Cada apertura de Jonathan Loáisiga se verá con lupa. Los Yanquis, que el año pasado fueron una sala de hospital con tantas lesiones, empiezan con el pie izquierdo. Dolores en el hombro de Aaron Judge, James Paxton operado y ahora Luis Severino con síntomas nada alentadores. Así que la noticia sobre el muchacho de Las Sierritas de Santo Domingo llamado a abrir este domingo contra Tampa Bay, en el segundo encuentro de Spring Training de los Yanquis, será clave de cara a su pelea en un puesto en la rotación. Hay dos puestos vacantes y seis contendientes.
Aaron Boone anunció a J.A. Happ como primer abridor en el Spring y su rival será Toronto, al nicaragüense como segundo abridor frente a Tampa, Gerrit Cole contra los Piratas, el cual fue su exequipo, el mexicano Luis Cessa contra Toronto y el japonés Masahiro Tanaka chocará contra los campeones, Nacionales de Washington. En esta primera etapa, el mánager da una pauta de la utilidad que piensa usar, al menos en primera instancia, al nicaragüense y al mexicano: como abridores. Ambos son amigos y rivales al mismo tiempo, apartando a Jordan Montgomery, son los candidatos más adelantados para ocupar ese espacio en la rotación que dejaría Severino.
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Loáisiga ha tenido un talón de Aquiles evidente, es propenso a las lesiones, y en las mayoría de análisis sobre el picheo de los Yanquis los periodistas estadounidenses señalan ese lado por superar del derecho pinolero: “¿Será capaz de soportar la temporada completa como abridor?”, es lo que se preguntan. Por ese mismo motivo aparece para muchos como candidato a convertirse en relevo y hasta lo comparan que podría ser el nuevo Dellin Betances. El año pasado participó en 31.2 episodios y ponchó a 37 oponentes. Su efectividad se estacionó en 4.55 con dos victorias y dos derrotas brindando 16 bases por bolas.
Cessa tuvo más relevancia el año pasado con 81 entradas lanzadas, siendo usado en 43 partidos. Ponchó a 75 rivales, su efectividad fue de 4.11 y ganó dos partidos, perdiendo uno. Sin embargo, es más experimentado. Ya suma cuatro años en la gran carpa y los Yanquis han tenido mucha paciencia en esperar que evolucione, a pesar de su lento desarrollo. No obstante, Boone ha dejado la impresión de confiar más en Loáisiga, debido a que lo tiene todo para brillar, solo le hace falta tiempo para su eclosión.