Silencio. En los 23 minutos que duró su monólogo habitual a medios oficialistas, Rosario Murillo —primera dama, vicepresidenta del país y vocera del régimen de Daniel Ortega— no dijo ni una sola palabra respecto a las recientes sanciones de Estados Unidos a dos de sus funcionarios y una entidad financiera clave para el manejo de una parte de la cooperación venezolana.
Horas después que se hizo pública la sanción a la fiscal Ana Julia Guido; al secretario de Políticas de Ortega, Paul Oquist Kelly, y a la Cooperativa de Ahorro y Crédito Caja Rural (Caruna), en su alocución Murillo obvió por completo el tema, una noticia que sacude a otros de sus operadores políticos.
En su intervención de este viernes 9 de octubre en Canal 4, con su acostumbrada narrativa, al inicio habló de dignidad, orgullo y devoción en Dios. “Somos un pueblo orgulloso de nuestros héroes, de nuestros patrimonios culturales, naturales, humanos. Son magníficos nuestros tesoros humanos que somos cada uno de nosotros, los dignos hijos de (Augusto) Sandino, de Benjamín (Zeledón), de Rubén Darío. Somos un pueblo orgulloso de nuestra manera de ser y de vivir. Pueblo digno, pueblo grande, de pueblo creyente, devoto, potente”, pronunció Murillo.
Posteriormente habló del premio Nobel de la Paz que este año se le otorga al Programa Mundial de Alimentos (PMA), de la Organización de las Naciones Unidas, y de la carta de felicitaciones enviada a su director David Beasley, mencionó las actividades previstas para este fin de semana —que suman 4,200— y resaltó los 117 años de Bluefields elevada a ciudad y 126 años de Diriamba. “Todos estos municipios que celebran tradiciones, que celebran sus conmemoraciones de haber sido convertidas en ciudad, hay ferias, hay gastronomía, hay dianas, carnavales y galas artísticas y culturales”, expuso.
El tiempo también le alcanzó para hablar del Ministerio de Salud (Minsa), la donación recibida por Catar, la inauguración de infraestructura escolar en varias partes del territorio nacional y programas de aprendizaje del Instituto Nacional Tecnológico (Inatec), mencionó al Ministerio de la Familia y hasta a Correos de Nicaragua. El colapso del puente Cuisalá —en el kilómetro 121 de la carretera a Juigalpa— tras el impacto de una pipa en la estructura también fue parte de su intervención. Hasta el pronóstico de las lluvias a nivel nacional, la actividad sísmica y la inauguración de una unidad policial en Dolores, Carazo, alcanzaron en su lista de temas.
Siguió con la entrada de una casa solidaria en Sabana Grande, inauguración de proyectos varios en Managua, Chontales y Madriz; habló del Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (Mefcca), el Parque de Ferias y otras instituciones públicas.
Habló de casi todo, pero nada en referencia a las sanciones de sus funcionarios y la institución Caruna.
Lista de sancionados
Con Guido y Oquist, ahora son 24 funcionarios —incluyendo a Rosario Murillo— y nueve entidades las sancionadas por Estados Unidos en el contexto de la represión contra manifestantes nicaragüenses que demandan democracia, justicia y libertad.
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La represión orteguista inició en abril 2018 luego que de forma unilateral se aprobó una reforma al Seguro Social y se ha mantenido hasta en la actualidad, cayendo en violación de los derechos humanos y cometiendo crímenes de lesa humanidad, según informes de organismos internacionales de derechos humanos que han seguido de cerca la situación sociopolítica del país.