A puertas abiertas y con feligreses que portaban sus mascarillas y guardaban distancia en cada banca, como medida de prevención ante la pandemia del Covid-19, el cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de la Arquidiócesis de Managua, celebró la misa de víspera de Navidad, en conmemoración al nacimiento del Niño Dios.
La celebración solemne inició a las 4:30 de la tarde en la Catedral Metropolitana en la capital. El jerarca como es costumbre, al momento de la entonación del canto del ¡Gloria!, alzó en sus manos la imagen del Niño Dios y realizó la procesión dentro del templo mientras los feligreses lo veneraban. El cardenal, junto a sus concelebrantes portaron siempre sus mascarillas.
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En su homilía, Brenes hizo énfasis en que uno de los aprendizajes que dejó el 2020 – en medio de la crisis sanitaria por el Covid-19- fue que “el mundo ha vivido un año de temores con la pandemia, pero en medio de la pandemia ha nacido el Salvador, para que todos tengamos vida y vida en abundancia, vivamos esta noche santa, contemplando el pesebre, al niño Dios y que nuestro corazón sea ese pesebre”, indicó.
Enseguida, afirmó que la celebración de esta Navidad es diferente a la que todos están acostumbrados a celebrar, en alusión a tiempos donde no habían contagios de Covid-19, e hizo hincapié sobre la buena noticia del nacimiento del Niño Dios, en un pesebre, que da pauta a la Nochebuena o Navidad.

“Hemos vivido con un sentimiento muy humano, ‘el miedo’, el miedo de ser contagiado, de perder la vida, de perder un ser querido, de perder nuestro empleo o la desestabilización de nuestra familia. Y muchos hemos vivido en carne propia esas realidades”, manifestó monseñor Brenes.
“La sociedad de consumo ha desviado la grandeza de la Navidad”
Por otro lado, el arzobispo mencionó durante la reflexión del Evangelio que en estos momentos la humanidad está viviendo “cosas efímeras promovidas por una sociedad de consumo”.
“Estamos viviendo cosas efímeras promovidas por una sociedad de consumo, que nos aleja de la grandeza de esta celebración, se programan grandes fiestas, muchos restaurantes abren y hacen ofertas, el comercio expone tantas ofertas, la sociedad de consumo ha desviado la grandeza de lo que significa la Navidad”, apuntó el religioso.

El religioso antes de concluir con su homilía, llamó a los nicaragüenses a ser humildes y sencillos en medios de los desafíos que enfrenta la sociedad.
“Mis buenos hijos, que hermoso que hoy podamos acércanos al pesebre, ese pequeño y sencillo nacimiento que quizás elaboramos en nuestras cosas (…) Hoy mis buenos hijos que hermoso que todos nosotros podamos tener esos sentimientos de humildad y sencillez, sentimientos que son elementos importantes para una fe profunda”, manifestó.

Monseñor Brenes realizó la procesión con la imagen del Niño Dios, dentro del templo. LA PRENSA / O. NAVARRETE

Feligreses portaron sus mascarillas y guardaron distancia, como medida ante el Covid-19. LA PRENSA / O. NAVARRETE

Monseñor Brenes realizó la procesión con la imagen del Niño Dios, dentro del templo. LA PRENSA / O. NAVARRETE
