En otro intento por evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos a todas las empresas de Albanisa, a lo interno de Alba Generación, que tiene en su poder el 50 por ciento de la generación eléctrica del país, hay fuertes movimientos, que implicaría, entre otras cosas, el cambio de razón social, según revelaron fuentes vinculadas a dicha empresa.
Alba Generación es otro de los brazos económicos del consorcio Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa), el conglomerado de empresas creadas en Nicaragua en el 2007, a la sombra del acuerdo petrolero con Venezuela. Este conglomerado es manejado por personeros vinculados con la familia presidencial.
La empresa desde finales del año pasado comenzó el proceso de cambio y de ligeras inversiones, debido a que la mayoría de sus generadores y restos de maquinarias se han ido deteriorando. El problema es que la empresa no puede comprar repuestos, porque la mayoría de estos eran importados de Estados Unidos, dijeron a LA PRENSA.
Este Diario conoció extraoficialmente que en las próximas semanas el Estado a través de la Empresa Nicaragüense de Electricidad (Enel), adquirirá dicha generadora a través de un crédito que pasará por la Asamblea Nacional. LA PRENSA no ha podido confirmar esa posible operación.
En días recientes, también en una movida estatal, el régimen obligó al Estado a adquirir Bancorp por 23 millones de dólares, el cual será pagado en cinco años con una tasa anual de seis por ciento.
El ingeniero Fernando Bárcenas señala que desde que se aprobó la Nica Act o la Ley Magnitsky Nica todas las transacciones de las empresas Alba con el mercado se ven afectadas, lo que impide las operaciones normales de dichas compañías.
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“Ellos han estado haciendo transacciones porque no puede dejar funcionar el mercado, pero (dichas transacciones) perjudican al mercado, entonces una salida es que vendan las máquinas, lo que no sé si Estados Unidos perseguirá el capital que le dan (a Alba Generación) por las máquinas o las máquinas, porque ellos saben que esa es una forma de aludir las sanciones”, sostuvo Bárcenas.
Una fuente cercana a la empresa señala que lo peor del caso es que las maquinarias de Alba Generación han desplazados a plantas eléctricas estatales y privadas, en donde se habían invertido millones de dólares.
Hasta octubre del año pasado Alba Generación, que incluye las plantas térmicas y el parque eólico Alba Vientos, facturó 80.1 millones de dólares por sus servicios.
Trabajadores piden su liquidación
Tales han sido los movimientos que los trabajadores de esta empresa ligada a la cooperación de Venezuela se han mostrado preocupado, ya que en primera instancia fueron reunidos y se les informó que la generadora iba a cambiar de razón social.
La liquidación la iban a recibir a través de Bancorp- institución que fue vendida al Estado la semana pasada tras ser sancionado- el 8 de marzo, sin embargo cuando comenzó el 27 de febrero el diálogo el discurso de los administradores de la empresa cambió y se les dijo que debían esperar.
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En la mesa de diálogo, el régimen de Daniel Ortega está pidiendo que se gestione a nivel internacional para que se quiten las sanciones al pueblo de Nicaragua, aunque realmente el castigo de Estados Unidos es contra las finanzas y los negocios ligados a la dictadura.
Ahora los empleados aseguran que la empresa les ha dicho que no tiene dinero para pagarles la liquidación y que en todo caso es mejor “conservar” el trabajo en este tiempo de crisis, sin mayores garantías, conoció LA PRENSA.
Los mismos empleados han señalado que esta sería la segunda vez que la empresa cambia de razón social, porque primeramente operaban como Albanisa y pasaron a Alba Generación y en esa ocasión liquidaron y recontrataron al personal.
Antecedentes
Alba Generación surgió específicamente en el 2007, con el acuerdo entre Venezuela y Nicaragua, con esa alianza trajo las primeras plantas “Las Hugo Chávez”, planta de diésel e ineficientes y que han distorsionado el mercado eléctrico en Nicaragua, impactando los altos precios que pagan los nicaragüenses en la tarifa.
Posteriormente en el 2009 amplió su inventario con una donación de treinta millones de dólares del Gobierno de Taiwán en plantas de energía térmica para el Estado de Nicaragua, que pasó directamente a ser propiedad de Alba Generación y pasó a formar parte de las plantas Che Guevara, también propiedad de dicha empresa.
Esta operación incrementó en 27 megavatios la capacidad de generación del consorcio vinculado con la familia presidencial. Los empresarios privados del sector energético no protestaron por la transacción y el Gobierno nunca dio explicaciones formales sobre esta operación.
En 2015, Alba Generación adquirió otras deudas energéticas para instalar los 140 megavatios de energía térmica que necesita el país para darle estabilidad al sistema eléctrico, ante fallas en sistema de interconexión nacional y regional.
Otras operaciones
Estos no son los primeros movimientos que se están haciendo en los negocios que se originaron de la cooperación de Venezuela y que ahora Estados Unidos va tras ese capital. Actualmente las distribuidoras de combustibles pertenecientes de la DNP Petrónic también están en proceso de transformación para ocultarse de la persecución de EE.UU.
Las petroleras se han transformado en coloridas estaciones de combustibles y han adoptado como nombre las calles o barrios donde están situados.