Esta semana la crisis sociopolítica de Nicaragua vuelve a retomarse en la Organización de Estados Americanos (OEA). Está previsto que sea presentada la propuesta para crear la comisión de alto nivel y se convoque al Consejo Permanente para que apruebe y dé luz verde a esa misión, para que viaje a este país a presionar por un acuerdo entre el régimen orteguista y la opositora Alianza Cívica (AC).
Fuentes de las negociaciones explicaron a LA PRENSA que hoy 29 de julio se presentaría el borrador de mandato y procedimientos de la comisión de alto nivel a la presidencia del Consejo Permanente, la embajadora de Grenada, Yolande Smith.
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“Se planteará que la embajadora (Smith) convoque a reunión para esta misma semana, probablemente miércoles o jueves, del Consejo Permanente para que conforme la comisión para que empiece su trabajo”, afirmó el exvicecanciller y miembro de la AC, José Pallais.
LA PRENSA desde hace varias semanas ha consultado al área de prensa de la OEA sobre la creación de esta comisión, pero la semana pasada respondieron que se tuviera “paciencia”, que aún no tenían información al respecto.
La crisis de Nicaragua será retomada exactamente un mes después de que la Asamblea General, realizada en Medellín, Colombia, aprobara la conformación de una comisión de alto nivel, en el marco del artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana.
Las gestiones diplomáticas las encabezan los embajadores de Canadá, Jennifer Loten, y el de Chile, Hernán Salinas, quienes presiden el Grupo de Trabajo de la OEA para Nicaragua.
“Esta semana el tema empezó a moverse, las consultas bilaterales entre los gobiernos han avanzado y esta semana es previsible que se acelere el proceso y finalmente definan la comisión de alto nivel”, afirmó Pallais.
En la AC desconocen la lista de candidatos para integrar la comisión de alto nivel. La misión de dicha comisión, según la resolución de la OEA, es realizar “gestiones diplomáticas” entre la dictadura de Daniel Ortega y la AC “para procurar una solución pacífica y efectiva a la crisis política y social en Nicaragua”, que cumple más de 15 meses.
Dicha comisión, una vez conformada, deberá rendir un informe en un plazo máximo de 75 días al Consejo Permanente, a quien la Asamblea de cancilleres facultó para adoptar “las medidas que sean necesarias” para ayudar a superar la crisis en Nicaragua, “ incluida, si es el caso, la convocatoria a una sesión extraordinaria de la Asamblea General”.
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Las negociaciones entre la dictadura y la AC se suspendieron desde mediados de mayo pasado, tras el asesinato del preso político Eddy Montes por custodios en la cárcel La Modelo, en Tipitapa.
¿Ortega la dejará entrar al país?
La oposición se negó a reanudar las conversaciones para presionar al régimen a liberar a todos los presos políticos en el plazo de noventa días máximo acordado, (vencido el 18 de junio pasado). Aunque el régimen excarceló a unos 600 reos políticos en diferentes momentos, y a una parte bajo la Ley de Amnistía conocida como autoamnistía, la oposición reclama la liberación de otros 91 autoconvocados.
Sin embargo el dictador Ortega dio por concluidas las negociaciones con la oposición y ha incrementado la represión, tras afirmar en el acto del 40 aniversario de la revolución, el 19 de julio pasado, no estar dispuesto a adelantar las elecciones.
Tras responder a sangre y fuego con fuerzas de choque y la Policía Orteguista (PO) contra las protestas ciudadanas que se levantaron en abril del 2018, el dictador Ortega se atornilla en el poder solo ofreciendo reformas electorales, pero sin aclarar con qué sectores las negociará tras cerrar el diálogo con la AC.
Más de 325 muertos, miles de heridos, unos ochenta mil exiliados y una profunda crisis económica es el resultado de la represión.
¿Aceptará Ortega a la comisión de la OEA? El opositor Pallais advirtió que si el dictador se aferra al camino de la confrontación con la comunidad internacional y no permite el ingreso de los embajadores que integren la comisión del organismo, como lo ha hecho anteriormente, “se asegura que antes de los 75 días se tome una decisión en la OEA que no le favorecerá a él, ni al país”.
Ortega calla sobre plazo de la Alianza
La AC emplazó al régimen a retomar las conversaciones a más tardar el próximo 31 de julio. Pallais afirmó que hasta ahora no hay respuesta de los delegados del Gobierno, por lo que él descarta que accedan a dialogar.
“Ortega apuesta a que pueda imponerse a punta de represión, de que pase el tiempo, de que la correlación de fuerzas cambie en la OEA esperanzado en que en las próximas elecciones en Argentina, Bolivia y Guatemala ganen sus aliados. Pero no va a pasar, las violaciones de derechos humanos cometidas contra los nicaragüenses ya nadie puede ignorarlos y en los organismos como la OEA hay claridad al respecto”, afirmó Pallais.
Bolivia ya es un aliado de Ortega en la OEA, solo quedaría a la espera de Argentina y Guatemala.
Grenada favorece al régimen, afirma Caldera
Para el excanciller de Nicaragua, Norman Caldera, “la fuente del tortuguismo” en la OEA para conformar la comisión de alto nivel es el hecho que Grenada, un país aliado de Ortega, tiene la presidencia del Consejo Permanente.
“Mientras Grenada siga en la presidencia, que prácticamente son tres meses, es muy difícil para el secretario general y para los otros países miembros lograr que se desarrolle la agenda que ellos mismos se han propuesto”, afirmó el excanciller Caldera.
“Ortega está comprando tiempo. Esa es la táctica de estos regímenes y esto le permite ganar tiempo sin negociar, porque no hay ninguna reacción hasta que no aparezca en el escenario un nuevo presidente del Consejo Permanente”, subrayó Caldera.
Grenada junto a San Vicente y las Granadinas, las islas del Caribe, se ha opuesto o abstenido de apoyar las resoluciones que la mayoría de los miembros de la OEA han aprobado para condenar la represión del régimen orteguista.
El exvicecanciller Pallais está en desacuerdo con Caldera, pues afirma que en la OEA que se tarden ya un mes en crear la comisión de alto nivel para el caso de Nicaragua obedece al funcionamiento propio del organismo y “no porque haya un interés político de favorecer a Ortega”.
Brenes fustiga negativas
El cardenal Leopoldo Brenes espera que se supere el impasse en las negociaciones entre la Alianza Cívica y la dictadura de Daniel Ortega para que se ponga fin a la crisis.
“Un tiempo los del gobierno estuvieron llegando y los de la Alianza no llegaban, y ahora los otros dicen que quieren dialogar y los otros no llegan”, dijo Brenes sobre el actual impasse.
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Sobre las palabras de Ortega en su discurso del 19 de julio en las que el dictador dijo que dialogaría con la ciudadanía, el cardenal aseguró que “es una tristeza escuchar cuando se dice con fulano platico y con el otro nada, siempre el descartar a uno y descalificar no es bueno”, afirmó.