Tres días después de que el huracán Eta azotó a la Región Autónoma del Costa Caribe Norte, el panorama en El Muelle, una comunidad cerca de la costa de Puerto Cabezas, es desolador. La gente se encuentra entre escombros, basura y lodo.
En medio del hambre y de la nada, las familias iniciaron el proceso de limpieza, y poco a poco están levantando sus pequeñas casas de madera. Los comunitarios aseguran que el régimen orteguista llegó un día después del paso del huracán, pero no se ha visto señas de ayuda. Hay necesidad de alimentos y agua. Algunos niños han presentado dolor de estómago y diarrea, por beber agua contaminada.
Jackeline Chau Williams, de 48 años, perdió su casa, completamente. Las olas entraron a la sala, cocina y cuartos y sacó todo lo que había a su paso.
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“Uno no come. No hay comida. Todo lo que tenía, todo lo perdí”, dice Chau Williams, quien señaló que hasta este viernes el gobierno no había llevado ayuda a esa comunidad.
Magda Reyes es otra habitante de la comunidad El Muelle. La encontramos sentada en medio de los escombros de su casa y con una baldecito de agua. Es lo poco que pudo obtener para darle de beber a su familia. Su rostro de preocupación lo acompaña con una negación y expresa que está “confundida” con la situación.
No entiende porqué el gobierno no le ha mandado ayuda siendo Bilwi la zona donde impactó Eta, convertido en un huracán categoría cuatro el pasado martes.
“Estamos confundidos, porque no se han aparecido ni con víveres ni agua. Uno tiene que rebuscársela, pero de dónde si uno no tiene dinero, de dónde si mire como hemos quedado”, reprocha Reyes.
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Cuenta que uno de sus nietos se enfermó de diarrea, vómitos y calentura, por beber agua contaminada. “No tenemos agua y este poquito tuve que ir a buscarlo allá, arriba (a otro barrio)… necesitamos ayuda pero ni plástico nos están dando”, agrega Reyes.
En un recorrido que realizó LA PRENSA este viernes se constató que el clamor por el agua y alimento es el mismo, y urgen de respuestas del régimen de Daniel Ortega.
Este viernes, un comité del Programa Mundial de la Salud se hizo presente en el lugar para constatar los daños.
“Hemos hablado con las autoridades locales y regionales, y hemos visitado un albergue donde hay gente de otras comunidades, y ahora estamos viendo el impacto en el litoral y darle nuestra solidaridad” , declaró Georgia Testolín, representante del PMA, y quien agregó que el gobierno está siendo las “evaluaciones rápidas” que estarán listas “muy pronta”.
Albergue con comida
En el albergue ubicado en el colegio Verbo, en Puerto Cabezas, la situación ha cambiado. Ahora reciben dos tiempos de comida: desayuno y almuerzo. Comen gallopinto con tortillas o arroz con carne molida y refresco. Hace dos días, muchas familias abandonaron el lugar por falta de alimentos.
La mayoría de la gente que está en ese albergue son originarios de la comunidad Wawa Bar, una de las principales zonas afectadas, afirmó una comunitaria, a quien se le omite el nombre porque teme que tomen represalias en su contra.
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“No tenemos casa ahorita, no sabemos dónde vamos a vivir. No tenemos agua en Wawa, están contaminadas. Unos hombres se fueron a limpiar su comunidad (Wawa), pero no sabemos qué está pasando ahí”, dijo entre incertidumbre la ciudadana, quien lleva toda la semana en el albergue
