En el tercer día de protestas ciudadanas en Nicaragua, acosadas por la represión oficial que deja al menos siete muertos y decenas de heridos, la vicepresidenta designada, Rosario Murillo, durante su comparecencia de mediodía amenazó este viernes a los manifestantes que rechazan la reforma a la seguridad social.
En la alocución del jueves pasado, un día después de que el presidente designado por el poder electoral Daniel Ortega publicó las reformas sin consultarle a nadie, Murillo llamó a los críticos que realizaban las protestas “grupos minúsculos y tóxicos”. Llegó a calificarlos como “vampiros que reclaman sangre” después de conocerse las primeras muertes producto de la violencia, entre las cuales se contaba un militante sandinista y un policía.
La resistencia ciudadana a la represión oficial continuó este viernes. Murillo se radicalizó, pero al cierre de la edición informó que reinstalarían la mesa de diálogos con los empresarios sobre “las propuestas de reformas para darle sostenibilidad al INSS”, lo que ocurriría pese a la publicación de las reformas.
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Antes de este anuncio, Murillo llamó al mediodía “asonadas egoístas” que buscan romper la paz y la armonía social en Nicaragua a las protestas. Describió como “crímenes de odio” a lo que había ocurrido, pero obvió los señalamientos a las estructuras partidarias del FSLN que en los últimos días han agredido por igual a ancianos, jóvenes universitarios y periodistas. Murillo agregó al mediodía que “la cizaña intoxica algunos corazones”, advirtió que la ambición puede cegar y después a secas amenazó.
“Crímenes de odio”
“Son trágicos y dolorosos estos momentos para todo nuestro pueblo, para todo el país, y la responsabilidad sobre estos crímenes de odio, y sobre el ambiente y las aguas que han sido revueltas y enturbiadas, recaerá sobre aquellos que con alevosía agitan y alientan sin dar la cara; aquellos que desconocen el daño que hacen a Nicaragua y al pueblo nicaragüense”, sostuvo.
La reforma al reglamento del INSS establece un aumento de la cuota de cotizantes y empleadores, y aprueba la reducción del cinco por ciento mensual de las pensiones por invalidez, vejez e incapacidad, lo que ha provocado indignación.
Murillo lamentó únicamente que 28 policías fueron lesionados durante los enfrentamientos. Para ella, las protestas antigubernamentales representan un asedio a la paz y la seguridad del país. “Poco les importa Nicaragua”, agregó.
Testimonio de Quirós
Una de las víctimas de la represión de las tropas de choque del FSLN fue Ana Quirós, activista de derechos humanos.
El miércoles pasado, ella fue agredida por los llamados motorizados, grupos afines al partido de gobierno que reparten palo contra los adversarios del gobierno.
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Quirós dice que tiene dos heridas en la cabeza producto de los golpes, por las que le hicieron 14 puntadas. Le quebraron además dos dedos. La activista lamenta el discurso de Murillo en general.
“Para empezar hay una clara esquizofrenia, porque mientras dice que estamos en paz, también hace un llamado a no dejar de atacar a esos grupos minúsculos, vampiros. El discurso mismo es de una clara mentalidad esquizofrénica y bipolar”, dijo.
Según la activista, Murillo no logra discernir entre la realidad y lo que imagina. Para el general en retiro Hugo Torres, vicepresidente del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), la vicepresidenta designada no logra entender lo que está pasando en el país, donde es notable que la protesta ciudadana se ha multiplicado en varios departamentos.
Torres opina que las protestas son una consecuencia de años de abuso de poder de la pareja presidencial y reconoció como grandes detonantes, para la actual crisis, la ineficacia del Gobierno al enfrentar el incendio en la Reserva Biológica de Indio Maíz, así como las reformas del INSS, las que calificó como una estupidez.
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Es una mezcla de un cinismo impresionante con una pérdida de la realidad, rayando en la locura”, explicó el general retirado Hugo Torres.