Como parte de la estrategia de comunicación del Gobierno, nuevos programas de opinión en televisión abierta y sitios web han aparecido en esta semana; sin embargo, para el especialista en comunicación, Adrián Uriarte, estos esfuerzos son demasiados tardíos, ya que los medios oficialistas y afines a la familia de Gobierno gozan de “cero credibilidad y son medios que solo llegan a su militancia”.
“Están desesperados”, dijo Uriarte respecto a las acciones de comunicación que está desarrollando el gobierno del presidente designado, Daniel Ortega, ante la demanda de la mayoría de la población de Nicaragua, que exige que este deje el poder. El especialista explicó que la administración pública, además de competir históricamente con los medios tradicionales, ahora también lo hace con ciudadanos informados, que están en redes sociales.
El contexto actual, en referencia a los medios de comunicación, no es parecido a la década de los ochenta, en el que se podía manipular y producir fake news, sin ningún temor de la réplica de las audiencias. “Hoy estamos frente a una opinión pública totalmente dinámica, una opinión pública que es muy activa, pero sobre todo, que es una opinión pública que fiscaliza los contenidos y el discurso oficial (…)”, expresó Uriarte.
Esa revisión del contenido se realiza por parte de la misma población, quienes desmienten, en la mayoría de los casos, la información publicada por medio de la televisión o las cuentas oficiales de los medios del Gobierno Orteguista. Este comportamiento ha sido una constante desde el inicio de la protesta cívica en Nicaragua, y es más evidente en las diferentes marchas o caminatas.
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Para Uriarte, con estos nuevas alternativas de información, intentan “oxigenarse” porque su modelo de comunicación política “fracasó”, ya que la ciudadanía dejó de creer en el discurso oficial y se empoderó en las redes sociales, indicó.
Es precisamente a través del flujo de información en plataformas como Facebook y Twitter que los universitarios iniciaron a compartir contenido y se autoconvocaron en las calles de Managua para realizar platones y marchas, y demandar respuestas por la crisis ambiental que se vivió en abril pasado debido al incendio en la Reserva Biológica Indio Maíz, después, por la fatídica reforma a la seguridad social, y actualmente, por la lucha en contra de la represión y la demanda de justicia por las más de trescientas muertes propinadas por las huestes del régimen de Daniel Ortega.
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