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El mismo reporte del Icefi muestra que Nicaragua es el único país en la región que no adoptó medidas extraordinarias para proteger a la población el año pasado, salvo una mejora en el gasto de salud. LA PRENSA/ARCHIVO

¿Por qué los reparos fiscales acecharán a las empresas en el 2021? Temen que Gobierno arrecie voracidad

Róger Arteaga, exdirector de la Dirección General de Ingresos (DGI), descarta otra reforma fiscal como la de 2019 porque sabe que eso tendría un gran riesgo: rechazo social generalizado, como ocurrió en 2018 con la reforma unilateral del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

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El afán de asegurar el oxígeno financiero al Presupuesto General de la República en el 2021 se centra en la recaudación tributaria, cuya meta ha incrementado 6.5 por ciento en comparación con el 2020.  Esto a pesar que se espera que la economía quede al borde de su cuarto año de recesión. El Gobierno espera una recuperación de 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto en ese año, pero los organismos internacionales difieren con tasas negativas.

Pero además   no hay un horizonte claro de cómo el régimen orteguista podrá lograr sus objetivos, cuando el sector privado ha denunciado el impacto negativo en la competitividad y el crecimiento de las empresas a raíz de la reforma tributaria de 2019, y la voracidad recaudatoria que ha impuesto, principalmente, por medio de reparos fiscales.

El titular de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, aseguró que mediante la recaudación tributaria y no tributaria esperan obtener 75,101.40 millones de córdobas, 1,552.80 millones de córdobas más que la meta de 2020 (73,548.6). Este año la pandemia echó al piso las estimaciones de recuperación económica que había planteado el Gobierno, tras el estallido social de 2018, y la posterior implementación de una draconiana reforma fiscal que supuso el aumento de precios en varios productos de la canasta básica.

La llegada de la Covid-19 provocó que las recaudaciones tributarias, sin incluir las no tributarias, tuvieran un desplome de 23.86 por ciento en el segundo trimestre del año. Según el informe de ejecución presupuestaria del Ministerio de Hacienda y Crédito Público entre enero y marzo de este año se recaudaron- sin incluir los no tributarios- 21,316.6 millones de córdobas, inferior en 5,085 millones de córdobas relacionados con los 16,231.2 millones de córdobas en el segundo trimestre del 2020.

En medio de este comportamiento poco favorable para el gasto público, el régimen ha mantenido durante todo el año una ola de cobros que apunta a recaudar más dinero, a través de diversos mecanismos, que el mismo Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) ha tildado de estar fuera de la ley.

Tomando como referencia este contexto ¿es posible que el Gobierno pueda lograr el 6.5 por ciento de incremento en la recaudación en un año electoral?

Las fuentes consultadas coinciden que es muy difícil que se obtenga. Carmen Hilleprandt, presidenta de la Cámara de Comercio y Servicio de Nicaragua (CCSN), explica que no sabe de dónde van a sacar ese seis por ciento de incremento, y más bien, recuerda cómo las empresas y la población misma, debido al desempleo, han sido afectadas por la reforma. “Honestamente no sé de dónde lo van a sacar”, expresó.

La líder gremial explicó que pese a que la reforma fiscal ha golpeado la recaudación de la industria del cigarrillo y las bebidas, el Gobierno sigue sin revisar dichas medidas. “Decir vamos a tener una mayor recaudación del seis por ciento cuando ves una industria como la del cigarrillo que está dejando de entregar casi dos billones de córdobas, desde que se aplicó esa medida fiscal, y  sin embargo, no ha sido revertido”, cuestionó, Hilleprandt.

“Creo que si hubiera una apertura consideramos de que quizás podría mejorar el recaudo, podrían las empresas ser más productivas, y crecer, pero solo de esa manera, pues creo que es bien difícil, y que también las empresas puedan proyectarse, y poder también crecer y generar más empleo”, expresó.

Hasta ahora no hay un informe completo por parte del sector privado que permita cuantificar en números concretos las consecuencias que la reforma trajo para las empresas, pero el Cosep aseguró que trabajan en ello. Por su parte, las diferentes cámaras de la principal cúpula empresarial han explicado cómo las nuevas cargas impositivas han convertido a las compañías en menos competitivas,  limitado su capacidad de inversión, y por ende, el crecimiento y la generación de empleos se han visto mermados.

