Los presos políticos del régimen de Daniel Ortega tienen más de un mes sin energía eléctrica en la cárcel y el agua potable racionada. A pesar de estas represalias siguen resistiendo en cuatro galerías dentro del Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, como parte de la lucha en demanda de libertad definitiva para todos y democracia en Nicaragua, confirmaron sus familiares. Las galerías en que están son la 16-1, 16-2, 17-1 y 17-2, donde montaron un tranque con escombros de concreto y hierro, material que antes formaba parte de las paredes divisorias dentro de las galerías, detallaron sus parientes. Ahora se turnan para hacer vigilancia y no permiten la incursión de alguaciles.
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“La solidaridad entre ellos y el amor por Nicaragua los ha mantenido unidos y en resistencia ciudadana desde la cárcel”, aseguró Jesenia Estrada, mamá del estudiante Byron Corea Estrada, del Movimiento Estudiantil 19 de Abril de León y acusado de montar tranques.
Cumplieron mes de lucha
La resistencia dentro del penal inició el 22 de marzo de 2019, después que la Alianza Cívica y el orteguismo anunciaron la firma de un acuerdo donde este último se comprometía a liberar a los más de seiscientos presos políticos que aún están encarcelados en los distintos sistemas penitenciarios de Nicaragua, en un plazo de noventa días.
Este período de tres meses es rechazado por los reos, sus familiares y la mayoría de la población, ya que los planteamientos iniciales eran la completa libertad y nulidad de procesos judiciales previo a las negociaciones, iniciadas el 27 de febrero de este año.
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La rebelión al inicio consistió en salir por el techo de las galerías 16-1 y 16-2 a ondear una bandera azul y blanco, entonar el himno nacional y gritar consignas alusivas a la democracia y libertad de Nicaragua. Ahora hasta lograron hacer un acto conmemorativo al primer aniversario de la sublevación social de abril de 2018.
“El 19 de abril subieron al techo, ondearon su bandera, gritaron consignas, cantaron Vivirás Monimbó y la canción de Alvarito Conrado y les gritaron a los custodias ‘nos vamos a salir’ y alarmaron a todo mundo”, relató Jaqueline Valdivia, mamá del preso político Cristofer Nahiroby Olivas, originario de León, quien este 19 de abril cumplió 19 años.
Agua de manjol
En la primera semana de protesta no se bajaron del techo durante siete días, porque los alguaciles les habían metido perros a la galería y les cortaron de forma ininterrumpida el servicio de agua potable y energía eléctrica.
“Esos días sufrieron. Cuando lograron bajar tuvieron que hacer unos huecos para llegar hasta la tubería, pero bebieron agua de manjol, luego rompieron la tubería de agua limpia y lograron recoger agua y bañarse”, narró Estrada.
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Ahora los presos políticos tienen agua potable, pero más racionada. La energía eléctrica la mantienen cortada, “supuestamente por seguridad”, les dicen los custodias a las madres.
Las mujeres pudieron hablar con sus hijos por bastante tiempo esta Semana Santa que tuvieron visitas especiales; ahí fue donde los secuestrados políticos pudieron narrar con detalle las nuevas condiciones carcelarias. Ahora pueden cocinar su propia comida en la fortaleza que lograron hacer, mientras los custodias les hacen un anillo perimetral.
“Ellos afirman que seguirán en la lucha hasta que todos estén en libertad”, dijo Valdivia.