En el tercer paro nacional realizado este viernes para exigir la libertad de los presos políticos en Nicaragua algunos negocios informales en varios departamentos de Nicaragua decidieron trabajar por presión de grupos de choque orteguistas, quienes se dedicaron a monitorear a los negocios que se sumaron al paro.
En Somoto, Madriz, algunos empleados de la Alcaldía y de instituciones del Estado, a bordo de motocicletas se dedicaron a recorrer la avenida principal de la ciudad y otras calles para presionar a los propietarios de negocios que se sumaron al paro nacional, a abrir sus puertas y operar con normalidad.
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Los simpatizantes del orteguismo anduvieron tocando las puertas de los establecimientos, muchos de ellos grandes negocios como hoteles, restaurantes, ferreterías, microfinancieras, tiendas de ropa y calzado, distribuidoras y otros sectores del comercio que la mañana de este viernes se sumaron al paro nacional convocado por la Alianza Cívica.
Algunos propietarios de negocios identificaron a los individuos motorizados como trabajadores de instituciones estatales como el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena), el Ministerio de Salud (Minsa), el Ministerio de Gobernación (Mingob), el Consejo Electoral Departamental (CED) de Madriz y hasta de la Alcaldía somoteña.
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“Se estacionaron frente a mi casa a decirme que buscara como abrir mi negocio o de lo contrario me lo iban a cerrar definitivamente, y entonces yo les dije que si me demostraban que los otros empresarios que no abrieron hoy sus negocios lo abrían yo también lo haría, y se fueron y no me dijeron nada”, dijo uno de los dueños de una distribuidora que se sumó al paro en Somoto.
En Granada
En tanto, la alcaldía municipal de Granada desplegó a sus empleados por varios puntos claves para el comercio de la ciudad, en plan de fiscalizar a los negocios que abrieron y aquellos que apoyaron el paro nacional.
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Se desconoce las intenciones del gobierno, pero se estima que es una forma de causar temor y para presionar al sector comercial, en especial al micro y pequeño empresario que trabaja con préstamos de los bancos estatales.
En Carazo
No todas las micro y medianas empresas del departamento de Carazo se sumaron al tercer paro nacional. Una comerciante de comidas en el centro histórico de la ciudad de Jinotepe y que solicitó el anonimato dijo sentir miedo por represalias contra su negocio. “Tengo miedo que me vengan a fregar mi negocio que tanto me ha costado. Tengo deudas y los bancos no esperan. Abriré, pero si la gente no viene, cierro, además tengo a varios trabajadores que pagarles, por tanto, no puedo darme ese lujo como las grandes empresas”, expresó.
En Diriamba, un joven que tiene un negocio de refrescos y de comida rápida abrió su negocio tras recibir “recomendaciones”. “Tenía cerrado. Por recomendaciones abrí, pero voy a cerrar temprano. Pienso que hay que apoyar la causa, porque no estoy de acuerdo con tantas injusticias que se están cometiendo en contra de la gente que sale a protestar de manera pacífica a las calles, es demasiado lo de este gobierno”, sostuvo.
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Con la instalación de los tranques y después de los mismos, muchos negocios familiares en esta zona fueron saqueados y sufrieron algún tipo de daños en su infraestructura, en las que realizaron pintas. Además fueron objeto de amenazas por los simpatizantes sandinistas.
Jinotega
Los comerciantes del mercado municipal de Jinotega expresaron que la decisión de abrir sus negocios fue por la cantidad de deudas que tienen acumuladas y por las continuas amenazas que han recibido de las autoridades municipales y de los comerciantes simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Aquí abrimos por necesidad y por temor, tenemos a cuarenta compañeros comerciantes que nos están vigilando, ellos pasan listas y fotos a la alcaldía, la amenaza con la que nos tienen es que si demostramos que estamos en contra del gobierno nos van a cerrar los tramos y quitarlos, aquí premian al que está con el y castigan al que no. Yo abrí por necesidad, pero no mandé a mis niños a clase, aunque también me da miedo que los comiencen a intimidar los profesores”, sostuvo uno de los comerciantes que por seguridad prefirió omitir su nombre.
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“Lidia”, una de las concesionarias de tramos del mercado aseguró que ya hay víctimas de la represión, a quienes les han quitado sus tramos por lo que ellos tienen que apoyar en silencio. “Nosotros no olvidamos cómo defendieron estos cubículos cuando nos amenazaban con quemarlos, si hay elecciones anticipadas ahí se van a dar cuenta que no los apoyamos, la necesidad de mantener a nuestras familias nos obliga a tener que aguantar en silencio las ganas de apoyar”, dijo la comerciante, quien agregó que si no mejora la economía está pensando en emigrar a otro país y posteriormente llevarse a su familia con ella.
Rivas
En Rivas, un trabajador de una de las gasolineras aseguró que un oficial de la Policía de Rivas a bordo de una patrulla policial pasó tomando fotografías del local porque no estaba atendiendo. “Eso es como para intimidar, pero no nos preocupamos, si todas las gasolineras están cerradas, solo la Petronic está atendiendo normal”, aseguró.
Con información de William Aragón, Lucía Vargas, Sara Ruiz, Mynor García y Ramón Villarreal