Lea además: Orteguismo celebra que la severa reforma tributaria les ha dejado más de US$200 millones extraídos a trabajadores y empresas

Róger Arteaga, exdirector de la Dirección General de Ingresos (DGI), descarta otra reforma fiscal como la de 2019 porque sabe que eso tendría un gran riesgo: rechazo social generalizado, como ocurrió en 2018 con la reforma unilateral del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Ante ese panorama, las opciones que le quedan al Gobierno son los reparos fiscales, que son orquestados por la DGI, y la Dirección General de Aduanas (DGA), así como las alcaldías con el cobro de impuestos municipales.

Lo que pretenden, según analiza Arteaga, es hacer arreglos con respecto a los cobros, buscan cómo “sacar algo” de ingresos, tal vez no el cien por ciento, pero cuando se dan las negociaciones, en algunos casos, se rebajan multas. Él no ve otro mecanismo para lograr el monto planteado en recaudaciones. “Yo creo que van a tener que seguir presionando a los contribuyentes con reparos para poder sacar algo de ingresos tributarios”, expresó.

Los reparos se convirtieron en el 2020 en un problema común que han afectado a varias empresas, que hacen su lucha legal de forma desigual, ya que diversos especialistas han explicado que no hay ninguna forma de protegerlas, cuando detrás hay una orden de cobro, en muchos casos millonarios. El Cosep había mencionado que unas 300 empresas esta enfrentando esa situación.

No hay condiciones

El presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), Marcos Pierson explicó que no ven las condiciones para que las estimaciones en recaudaciones sean alcanzadas. Más bien, advirtió que la reforma de 2019 ha impactado tanto a las empresas, al punto que algunas están reduciendo su tamaño, están considerando salirse del mercado, y de continuar la voracidad recaudatoria con la que se está actuando, provocaría que las empresas se encaucen hacia ello; “eso está-la reforma- ya  bajando las recaudaciones y las va a bajar aún más”, expresó.

A la situación sociopolítica del país se suma el impacto de la crisis provocada por el coronavirus, que ha reducido la actividad económica en muchas áreas, y no se espera que en el 2021 la recuperación sea tan rápida.

Lea también: Hacienda revela millonarias pérdidas en recaudación de impuestos por pandemia. Se desploma el IR e IVA en segundo trimestre

¿Qué papel juega los ingresos tributarios?

Según el informe de ejecución de enero a junio de 2020 de los ingresos totales, los ingresos tributarios continúan siendo la principal fuente de ingresos del Presupuesto, representan el 93.8 por ciento de ese primer semestre. Los tributos claves son el Impuesto sobre la Renta, el Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto Selectivo al Consumo.

Según las metas de Hacienda para el 2021 a través del IR es donde esperan obtener 1,491.20 millones de córdobas adicionales a las metas de 2020. Esto a pesar que se espera que la economía apenas logre un crecimiento de 0.5 por ciento, aunque organismos internacionales han advertido que se avecina un cuarto año consecutivo de recesión.

Es decir que este próximo año esperan llegar a 34, 170.40 millones de córdobas, en vez de los 32, 679.20 que proyectaron recaudar en el 2020.

Con la reforma de 2019 se obtuvo 7,855.4 millones de córdobas, cuyo 44.8 por ciento, equivalente a 3,710.05 millones de córdobas fue aportado por el Impuesto sobre la Renta (IR), al cambiar la alícuota del anticipo del Pago Mínimo Definitivo del 1 a entre 2 y 3 por ciento mensual, lo que golpeó a más de 400 empresas, en su mayoría grandes.

Pierson explica que el anticipo del IR de hasta el tres por ciento es uno de los peores en cuanto al peso tributario que deben pagar las empresas, porque en realidad se convierte como una tasa sobre las ganancias netas, a veces, del 70 por ciento, incluso, por arriba del 100 por ciento, dependiendo qué tan rentable son las operaciones.

“De cualquier manera todos los negocios están siendo devastados por esta tasa que aún cuando el Gobierno pueda recaudar ingresos con eso, está matando la gallina de los huevos de oro porque la industria y el comercio nicaragüense están siendo acabado con importaciones que no tienen que pagar esas tasas cuando se trata de productos fabricados internos (…)”, expresó.

Hilleprandt, presidenta de la CCSN, sostuvo que diversos sectores le han dicho que “si cambia el 3 por ciento de anticipo de impuesto definitivo de IR, nosotros empezamos a contratar a personal, pero eso nos tiene asfixiado porque nos está comiendo el capital de trabajo y nos está comiendo la liquidez, entonces yo creo que eso es lo que falta”, expresó.

Para el economista Maykell Marenco, el Gobierno ha dejado claro que “posee creatividad recaudatoria”, al referirse a otros mecanismos que el sistema estatal ha utilizado para obtener más tributos, como sucedió con el cobro de la vacuna de fiebre amarilla, que antes, era gratis.

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