La cifra de femicidios reportados en septiembre refleja que la violencia contra la mujer está fuera de las manos o de la voluntad de las autoridades nicaragüenses: al menos 10 muertes violentas, de acuerdo al observatorio de la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), que urgió de medidas y políticas integrales para la prevención de la violencia y atención real de las víctimas de la “pandemia machista”.
Entre las 10 víctimas de femicidios, se encuentran las hermanitas de 10 y 12 años asesinadas a machetazos en Mulukukú, y una niña de 4 años, de Matiguás. Todas muertes con características de violencia sexual y sádica, machista. Septiembre sería uno de los meses más violentos de este año, detrás de mayo que registró 11 casos de femicidios contra niñas, adolescentes y mujeres. Hasta septiembre, CDD contabiliza 61 muertes violentas contra mujeres nicaragüenses, de las cuales cinco de ellas ocurrieron en el extranjero; y 77 femicidios frustrados.
“El odio lo están demostrando siempre, esa cultura machista patriarcal, ese poder sobre el cuerpo de las mujeres”, expresó Martha Flores, miembro de CDD, sobre el ensañamiento de los crímenes. Para la feminista, la violencia contra las mujeres y los femicidios siempre han sido a “altos niveles”.
Puede interesarle: Indicadores internacionales de paridad de género no son aplicables en Nicaragua y encubren la desigualdad
“Desde CDD-Nicaragua convocamos a todas las actores y actores que defendemos derechos humanos, a que fortalezcamos las redes de apoyo a las mujeres, adolescentes y niñas que viven distintas formas de violencias. Estamos ante un Estado que no ha brindado atención eficaz y real a la grave problemática de violencia de género, un Estado que manda a mediar a las mujeres con sus agresores, un Estado que invisibiliza los crímenes contra mujeres colocando el femicidio solo en el ámbito privado y de pareja, un Estado que cree que emitiendo decretos va a detener la violencia contra las mujeres”, señala el organismo.
Números no son la realidad
Flores destacó que si bien el observatorio de CDD tiene una red de colaboradores a nivel nacional, aún hay muchos casos que no son reportados ni publicados por la misma cultura machista que predomina en el país – principalmente en la zona rural -, que hace que la sociedad sea ajena a esta problemática.
“Ante la desprotección estatal, como sociedad también tenemos nuestra cuota de responsabilidad, podemos denunciar, acompañar y apoyar cuando vemos situaciones de violencias. La violencia contra las mujeres no es un asunto privado”, expone el reporte de CDD.
“Esto no quiere decir que esto (la cifra) es un total (de las muertes) porque hay casos que no salen en medios (…) Las zonas rurales es donde más se ven, un contacto nos cuenta las atrocidades de violencia que hay allí y no hay nadie que te informe, que te digan que en ese lugar sacan a la gente en hamacas, que la mujer murió y nadie se mete, al igual con las niñas embarazadas (….) Nosotras decimos ‘ni una más’ pero eso es lo que está ocurriendo en esas zonas hasta de peligro”, lamentó Flores.
Lea también: «Nos considera sus enemigas». Organizaciones de mujeres rechazan «discurso de odio» de Rosario Murillo
La feminista cuestionó que pese a que hay una Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres, Ley 779, esta no se aplica debidamente; así como las Comisarías de la Mujer, que no ejerce su función preventiva de violencia, lo que conlleva a la impunidad de los casos.
“De qué nos sirve una cadena perpetua si no se aplica la Ley 779, tenemos una ley buena pero lo que no hay son operadores de justicia, porque luego vemos beneficiados (a los agresores). Nosotros vamos a seguir exigiendo justicia”, declaró.
Organizaciones de defensa de los derechos de la mujer han manifestado su rechazo al actuar del régimen de Daniel Ortega, que señalan que se necesita más que una Comisaría de la Mujer o una pena máxima para erradicar la violencia y la cultura machista. Educación y compromiso de las autoridades es una de los principales requisitos para ello.