Desde hace una semana los empleados públicos en Granada han sido asignados a visitar los barrios más pobres de la ciudad, para afiliar a militantes al Frente Sandinista. Van acompañados por la policía orteguista y miembros de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC) locales. La misión es visitar casa a casa a los pobladores para que llenen una ficha y forzarlos a aceptar la militancia del Frente Sandinista, con la promesa de recibir atención médica gratuita en hospitales y centros de salud.
Habitantes de algunos de los barrios visitados como reparto Adelita, Pancasán, El Pantanal y El Madroño, que pidieron al anonimato por temor a represalias por parte de la misma Policía Orteguista, confirmaron a consultas de este diario, que ya habían sido visitadas por los empleados públicos.
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“Aquí a mi casa ya vinieron. Llenamos la ficha con nuestros datos personales y al final me dijeron si aceptaba de manera voluntaria la militancia sandinista del buen gobierno socialista y solidario. Yo tuve que aceptar, porque dicen que si no estamos registrados, no nos atienden en el hospital y el centro de salud”, dijo una humilde señora del reparto Adelita.
CPC funcionan como avanzada
Empleados públicos que participan en este proceso de afiliación partidaria, quienes igualmente pidieron no ser citado por miedo a que tomen acciones en su contra, explicaron que el procedimiento establecido es que los CPC funcionan como “avanzada” para primeramente, convencer a los ciudadanos.
“Ellos nos indican a que casa podemos ir y a cuáles no porque ellos conocen a los habitantes y saben a quién pueden convencer”, relató uno de los empleados públicos consultados.
Los mismos trabajadores estatales mencionaron que están en contra de estos abusos, pero que todas las instituciones del Estado se han abocado a esa tarea desde la semana pasada. El objetivo es priorizar estas visitas a los barrios periféricos donde la gente vive en extrema pobreza y son vulnerables en sus necesidades médicas. “La orientación es ir a estos barrios pobres, y la gente cuándo nos ve con la policía, se ve obligada a aceptar”, dijo uno de los empleados consultados.
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