Carlos Hernández Bustos, de 31 años, cumple este sábado 18 días de permanecer esposado a una cama del hospital Amistad Japón Nicaragua, de Granada. Hernández, que tiene dos balazos en su pierna izquierda, fue capturado y por la Policía Nacional el pasado 3 de julio y acusado de quemar la Alcaldía de Granada el 5 de junio y una rastra el 28 de junio.
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A Hernández le dispararon agentes policiales cuando entraron a su casa a detenerlo, aseguran sus familiares, quienes temen ser agredidos si hablan de su caso. La familia asegura que el único “delito” de Hernández fue aparecer en un video en un canal de televisión participando en una marcha azul y blanco.
Teme perder la pierna
Hernández es albañil y su gran temor y el de su familia es que le amputen su pierna porque los médicos no han podido extraerle uno de los dos proyectiles. “Él permanece esposado y con suero. Hasta ahora no lo han operado. Algunos médicos lo tratan mal y le reclamaron porque denunciamos el caso ante los medios”, dijo un familiar que no quiso revelar su identidad.
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La bala que lograron sacarle la tenía, según la familia, fue requisada por la policía. “La policía quiere llevárselo así como está, pero los médicos han dicho que es muy riesgoso porque la pierna se le ha puesto hinchada y morada”, dijo Mariela García, su esposa.
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La familia denunció además que a una prima del paciente y a su esposo los golpearon varios encapuchados al salir del hospital de Granada, tras haber visitado al paciente y tomarle fotos. “Vinieron a verlo hace una semana y le tomaron fotos y al salir del hospital los estaban esperando varios hombres encapuchados, los golpearon y les quebraron los celulares. La denuncia será puesta ante los derechos humanos”, dijo el familiar.