La brutal represión a la ciudadanía que intentaba manifestarse este sábado fue rechazada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
“El derecho a la libre manifestación es esencial para la vigencia de las libertades fundamentales y la democracia”, consideró Almagro en su cuenta de Twitter.
Al cierre de la edición, se contabilizaban al menos 164 personas detenidas en una jornada marcada por el esfuerzo del Gobierno para evitar que la población opositora se manifestara.
Organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch se mostraron preocupados.
La directora para América Latina de AI, Erika Guevara Rosas, calificó de “alarmantes” las imágenes, reportes y videos de las agresiones del dictador Daniel Ortega.
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El director de Human Rights, José Miguel Vivanco, pidió más presión internacional a Ortega.
“La comunidad internacional debe aumentar las sanciones contra funcionarios del régimen para que Ortega entienda que no puede aferrarse al poder a punta de balas”, dijo Vivanco.
EE.UU. y Costa Rica se pronunciaron
La violencia orteguista también motivó las críticas de Estados Unidos y Costa Rica.
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A través de su cuenta oficial en Twitter, la embajada de Estados Unidos expresó que mostraba su preocupación por informes de violencia policial ejercida contra manifestantes y periodistas.
“Llamamos a autoridades nicaragüenses a cesar el uso de fuerza excesiva contra manifestantes pacíficos y periodistas que ejercen su derecho a libre expresión y de prensa”, afirmaron.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica lamentó también, mediante un comunicado, la “escalada” de represión de las autoridades contra los manifestantes.
“Para Costa Rica es motivo de honda preocupación las sistemáticas violaciones a los derechos humanos cometidas contra el pueblo nicaragüense, por lo que exhorta a detener la represión”, sugirieron.
La marcha prevista este sábado era para pedir la libertad de todos los presos políticos .
El ataque policial ocurrió además cuando el Diálogo Nacional se encuentra en un impasse tras la excarcelación el viernes pasado de cincuenta reos políticos, un número considerado insuficiente por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD).
La ACJD mantiene conversaciones con el régimen para buscar una salida a la crisis que tiene ya casi once meses.
Pone en riesgo pláticas
“Que sepa el gobierno de Ortega que con estas acciones está poniendo en peligro la totalidad del proceso de negociación que él mismo convocó”, aseguró vía telefónica Carlos Tünnermann, jefe del equipo negociador de la Alianza.
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Aunque Tünnermann dijo que la decisión de seguir o no en el diálogo no se puede tomar de forma unilateral, sostuvo que “debemos reunirnos como Alianza Cívica para tomar una decisión”.
A título personal, sin embargo, el jurista sostuvo que es “imposible” volver a sentarse a dialogar como personas civilizadas cuando Ortega está demostrando que quiere resolver las cosas con violencia.
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Mario Arana, otro de los miembros de la Alianza en el equipo negociador, insistió en la vía cívica para buscar una salida a la crisis porque la otra opción es que ocurra lo mismo que en Venezuela o ir a una guerra civil, y eso no es deseable.
Obispos se solidarizan
La Iglesia católica también se pronunció a través de varios de sus obispos.
“Condenable la represión sufrida el día de hoy (ayer) a ciudadanos y periodistas por parte de la Policía. Mis oraciones por los detenidos y agredidos. ¡El Señor siga siendo nuestra fuerza!”, afirmó Jorge Solórzano, de Granada.
Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, cuestionó la represión contra manifestantes pacíficos y periodistas: “¡Basta ya de atropellar la dignidad de los ciudadanos!”.