“Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Albert Einstein
Como en Nicaragua lo normal y lógico no funciona, pues cambiemos la fórmula haciendo las cosas al revés y quizás, entonces, podríamos obtener un resultado diferente. Me explico:
Pronto tendremos la gran oportunidad de ir a elecciones y los esfuerzos de la oposición en este año electoral han estado enfocados en la “unidad primero y luego el candidato”. Esa ha sido la fórmula. Normal y lógica, ¿verdad?
Sin embargo, en estos días hemos visto en las redes sociales una mezcla de urgencia y necesidad de un liderazgo con rostro, nombre y apellido y de una plataforma basada en valores y principios, carente de intereses personales.
La realidad que palpamos es muy clara, ya que los tiempos que estamos viviendo nos exigen acciones más que oratoria. Por lo que nuestro deseo de “unirnos primero” parece que sucederá después de haber escogido al candidato idóneo. Y el proceso de escogerlo, espontáneamente ha empezado. Y el pueblo ha comenzado a opinar, expresándose a favor de unos u otros, con una renovada ilusión. Como si algunas de las estrellas del firmamento se hubiesen encendido más que otras… como si el paso adelante de un decidido y valiente ciudadano contagiara a otro… como si las fichas de dominó hubiesen sido impulsadas por la brisa en un reciente amanecer… como si el corcho de una botella de champán hasta hace unos días hubiese estado atascado y de pronto “PUM”… como si una fuerza superior estuviese a cargo de hacernos saber que “sí hay candidatos”…
¿Que no es el momento de expresar el compromiso de enfrentar a los OrMur en las próximas elecciones? ¿Que se van a “quemar” por hacerlo tan temprano? ¿Que son ambiciosos? ¿Que quién los ha escogido? Todo eso y más escucharemos; desde la tribuna de los dictadores, hasta los celos disparados desde falsos perfiles, pasando por los análisis de recientes “politólogos”. Mas la realidad es que se necesita una gran dosis de coraje y otra mayor de patriotismo, para dar ese primer paso y darle alma y rostro a la batalla electoral. Una vez más, nuestra idiosincrasia nos sorprende y espero que esta vez sea para bien.
Así que, como suele suceder en mi país, no hay fórmula lógica que funcione si nos la quieren imponer. El pueblo responde, si es parte integrante de ella… porque esta patria es de todos y todos deseamos retomar el camino hacia la libertad.
Espontánea y esperanzadora es la nueva fórmula que vemos asomarse: un líder escogido por el pueblo que sea capaz de aunar a todos los nicaragüenses que anhelamos una patria buena y digna.
Dios así lo quiera también.
La autora es escritora y poeta