional, cuando no ha podido lograrlo en su partido?
Cuando eso pase, yo no voy a ir a título personal a representar a la oposición. Si yo gano las primarias, tendría el apoyo de toda la Coalición Nacional. Así que no sería yo solo dentro de este barco.
Con una oposición dividida, ¿a qué aspira?
No se puede esconder lo que se ve a simple vista. Hay una división y hay dos facciones de la oposición. Una que aglutina a la Coalición Nacional y otra que yo llamo la facción del empresariado, que es la facción de la Alianza Cívica. Yo sinceramente aspiro a que podamos crear un bloque sólido en contra de Ortega entre estas dos tendencias opositoras.
¿Alguno de los empresarios explicaron por qué salieron de la Coalición Nacional?
Ellos se salieron porque la gente con dinero no está acostumbrada a negociar y a debatir con la gente de la calle y con la gente de a pie. Cuando los empresarios ven y escuchan algunas de las posiciones de la sociedad civil, sienten que ellos están a otro nivel y no tienen que sentarse a debatir y negociar poder porque son los ricos. Y de alguna manera ellos querían que la oposición girara alrededor de la Alianza Cívica. Querían ser la cabeza y que cuando ellos dijeran que teníamos que brincar todos brincáramos. Nosotros como Coalición Nacional dijimos que no. Que cuando vayamos a brincar vamos a discutir qué tan alto lo vamos a hacer y por qué, y luego lo hacemos. Siento que eso no le gustó a la Alianza.
¿Y por qué CxL nunca quiso ingresar a la Coalición Nacional?
Por el mismo planteamiento de la Alianza Cívica. Es que ven a todo el mundo como “los otros” que tienen que seguirlos a ellos como los seleccionados. Nosotros vemos a cada sector como un actor complementario e importante para derrotar al régimen. CxL siente que no necesita complementos y no han ganado nada. Siento que este partido se sobrevalora y no han ganado nada.
Hay sectores del mismo CxL que atacan a la Coalición, llamándoles de izquierda radical.
Con un régimen que te está disparando y encarcelando, no hay espacio para falsas oposiciones y estar del lado gris. Posiblemente eso no les guste, que no somos falsos opositores y vamos de lleno a esto. El tema no es que nos acusen de radicales, el tema es que estamos ante un régimen totalitarista.
¿Entonces la Alianza Ciudadana son falsos opositores?
Siento que ellos representan un sector importante con algún tipo de influencia a nivel nacional y nivel económico. Pero ellos solos no pueden ser oposición en el país sin tomar en cuenta a todas las organizaciones que están antes y después de abril. No los considero como falsa oposición, pero sí los considero como que de alguna manera se quieren acomodar y tienen que demostrar lo contrario.
¿Alguna vez le cuestionaron a la Alianza esta postura?
El discurso nuestro siempre fue claro y directo y lo podíamos discutir, pero cuando no les parecía algo, ellos no aparecían. El problema es que no tienen control, ni dominio sobre gente como yo, que no les debe.
¿Y cree que puedan superar estas posturas de ambos?
Espero que sí. Desde la Coalición mantenemos la invitación para hablar y llegar a un bloque sólido y consolidado de oposición. El país demanda esto y si hay que ceder en algunas cosas, hay que ceder por el país.
¿Qué ha cedido Yatama?
Nosotros hemos cedido mucho desde el momento en que nuestras demandas (de la Costa Caribe) no han sido visibilizadas en las demandas nacionales. Estamos claros que la Coalición Nacional no va a resolver estas demandas. Pero vemos a la Coalición como un ente que puede resolverlo luego de llegar al poder en un corto y mediano plazo. No podemos poner de lado nuestras demandas y la agenda política de la Costa Caribe, eso va a ir de la mano al salir de la dictadura. Nos urge salir de la dictadura.
De no lograrse esa unidad, ¿irán divididos a unas elecciones?
Esa decisión aún tiene que tomarse por parte de la Coalición Nacional. No se ha decidido cómo participar en elecciones.
¿Yatama nos puede sorprender participando en unas elecciones sin reformas electorales y la oposición dividida?
Yatama no puede participar para asumir el poder a nivel nacional y si solamente optamos a la diputación regional, el régimen nuevamente se va a robar la presidencia. Así que es por eso la urgencia de estos liderazgos y partidos políticos del Pacífico. El conflicto de la oposición está en la dirigencia del Pacífico, y no desde Yatama.
Supongo que usted le ha dicho esto a la Coalición y le ha señalado sus errores.
Definitivamente, en los espacios que hemos tenido yo se los he planteado. Otra estrategia que podría obligar al empresariado a formar parte de un bloque sólido, es si hacemos presión económica a través de paros nacionales de manos caídas y boicot económico. Yo siento que la única manera que el empresariado va a sentarse es si los ponemos contra la pared y le hacemos boicot económico.
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Los empresarios sentirán esto como una agresión.
Mirá, se ha tratado de conversar, se ha tratado de poner interlocutores, pero hay gente en el país que funciona como el régimen y si no se sienten acorralados no se sientan a negociar. Se han utilizado consultores independientes, embajadores, personalidades y liderazgos. Se ha hecho toda la parte académica y política tradicional y todavía no se ha logrado. Es momento de probar con otro mecanismo a ver si funciona, y luego tomar una decisión para decir que ya se probó de todo y no quieren la unidad opositora en un solo bloque.
Sabe que este tipo de declaraciones luego las utilizan para llamarlos radicales.
Pero cómo definir el radicalismo, si el radicalismo no es malo. Jesús era una persona radical. El radicalismo que nosotros presentamos es un radicalismo no violento y que no busca sangre. Es un radicalismo que tiene diferentes maneras de presión cuando lo tradicional no funciona.
