La posibilidad que durante la estación seca las familias asentadas en el Corredor Seco y otras zonas del país padezcan sed es enorme. A finales de diciembre de 2019, había un déficit de al menos 100 milímetros de agua en las principales cuencas y zonas de recarga hídrica de todo el territorio nacional, según proyecciones del Centro Humboldt, explicó Jurguen Guevara, oficial de industrias extractivas.
El especialista sostiene que el déficit está relacionado con una mayor evapotranspiración (agua que regresa a la atmósfera) y los efectos del cambio climático. Pese a que en los últimos tres meses de 2019, hubo una recuperación de los registros de lluvia, que favoreció a la recarga hídrica, la escasez se ha convertido en una situación recurrente, que también está marcada por intensas sequías como la de 2015.
En ese año al menos 42 fuentes de agua bajaron su nivel, y algunos se convirtieron en tierra cuarteada, como sucedió con la laguna de Tisma. Las siguientes temporadas lluviosas se han alejado de lo que se consideraba normal: llueve a cantaros durante unas pocas horas y después, el agua se pierde por días. Los expertos hablan de estaciones lluviosas erráticas.
A este paranoma se suman las condiciones de deforestación y degradación de las cuencas. Entre 2011 a 2018 se calcula una pérdida de más de tres millones de hectáreas de bosques, principalmente, en las zonas de amortiguamiento de las áreas protegidas, concentrándose, la pérdida de más de un millón de hectáreas en las reservas de Bosawas e Indio Maíz, según datos de Humboldt, citados por Guevara.
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Las alarmas de sed ya sonaron en varias comunidades de Somoto, Madriz, donde las familias deben conformarse con una cisterna que los abastezca una vez a la semana. Otros casos son más duros. En la comunidad Santa Isabel no cuentan con agua desde hace tres años. Los pozos de los que se abastecían, se fueron secando. Caminar largas distancias o comprar el agua son las alternativas para estas comunidades.
Este lunes, la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) aseguró que el Plan Verano 2020 ya inició, y será desarrollado en conjunto con las alcaldías del país, bajo la coordinación del Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom). Ervin Barreda, presidente ejecutivo de Enacal, dijo a medios de la propaganda orteguista que monitorean las fuentes de abastecimiento de agua, sin especificar cuáles son los niveles actuales que tienen los pozos. Aseguró que no se espera problemas de abastecimiento en Managua, León o Chinandega, pero si en las comunidades del Corredor Seco.
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Aunque Barreda habla de un plan, pareciera ser que se repiten las mismas acciones de todos los años. Disponer camiones cisternas para llevar agua a las comunidades, sin soluciones concretas para evitar la escasez. Asegura que tanto Enacal en conjunto con las alcaldías disponen de 185 cisternas distribuidas en diferentes zonas del país.
Enacal proyecta pasar del 90 por ciento a 91.5 por ciento de cobertura de agua potable en el sector urbano en el 2020. Para Sergio Gámez, miembro de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic), tomando en consideración que el problema de escasez de agua es recurrente, y que la población crece y con ello, la demanda también aumenta, los pozos deben rehabilitarse, ya que con el tiempo algunos pierden capacidad y el acuífero disminuye.
En ese sentido, Enacal aseguró que se ejecutará el Plan de Operación y Mantenimiento en sistemas de agua potable y Alcantarillado Sanitario a nivel nacional en este año.