El Gobierno actualizará en las próximas dos semanas las proyecciones de crecimiento económico para este año, que por ahora mantiene en 1 por ciento. La nueva meta se basará en el buen desempeño del sector primario, es decir actividades que están vinculadas al campo.
Pese al optimismo del Gobierno, economistas advierten que la economía al término de este año quedará en el terreno negativo, al declinar hasta 1.8 por ciento.
Las actividades primarias: agrícola, pecuaria, silvícola, pesca, acuícola y la minería metálica, junto con algunos servicio como agua y electricidad “vienen con un buen desempeño” y compensarían el mal desempeño de otros sectores afectados directamente por la crisis como el comercio, el turismo y la construcción, dijo el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, durante entrevista brindada a un medio oficialista.
Potencial existe
“Es cierto que en la agricultura y el sector pecuario se observan con bastante potencial de crecimiento, pero ese es un potencial que se creó a finales de 2017 e inicios de 2018. Es decir, el potencial de crecimiento existe, pero hay varios factores que van a incidir”, dice el economista Alejandro Aráuz.
Entre estos factores Aráuz menciona por ejemplo que “el café posiblemente tiene el potencial de recolección de tres millones de quintales, pero quién lo va a cortar cuando hay desplazamiento de la gente hacia Costa Rica y Honduras, y también hay otros problemas que le van a afectar, entre ellos la inseguridad, la cacería de personas que está haciendo la Policía y otras cosas de inseguridad que no es probable que los cafetaleros puedan recolectar ese potencial”.
Otro factor que puede interferir para que no se aproveche el potencial de producción del café es la caída del precio en el mercado internacional. Ayer cerró en 98.65 dólares por quintal y aunque en Nicaragua no hay cifras oficiales sobre el costo de producción del grano, dirigentes del sector han dicho que oscila entre 120 y 150 dólares por quintal, por lo que de mantenerse en el nivel actual generaría considerables pérdidas.
Potencial no asegura aprovechamiento
En el caso del azúcar, el ganado y el oro, Aráuz dice que también presentan gran potencial, sin embargo, “eso no asegura que lo que tienen (las autoridades de Gobierno) planificado en el campo se cumpla”, porque estos sectores también enfrentarán las consecuencias de la “inseguridad, la situación política y los problemas que van a enfrentar los productores y trabajadores al momento de recolectar esa producción”.
Y añade que la actividad turística, la construcción, parte del comercio y gran parte de los servicios siguen y seguirán paralizados. “Todo esto analizado sectorialmente desde mi punto de vista y análisis que llevo de la economía me da una caída de menos 1.8 por ciento para este año”, dice Aráuz, quien considera que la proyección de crecimiento que mantiene el Gobierno es únicamente para crear expectativas de que el país se está normalizando.
En la actualización de daños presentada el 17 de julio, Reyes dijo: “En ocasión anterior habíamos dicho que la situación de disturbios vino a ocasionar una reducción de la actividad económica. En nuestra estimación, nosotros esperamos un crecimiento del 1 por ciento del PIB, después que este había sido previsto en 4.9 por ciento”.
Gobierno admite que economía sufrió
En la entrevista brindada este martes Reyes manifestó que durante la crisis “la economía sufrió un serio golpe” y al menos 86 mil empleos se perdieron, pero dado que algunos sectores ya muestran recuperación, mantienen la proyección en “un escenario optimista de crecimiento del 1 por ciento”. Pero anunció que “en dos semanas vamos a tener un nuevo recálculo para ver cómo va a finalizar nuestra economía”.
Por su parte la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), en junio planteó que de encontrarse una salida a la crisis a finales de julio la actividad económica cerraría el 2018 con una caída de 0.03 por ciento en comparación con el 4.9 por ciento de crecimiento en 2017 y pérdidas de 638 millones de dólares en valor agregado.
Un segundo escenario planteaba que si la crisis se prolongaba e intensificaba durante el resto del año, el PIB caería 5.6 por ciento y las pérdidas alcanzarían 1,400 millones de dólares.
Pero desde julio cuando el Gobierno implementó la llamada operación limpieza para levantar los tranques que durante semanas mantuvieron aisladas algunas ciudades del país, el tránsito en las principales vías se reactivó y con ello algunas actividades económicas.
Sin embargo, en las calles persisten el desempleo, la persecución de civiles, presencia de paramilitares, los secuestros, la invasión ilegal de tierras, la inseguridad ciudadana y las protestas sociales.
Dadas las nuevas condiciones, Funides también prepara una actualización de las afectaciones económicas que ha provocado la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde el 18 de abril con un saldo cercano a los cuatrocientos muertos, miles de heridos y cientos de encarcelados y desaparecidos.
Daño seguirá en 2019
Para el economista Alejandro Aráuz dado que la actividad agropecuaria se traslapa hasta en treinta por ciento de un año al otro, las afectaciones que la crisis sociopolítica que enfrenta el país desde el 18 de abril, además de provocar este año una caída de 1.8 por ciento, afectaría también el crecimiento del PIB durante el 2019.
“Se va a trasladar un hecho de acumulación del sector agropecuario que va a afectar también el crecimiento del 2019, porque hay un traslape de un 25 al treinta por ciento porque el ciclo agrícola va de un año al otro”, dice Aráuz.
Ante esto, según Aráuz lo que quedará sustentando la economía serán las empresas de zona franca que sigan exportando. “Pero eso no significa que las perspectivas de crecimiento sean positivas”, advierte Aráuz.
Exportaciones bajarán
Debido a los diferentes factores que atentan contra la producción agrícola y pecuaria, el economista Alejandro Aráuz considera que las exportaciones, por estar sustentadas en estos sectores, cerrarán el 2018 con una caída en volumen. “Hay que recordar que el ciclo de exportaciones de Nicaragua se da en los primeros tres meses y los últimos de cada año”, dice Aráuz. A esta merma en el volumen también habría que sumarle la afectación que provocará la caída de los precios de algunos productos en el mercado internacional.