El próximo martes 28 de julio se volverá a hablar en la Coalición Nacional sobre los espacios que demandan los movimientos juveniles y de estudiantes. Será una difícil conversación debido a que los partidos y agrupaciones políticos no flexibilizan su posición, de que las asociaciones juveniles que responden a los partidos también tengan la misma cantidad de sillas con derecho a voto de los movimientos que lideraron la rebelión de abril del 2018.
Luis Fley, presidente del movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), aseguró a LA PRENSA que ellos no renuncian a que sus grupos de jóvenes partidarios también participen en la Coalición. “El problema de los jóvenes (de los movimientos emergentes) es que ellos tienen su espacio y quieren más”, señaló Fley.
El pasado 25 de junio la FDN, Alianza Cívica, Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), Movimiento Campesino con el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Partido Restauración Democrática (PRD) y el partido indígena Yatama firmaron los estatutos de la Coalición Nacional. Dejaron un lugar en el consejo para que fuese ocupado por el representante del sector juvenil, y aunque al principio los jóvenes de la Unidad Nacional expresaron interés en asumirlo mientras negociaban más lugares para el resto de sectores de la rebelión de abril, el puesto sigue vacío.
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Los movimientos estudiantiles agrupados en la UNAB y en la Alianza Cívica reclaman tres y cuatro sillas con derecho a voto en el consejo de la plataforma opositora. En ese esquema lo plantean para evitar, según han insistido, que los partidos políticos tengan doble voto en las decisiones porque las juventudes partidarias responden a los intereses de las cúpulas de sus organizaciones.
El Comité Nacional de la Coalición actualmente lo integran tres miembros por las siete organizaciones y partidos integrantes, donde uno es el que ejerce el voto. Se ha propuesto siete sillas para los movimientos de estudiantes y jóvenes, lo que supuestamente les daría el cincuenta por ciento de los votos en la toma de decisiones. Los chavalos de la UNAB y de la Alianza rechazan esa supuesta ventaja porque en la práctica ellos solo tendrían dos sillas con igual número de votos, mientras los partidos se aseguran el control con el doble voto.
“Igual alegamos nosotros que lo que ellos quieren daría a la Alianza y a la Unidad doble voto. Aceptan solo lo que a ellos beneficia. Si los jóvenes (de los movimientos emergentes) quieren mayor participación, en el caso de la FDN no renunciamos a que nuestros movimientos de jóvenes ocupen también sus espacios”, dijo Fley, miembro de la ex Resistencia Nicaragüense.
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La Coordinadora Universitaria por la Justicia y la Democracia donde se agrupa a la mayoría de movimientos estudiantiles que lideraron las protestas ciudadanas desde abril del 2018, la pasada semana dejó claro que no cederán a que los partidos políticos les condicionen los espacios para integrarse a la Coalición, ya que reclamaron que esos sitios se los ganaron enfrentándose a las fuerzas de choque del régimen en las calles.
El jurista José Pallais, representante de FDN en el consejo de la Coalición, consideró que “darles el 50 por ciento del poder de decisión a los jóvenes es algo que no existe en ninguna organización política del mundo y es absurdo que desperdicien esa oportunidad”. Pallais era miembro de la Alianza Cívica pero tras los desacuerdos previos a la firma de los estatutos de la Coalición, el jurista renunció a la Alianza pero fue acogido en la FDN.
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