La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia incorporó este sábado a dos delegados del Consejo Nacional para la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía. Esto debido a que tras la captura de los líderes campesinos Medardo Mairena, Pedro Mena, Freddy Navas y Lener Fonseca, el Movimiento Campesino se quedó sin representación en la negociación con el gobierno de Daniel Ortega.
Un comunicado de la Alianza Cívica informa que “los nuevos representantes del movimiento campesino de Nicaragua son Francisco Javier Carmona Martínez y Erickson Abraham Gutiérrez Juárez. Como equipo de apoyo se integran Norma Elena Lugo Rivas y Denis Alberto Zuniga Montano, quienes tienen como mandato representar al movimiento en la mesa, reuniones, acciones y cualquier actividad dentro de la Alianza Cívica”.
En el escrito también se especifica que “esta incorporación de miembros consolida el espacio de los movimientos campesinos dentro de la Alianza Cívica, una instancia plural y amplia que es la contraparte en este nuevo compromiso por la justicia y democracia en Nicaragua”.
La incorporación del Movimiento Campesino a la Alianza Cívica se da un día después de que esta organización señalara, a través de un comunicado, que ellos siguen organizados a pesar de que sus principales líderes están en la cárcel o en el exilio.
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Siguen organizados
Javier Carmona, quien fue admitido en la Alianza Cívica, explicó que el presidente del Movimiento Campesino sigue siendo Medardo Mairena, quien recientemente fue condenado a 216 años de prisión, y que él sólo es un delegado para la mesa de negociación.
“La junta directiva del consejo es la misma, en el consejo nacional no pasa nada, porque Medardo nuestro hermano sigue fungiendo como coordinador y mientras esté en la cárcel siempre va a ser el coordinador… Lo que se ha hecho es reforzar más, más municipios, más departamentos, más líderes territoriales, pero en el seno del consejo no pasa nada”, manifestó Carmona.
Además, Carmona precisó que las demandas del Movimiento Campesino en la negociación con el gobierno son las mismas de toda la población nicaragüense: justicia para las víctimas, libertada para los presos políticos y la democratización de Nicaragua.
“Nosotros estamos tratando de ser la voz del pueblo, sobre todo del campesinado… y el campesino lo que está exigiendo, al igual que el (resto del) pueblo, es la liberación de los presos políticos, el cese a la represión, incluyendo el desarme de paramilitares, temas de justicia que son imprescindibles”, dijo Carmona.
Suplente causa polémica
La inclusión de estos cuatro campesinos en la Alianza Cívica no pasó desapercibida. La lideresa anticanal Francisca Ramírez manifestó que Denis Alberto Zúniga Montano, uno de los suplentes, no forma parte del Movimiento Campesino desde el año 2015, cuando fue expulsado en las asambleas territoriales.
“Nosotros decidimos sacarlo del consejo porque nos generaba mucha desconfianza”, dijo Ramírez muy sorprendida con el nombramiento.
Diálogo no convence
Desde que fue retomada la negociación entre la Alianza Cívica y el gobierno de Daniel Ortega han sobrado las críticas contra los negociadores, en parte porque esta vez el diálogo no fue televisado y porque hay un gran sigilo en torno a las conversaciones.
En la última sesión de las conversaciones, realizada el pasado viernes, los equipos negociadores de nuevo no alcanzaron consenso, dado que el Gobierno continúa con su posición de rechazar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Organización de Naciones Unidas (ONU), como los garantes.
Al final de la tarde del viernes, las partes extendieron un comunicado en el que anuncian que continuarán las conversaciones el próximo lunes.
Exiliados presionan
Mientras en Nicaragua se realiza la negociación entre el gobierno y la Alianza Cívica, la Articulación de Movimientos Sociales (AMS) realizará una gira internacional por España, Alemania, Francia, Bélgica, Suiza y los Estados Unidos para motivar a la comunidad internacional a exigir el retorno seguro de los miles de nicaragüense en el exilio y mantener la presión externa contra el régimen de Daniel Ortega.
En el recorrido participarán estudiantes, familiares de presos políticos, exiliados, ambientalistas, campesinos y activistas feministas.