Mientras el analista costarricense Claudio Alpizar está convencido de que el orteguismo es el responsable de los ataques que han sucedido contra migrantes nicas en Costa Rica, las autoridades costarricenses no descartan esa posibilidad, y por eso informaron ayer que trabajan para identificar a los grupos que impulsan la campaña de odio y xenofobia en ese país contra los que huyen de la represión de Daniel Ortega.
Para Alpizar, quien es profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica, los ataques a los migrantes nicaragüenses el pasado fin de semana responderían a una estrategia del gobierno de Ortega para debilitar al presidente costarricense Carlos Alvarado ante la opinión de su población.
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Con esto, el ejecutivo de Ortega pretende que Alvarado, presionado por la opinión pública de su país, desista de impulsar, junto con otros gobiernos en la Organización de Estados Americanos (OEA) y en otros foros internacionales, acciones contra el régimen orteguista, que ha asesinado a más de cuatrocientas personas en cuatro meses de crisis sociopolítica.
“Estoy totalmente seguro (de esa estrategia). Daniel Ortega siempre se ha distinguido por tratar de desviar la atención del disgusto que se vive entre los nicaragüenses de su mandato, buscando chivos expiatorios en Costa Rica. Entonces, yo no excluyo a grupos costarricenses pequeños que quieran desestabilizar la situación en el país y no excluyo que tengan algún interés particular con algunos aliados que serían muy cercanos al gobierno de Ortega”, afirmó Alpizar en declaraciones a LA PRENSA.
La crisis que vive Nicaragua desde hace cuatro meses ha provocado un flujo migratorio importante hacia Costa Rica, pero que las autoridades de ese país afirman tener bajo control, con orden y seguridad.
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Aunque no hay datos exactos de cuántos nicaragüenses han huido hacia Costa Rica por la crisis sociopolítica, Migración de ese país registra 23,000 solicitudes de refugio de nicaragüenses.
El sábado pasado cientos de costarricenses se manifestaron en el parque La Merced, en la capital San José, en contra de los inmigrantes nicaragüenses. La concentración xenófoba fue convocada por grupos anónimos a través de las redes sociales y derivó en disturbios que dejaron 44 detenidos.
El gobierno de Ortega no se ha pronunciado sobre la agresión a nicaragüenses en San José.
Mientras ayer el ministro de Seguridad costarricense, Michael Soto, insistió en que la manifestación del sábado no representa la idiosincrasia de ese país y que como parte de la investigación sobre los grupos incitadores al odio contra los inmigrantes, se han cerrado varias cuentas en las redes sociales.
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“Desde el punto de vista de las redes la difusión de información es fuerte y estamos trabajando en identificar a las personas que están incitando. De la actividad que se realizó tenemos gran cantidad de personas identificadas y vamos a tratar de interpretar si hay algo más detrás”, manifestó Soto, quien señaló: “no descartamos” que grupos orteguistas sean promotores de la campaña de xenofobia.
Noticias falsas
La difusión de noticias falsas en las redes sociales acusando a los migrantes nicaragüenses de ser delincuentes han aumentado las últimas semanas, y para el analista Alpizar, sería parte de la campaña de odio que ha impulsado el gobierno de Ortega en Nicaragua a través de las redes contra quienes apoyan y han participado en las protestas que exigen su renuncia y la de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Alpizar mencionó que en las redes circuló un video de nicaragüenses afines al gobierno sandinista diciendo que quienes están huyendo “es gente peligrosa, refieren que es de la oposición a Ortega, que está llena de gente militar, de asesinos”. “Ahí es uno donde empieza a sospechar cuáles son realmente las intenciones de los verdaderos organizadores de esta campaña”, afirmó el analista.
Otras migraciones inciden en campaña sucia en redes
¿Por qué ha resultado la campaña de odio en Costa Rica? Alpizar explica que lo facilitó el aumento de la inmigración ilegal no solo de nicaragüenses, sino de colombianos, venezolanos y otras nacionalidades que se ha conjugado con los problemas de déficit fiscal que afectan la atención de los servicios públicos en Costa Rica.
“Y hay una confusión, por diferentes elementos, que llevan a pasarle factura al migrante como carga social para el Estado, lo cual es un error. Solo deberíamos preocuparnos por el ingreso ilegal, porque la mano de obra de los nicaragüenses y de otras nacionalidades, siempre y cuando hayan sido de forma legal, han sido sumamente importantes para el desarrollo económico de Costa Rica”, afirmó Alpizar.
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Soto, por su lado, insistió en que la manifestación del sábado no representa al país ni a su idiosincrasia, y que se han cerrado grupos incitadores al odio en redes sociales.
Soto detalló que muchos de los 44 detenidos durante la protesta del sábado tenían antecedentes criminales, otros son miembros de las violentas barras de futbol, y otros de “grupos que generan anarquía, desorden y algunos con símbolos nazi que no son propias de nuestro país”.