Carlos José Hernández Bustos, de 31 años, estuvo esposado en una cama del hospital Amistad Japón Nicaragua, en Granada, sin la atención médica indicada.
El pasado 24 de julio, el juez de distrito penal de audiencias de Granada, Armando Mejía, le realizó en el hospital la audiencia a Hernández, en la que lo acusaron de robo agravado, en perjuicio de Vladimir Elí Jarquín Rojas y portar arma de fuego y municiones, en perjuicio del Estado. Fue remitido a juicio para el 20 de agosto. La acusación indica que la Policía se vio obligada a dispararle porque estaba armado y se corrió para evitar ser capturado.
Su esposa negó esa versión y aseguró que fue sacado por paramilitares a las 5:00 de la mañana en su casa y de forma arbitraria y violenta fue herido por dos civiles encapuchados. “A él le disparan dos civiles encapuchados que andaban en moto y hasta que lo tenían descachimbado llegaron los policías en una patrulla”, dijo García.
Hernández fue detenido por paramilitares en su casa a inicios de julio y lo señalaban de participar en la quema de la Alcaldía de esta ciudad y de una rastra de la Policía, según dijo su esposa Mariela García. Según la familia, han denunciado el caso en los medios de comunicación para evitar que le amputen la pierna.
Hernández se encuentra en recuperación, pero sigue bajo custodia policial. El pasado 2 de agosto fue operado porque los disparos le ocasionaron una fractura grave en el fémur, lo que ameritaba tratamiento y unos clavos especiales. Según dijo García, la operación duró varias horas y luego ameritó ser ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos, (UCI).
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